Debate en Canad¨¢
El editorial Quebec de nuevo, aparecido en EL PA?S el pasado 11 de febrero, motiva mi carta, en la cual deseo aclarar posibles malentendidos sobre el actual debate constitucional que se est¨¢ desarrollando en Canad¨¢ y sobre las perspectivas pol¨ªticas y econ¨®micas de mi pa¨ªs.En este momento se est¨¢ celebrando en Canad¨¢ un intenso debate sobre temas fundamentales relacionados con nuestro modelo de pa¨ªs y el reparto de poderes entre el Gobierno central y los Gobiernos de las provincias, incluyendo el de Quebec. Las cuestiones en juego datan del tiempo de la Confederaci¨®n del Canad¨¢ (1867) y han sido tema constante en la historia de nuestro pa¨ªs. Como indic¨® el primer ministro Mulroney, el 14 de febrero del presente a?o, en la ciudad de Quebec: "En el curso de nuestra historia como canadienses, en varias ocasiones hemos tenido que hallar f¨®rmulas honrosas de compromiso destinadas a mejorar un sistema, federal abierto y din¨¢mico a pesar de sus imperfecciones y proteger lo que ya hemos conseguido juntos. Eso es lo que tenemos que hacer ahora".
Canad¨¢ ha sido una naci¨®n muy afortunada. Tiene una s¨®lida tradici¨®n de respeto por los derechos humanos, la libertad de expresi¨®n, la solidaridad y la armon¨ªa social, y el individuo tiene el derecho de satisfacer sus necesidades b¨¢sicas. Lo que es m¨¢s, a pesar de estar relativamente poco poblada, ocupa el octavo lugar mundial por su econom¨ªa y los canadienses disfrutan de una renta per c¨¢pita que la sit¨²a en segundo lugar entre los 24 pa¨ªses de la OCDE, al igual que de un amplio sistema de beneficios sociales, que se pueden comparar, a su favor, con los de los pa¨ªses de la CE.
Hay un amplio n¨²mero de iniciativas tanto del Gobierno federal como de los Gobiernos de las provincias que se est¨¢n considerando y debatiendo en todo el pa¨ªs. Como canadienses, confiamos que se encuentre una soluci¨®n justa y democr¨¢tica para nuestras dificultades, como se hizo en el pasado. "Generaciones sucesivas de canadienses han conseguido construir un pa¨ªs abierto, democr¨¢tico, pac¨ªfico y muy pr¨®spero", dijo el primer ministro Mulroney en Buckingham, Quebec, el 16 de diciembre de 1990. "No debernos tener miedo a hacer los cambios que sean necesarios para mejorar y modernizar nuestro pa¨ªs, pero tenemos que tener un gran respeto por la herencia que nos dejaron nuestros antepasados", concluy¨®.
Es verdad que Canad¨¢ est¨¢ experimentando en la actualidad una desaceleraci¨®n econ¨®mica que est¨¢ ligada a una baja c¨ªclica producida en buen n¨²mero de pa¨ªses occidentales, incluido Estados Unidos de Am¨¦rica. La actual recesi¨®n en Estados Unidos ha tenido su impacto en Canad¨¢, puesto que un 74% de nuestras exportaciones van hacia este pa¨ªs (las exportaciones Canad¨¢-EE UU representan el 16% del PIB). Sin embargo, en este momento no hay una incidencia tan seria en Canad¨¢ como durante la recesi¨®n de 1981-1982.
Al igual que Espa?a, Canad¨¢ est¨¢ contemplando su pol¨ªtica nacional y su competitividad bas¨¢ndose en las tendencias internacionales hacia la globalizaci¨®n y la interdependencia. En contra de la afirmaci¨®n de que la actual situaci¨®n econ¨®mica en Canad¨¢ ha sido causada en gran medida por el Acuerdo de Libre Cambio Canad¨¢-EE UU (ALC), se puede decir que este acuerdo proporciona un impulso importante a las empresas canadienses para superar la desaceleraci¨®n econ¨®mica alent¨¢ndolas hacia estrategias m¨¢s competitivas orientadas al exterior. Es bien sabido que Quebec apoya firmemente el ALC dada la orientaci¨®n competitiva del acuerdo y porque proporciona acceso seguro a importantes mercados de EE UU para sus exportadores.
Las negociaciones trilaterales entre Canad¨¢, Estados Unidos de Am¨¦rica y M¨¦xico -que, de hecho, acaban de iniciarse- est¨¢n enfocadas a la consecuci¨®n de un acuerdo de libre comercio en toda Norteam¨¦rica. Este tipo de acuerdo se basar¨ªa en el ALC entre Canad¨¢ y EE UU, promoviendo un crecimiento econ¨®mico sostenido gracias a la expansi¨®n del comercio y a la inversi¨®n en un mercado que contar¨ªa con m¨¢s de 360 millones de consumidores y seis trillones de d¨®lares estadounidenses de rendimiento. Espa?a comprender¨¢ los beneficios que se pueden derivar de este tipo de cooperaci¨®n econ¨®mica a la luz de su propia experiencia y del esfuerzo que supone la integraci¨®n econ¨®mica europea.
Resumiendo, las perspectivas econ¨®micas de Canad¨¢ son buenas. Canad¨¢ ha alcanzado el segundo lugar en crecimiento entre los pa¨ªses de la OCDE en los ¨²ltimos cinco a?os, y el mayor aumento de empleo. Al hablar de la capacidad de Canad¨¢ para hacer frente a su deuda, hay que tener en cuenta tanto su actuaci¨®n en el pasado como el potencial de crecimiento de su econom¨ªa. El debate sobre la unidad canadien se incluye claramente factores econ¨®micos, pero la piedra angular de la econom¨ªa de Canad¨¢ seguir¨¢ intacta.- embajadora de Canad¨¢.
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