Un Shakespeare libre y divertido

Un juego: Shakespeare invent¨® un juego epital¨¢mico, y esta compa?¨ªa ambulante aumenta, con todos los recursos teatrales inventados desde entonces, y los bien inventados por ellos. Respeta textos, pero corta y a?ade ("Remember Stanislawski: improvise", dice un personaje a otro), sobre todo gesticula, salta, baila, canta a su manera, con una peque?a m¨²sica cuya base principal es la percusi¨®n que ejecuta el actor que hace Puck: el duendecillo que, aqu¨ª, no habla mas que con onomatopeyas. Esta actuaci¨®n est¨¢ destinada a p¨²blico poco acostumbrado al teatro y es, nos dicen -y lo vemos- tributar¨ªa del circo -mucho- y del carnaval. Tambi¨¦n parece poco confiada en el conocimiento de la lengua inglesa por su p¨²blico, y hace un esfuerzo -se agradece- por decantar la pronunciaci¨®n. Son excelentes actores, m¨²sicos, mimos; algo acr¨®batas. Se dirigen a s¨ª mismos, que es lo mejor que puede hacer una compa?¨ªa de buenos profesionales: cada uno aguza su papel, o sus escenas, ante los dem¨¢s. Los espectadores lo pasaron bien en esta primera funci¨®n del Festival Internacional de Teatro. Rieron mucho: y sus aplausos fueron largos.