Artapalo, un jefe solitario

Dos escuetas palabras "no coment" (sin comentarios) fueron pronunciadas por Roger Bosl¨¦, coordinador de la pol¨ªtica antiterrorista en el suroeste franc¨¦s, en relaci¨®n con la b¨²squeda del n¨²mero uno de ETA, Francisco M¨²jlka Garmendia, Artapalo.La detenci¨®n de Baldo y posteriormente la de Carmen Guisasola, a quien se preparaba para su ascenso, le llev¨® a Josu Mondrag¨®n, hombre de confianza de Javier Zabaleta El¨®segui, Baldo, a ocupar el puesto de n¨²mero dos de ETA. No ha sido su brillantez en materia militar o su capacidad operativa lo que le aup¨® al frente del aparato militar etarra, sino la urgente necesidad de ir rellenando los huecos que dejaban, por su arresto, los segundones de ETA.

El primer relevo importante en la organizaci¨®n terrorista se produjo a partir de 1965 con la detenci¨®n y condena de los hist¨®ricos l¨ªderes etarras Domingo Iturbe Ab¨¢solo, Juan Lorenzo Lasa Mltxelena, T.vikierdi, o Isidro Garalde, Mamarru.

Las sucesivas ca¨ªdas de comandos etarras en Espa?a, as¨ª como las detenciones en Franela de quienes desempe?aban tareas de responsabilidad cerca de Artapalo, han permitido que el cerco en torno al m¨¢ximo dirigente etarra se vaya cerrando con m¨¢s rapidez.

Las dificultades, seg¨²n expertos antiterroristas, para su localizaci¨®n no son pocas. Se sabe que Artapalo conoce bien los m¨¦todos de clandestinidad, desde la ¨¦poca en que formaba parte de los comandos Berezis de ETA, y ello imposibilita a la polic¨ªa tener da tos sobre ¨¦l desde hace a?os.

Miguel Zarrabe Elkoroibide fue seguido por polic¨ªas franceses durante meses, lo mismo que Baldo o Josu Mondrag¨®n. Pero no se constat¨® que se entrevistasen con el m¨¢ximo dirigente de ETA. La detenci¨®n de Artapalo, ¨²nico superviviente de una generaci¨®n de hist¨®ricos y duros, podr¨ªa significar un importante cambio en la organizaci¨®n etarra.