EE UU no considera interlocutor a Radio Bagdad
La Casa Blanca contest¨® ayer con un escueto "la guerra contin¨²a" al comunicado difundido por Radio Bagdad seg¨²n el cual el presidente iraqu¨ª, Sadam Husein, hab¨ªa ordenado a sus tropas en Kuwait que iniciaran una retirada hacia territorio iraqu¨ª. La primera reacci¨®n oficial norteamericana al anuncio de la emisora oficial de Irak parec¨ªa indicar que Estados Unidos y el resto de los miembros de la coalici¨®n no estaban dispuestos a permitir que se les escapara de la mano una victoria militar que llevase impl¨ªcita una considerable disminuci¨®n del poder¨ªo militar de Sadam Husein y, acaso, su ca¨ªda del poder. Desde la Casa Blanca se record¨® que Irak deb¨ªa comunicar al Consejo de Seguridad de la ONU su decisi¨®n de retirarse incondicionalmente.
El portavoz presidencial, Marlin Fitzwater, declar¨®, poco despu¨¦s de conocerse en Washington el comunicado de Bagdad, que Irak no se hab¨ªa puesto en contacto con el Gobierno norteamericano. "Consideramos que no hay nada a lo que tengamos responder. La guerra contin¨²a", subray¨® Fitzwater.Portavoces del Pent¨¢gono siguieron la l¨ªnea marcada por la declaraci¨®n de Fitzwater y se apresuraron a manifestar que las las operaciones militares continuar¨ªan de acuerdo con el plan previsto.
Funcionarios de la Casa Blanca recordaron que, de acuerdo con los t¨¦rminos del ultim¨¢tum lanzado el pasado viernes a Irak por el presidente George Bush, el Gobierno iraqu¨ª ten¨ªa que comunicar al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a trav¨¦s de un portavoz autorizado, su decisi¨®n de retirarse "inmediata e incondicionalmente de Kuwait".
En la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, el presidente del Consejo de Seguridad, Simbarashe Mumbengegwi, de Zimbabue, declar¨® que hab¨ªa pedido aclaraciones al embajador de Irak ante la organizaci¨®n, Abdul Amir Al Anbari, pero que este le hab¨ªa manifestado que no hab¨ªa recibido instrucciones de Bagdad, lo que parec¨ªa indicar en opini¨®n de algunas fuentes que Sadam Husein pretend¨ªa salvar la cara aceptando una propuesta de la Uni¨®n Sovi¨¦tica para no tener que someterse a los t¨¦rmimos del ultim¨¢tum norteamericano.
Una dificultad adicional para que Estados Unidos aceptase la propuesta iraqu¨ª, siempre que ¨¦sta se materializase en una declaraci¨®n oficial ante las Naciones Unidas y no s¨®lo por rriedio de un comunicado radiof¨®nico, es la menci¨®n exclusiva de la Resoluci¨®n 660 como base de la retirada iraqu¨ª sin mencionar para nada las otras 11 y, espec¨ªficamente, las que hacen referencia al embargo comercial contra Irak y al pago de reparaciones por la invasi¨®n y ocupaci¨®.n de Kuwait.
El pensamiento no cantado pero s¨ª sentido por la Administraci¨®n norteamericana fue resumido con claridad meridiana por el embajador de Kuwait en Estados Unidos, Saud Nasir Al Sabah, cuando manifest¨® a la cadena de televisi¨®n CNN que, "lo que tienen que hacer (los iraqu¨ªes) es rendirse a las fuerzas aliadas".
Funcionarios de la Casa Blanca, citados por la CNN, manifestaron en privado que "pon¨ªan en duda" que Bush perdiese la oportunidad que se preserita a la coalici¨®n de reducir sustancialmente el poder b¨¦lico de la Guardia Republicana iraqu¨ª, que, seg¨²n informaciones procedentes del teatro de operaciones, est¨¢ a punto de ser rodeada por las fuerzas coaligadas en su avance por territorio iraqu¨ª hacia el norte de Kuwait.
Para reforzar esta creencia, fuentes del Pent¨¢gono revelaron que la aviaci¨®n norteamericana y aliada hab¨ªa comenzado a atacar a las unidades iraqu¨ªes que, aparentemente en respuesta a las ¨®rdenes de Bagdad, hab¨ªan iniciado su retirada hacia el norte.
R¨¢pido avance
Todo esto suced¨ªa pocas horas despu¨¦s de que las tropas de la coalici¨®n internacional, con apoyo masivo aereo y naval, continuaran su avance en Kuwait e Irak durante el segundo d¨ªa de la guerra terrestre en una marcha contra reloj, destinada "primero a copar el ej¨¦rcito iraqu¨ª para despu¨¦s destruirlo", en una estrategia revelada en enero por el jefe del Estado Mayor Conjunto norteamericano, general Col¨ªn Powell, seg¨²n anunciaron ayer mandos militares de EE UU. Al tiempo que se desarrollaban los combates en el interior de Kuwait, un misil Scud hizo por primera vez blanco en un objetivo militar americano de retaguardia y produjo numerosas bajas norteamericanas cerca de Dahran.
El Scud iraqu¨ª destruy¨® ano che un barrac¨®n militar norte americano situado en las afueras y caus¨® un m¨ªnimo de 12 muertos, el mayor n¨²mero de v¨ªctimas registradas hasta ahora entre las tropas estadounidenses. A la hora de cerrar esta edici¨®n, un portavoz oficial anunci¨® que otros 25 soldados hab¨ªan resultado heridos y 40 se consideraban desaparecidos.
Antes del impacto del Scud, el portavoz militar norteamericano, general Richard Neal, apenas pudo ocultar su optimismo por la marcha de las operaciones en su habitual conferencia de prensa. Neal manflest¨® que las fuerzas de la coalici¨®n "s¨®lo encontraban resistencia entre ligera y moderada" y que los objetivos de los dos primeros d¨ªas no s¨®lo se hab¨ªan alcanzado "sino que se hab¨ªan sobrepasado". "Continuamos atacando y estamos teniendo un ¨¦xito tremendo", dijo el general de marines, que, con sobriedad militar, no suele prodigar los adjetivos en sus intervenciones ante la prensa.
El mismo hecho de que el Pent¨¢gono decidiera reanudar las conferencias de prensa diarias, rompiendo el estricto silencio informativo impuesto en el mismo momento que se lanz¨® la ofensiva terrestre, parec¨ªa conf irmar la veracidad de los ¨¦xitos iniciales de las fuerzas de la coalici¨®n.
La mayor preocupaci¨®n de las autoridades civiles y militares norteamericanas era impedir que se apoderara repentinamente del pa¨ªs una ola de eurofia y triunfalismo sobre la marcha de las operaciones, que se volviera como un boomerang contra la Casa Blanca en el caso de futuros contratiempos militares.
Las noticias optimistas sobre la marcha de las operaciones en el frente fueron confirmadas por el propio presidente Bush, en unas palabras dirigidas ayer a un grupo de l¨ªderes negros, en las que, al mismo tiempo, advirti¨® que era necesario "no dejarse llevar por la euforia".
"Despu¨¦s de recibir los ¨²ltimos informes (sobre la guerra), me alegra poder informar de que las fuerzas de la coalici¨®n siguen avanzando, que las tropas iraqu¨ªes se rinden en n¨²mero considerable y que, afortunadamente, nuestras bajas son escasas", dijo Bush. "Venceremos y Kuwait ser¨¢ pronto libre", subray¨®.
Prisioneros
El general Neal anunci¨® en Riad que el n¨²mero de prisioneros en manos norteamericanas al final del segundo d¨ªa de operaciones terrestres ascend¨ªa a m¨¢s de 20.000. Posteriormente, el Pent¨¢gono elev¨® el n¨²mero a 25.000. El n¨²mero de tanques capturados y destruidos, seg¨²n el portavoz militar de la Operaci¨®n Tormenta del Desierto, era de 270, entre ellos 35 T-72 de fabricaci¨®n sovi¨¦tica, el mejor tanque en manos de los iraqu¨ªes. Las bajas sufr¨ªdas por las fuerzas norteamericanas en las ¨²ltimas 48 horas -sin contar los muertos causados por el Scud- alcanzaban oficialmente la escasa cifra de cuatro muertos y 21 heridos.
Neal no dio ning¨²n detalle sobre la localizaci¨®n espec¨ªfica de las operaciones y se neg¨® a facilitar informaci¨®n sobre la situaci¨®n en la ciudad de Kuwait. "Estamos avanzando en direcci¨®n a la ciudad de Kuwait", fue la lac¨®nica frase de Neal.
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