La mala prensa del 'test'

Las pruebas del modelo test son, para los detractores del examen de respuesta libre, la ¨²nica alternativa v¨¢lida, aunque tambi¨¦n es cierto que durante mucho tiempo ha sido objeto de permanente discusi¨®n la idoneidad de esta modalidad de ex¨¢menes para medir los conocimientos, y mucho menos esa madurez intelectual que supuestamente se busca en el aspirante a ingresar en la Universidad.En Estados Unidos hay organizaciones empe?adas en una verdadera cruzada contra las 'trampas de los test', que se aplican por activa y por pasiva en el sistema educativo norteamericano y no s¨®lo para la selecci¨®n de personal en las empresas. En nuestro pa¨ªs, en cambio, tienen bastante mala prensa en los medios educativos, aunque no es infrecuente que algunos profesores los utilicen en ex¨¢menes internos en los centros. El modelo del examen MIR (la prueba para el ingreso de los licenciados en Medicina en el sistema de formaci¨®n de m¨¦dicos internos residentes), que probablemente es en el que est¨¢ pensando Educaci¨®n al proyectar su ensayo para la selectividad, goza de bastante aceptaci¨®n, aunque no est¨¢ exento de cr¨ªticas.

Los expertos sostienen que el conocimiento de cualquier materia (desde las matem¨¢ticas a la filosof¨ªa, pasando por el lat¨ªn) es susceptible de ser medido por medio de una prueba objetiva o bater¨ªa de pruebas. Entre sus ventajas se encuentra, desde luego, su objetividad, pero tambi¨¦n la rapidez y facilidad de correcci¨®n. Entre los inconvenientes, el principal es la enorme dificultad que entra?a elaborar pruebas de calidad.

Cuando la f¨®rmula es la de elecci¨®n de una respuesta verdadera entre varias falsas, las posibilidades de acierto por azar son mayores cuanto menor es el n¨²mero de soluciones ofrecidas. Pero, adem¨¢s, el n¨²mero de respuestas veros¨ªmiles es limitado, y si se aumentan caprichosamente crece el riesgo de que el alumno descarte parte de ellas por simple sentido com¨²n, sin necesidad de aplicar sus verdaderos conocimientos.