Cooperaci¨®n mejorable
EL ENCUENTRO en Par¨ªs de los m¨¢ximos responsables de Interior de Espa?a y Francia ha coincidido con la detenci¨®n en suelo franc¨¦s de cinco importantes activistas de ETA, uno de los cuales, Jos¨¦ Arkautz Arana, alias Josu Mondrag¨®n, es considerado por los servicios policiales franceses y espa?oles como el actual n¨²mero dos de la organizacion terrorista y corresponsable, con el n¨²mero uno, Francisco M¨²gica Garmendia, Artapalo, de su aparato militar. Uno y otro hecho muestran que la colaboraci¨®n antiterrorista entre Francia y Espa?a, aunque "mejorable" -como gusta de subrayar el ministro espa?ol de Interior, Jos¨¦ Luis Corcuera-, funciona eficazmente.El nuevo golpe de la polic¨ªa francesa a la c¨²pula de ETA se produce cuando, una vez m¨¢s, asoman s¨ªntomas de disgregaci¨®n en la banda terrorista y se tornan veros¨ªmiles los diagn¨®sticos sobre la crisis interna incubada en Herri Batasuna (HB). El creciente aislamiento social de ETA y el retraimiento observable en la iniciativa pol¨ªtica de HB -su marcha atr¨¢s en el rechazo frontal a la autov¨ªa de Leizar¨¢n ser¨ªa un signo de impotencia ante la firme unanimidad mostrada en el asunto por el conjunto de las fuerzas democr¨¢ticas- dejan ver con mayor nitidez a qu¨¦ se reduce, en definitiva, la pol¨ªtica que practica la banda terrorista: la violencia ciega y la muerte !in raz¨®n y sin sentido. Sucesos como los del pasado domingo en San Sebasti¨¢n, en el que la explosi¨®n de un coche bomba al paso de un veh¨ªculo con cuatro guardias civiles en su interior caus¨® la muerte de uno de ellos y dej¨® gravemente herido a un ni?o de 12 a?os, entre otros, confirman hasta qu¨¦ punto el v¨¦rtigo de la muerte se ha erigido en la ¨²nica raz¨®n de existir de la banda terrorista.
La reuni¨®n en Par¨ªs de Corcuera con su colega franc¨¦s de Interior forma parte de un ritual acorde con la normalizaci¨®n de las relaciones hispano-francesas en general y de la colaboraci¨®n antiterrorista en particular. Sin embargo, en esta ocasi¨®n, el encuentro ten¨ªa un aspecto novedoso: ser el primero que se produc¨ªa con el nuevo responsable franc¨¦s de Interior, Philippe Marchand, nombrado en sustituci¨®n de Pierre Joxe tras el paso de ¨¦ste al Ministerio de Defensa a causa de la dimisi¨®n de su anterior titular, Jean-Pierre Chev¨¦nement. Lo que no es nuevo es la detenci¨®n de miembros de la c¨²pula de ETA por la polic¨ªa francesa: en los ¨²ltimos siete a?os, al menos ocho activistas de este rango han sido capturados en Francia. Pero precisamente la no excepcionalidad de este tipo de hechos y su integraci¨®n en las pautas normales de cooperaci¨®n entre dos pa¨ªses vecinos son las pruebas m¨¢s palpables del cambio cualitativo, y no s¨®lo cuantitativo, conseguido en la colaboraci¨®n hispano-francesa contra el terrorismo de ETA.
Sin duda, este terreno es propicio para la impaciencia o las quejas mutuas. Es cierto que la colaboraci¨®n francesa sigue siendo, si no el ¨²nico, s¨ª el pilar fundamental de cualquier estrategia antiterrorista. De ah¨ª la insatisfacci¨®n apenas contenida que siempre se ha observado del lado espa?ol, por m¨¢s positiva que haya sido la evoluci¨®n alcanzada en este terreno por parte francesa. Una evoluci¨®n que no ha conseguido frenar la falta de reciprocidad por parte espa?ola en casos como los GAL y la extradici¨®n no atendida de Mendaille. La consideraci¨®n delictiva de ETA como asociaci¨®n de malhechores, la negativa a conceder a sus miembros el estatuto de refugiado pol¨ªtico y la desaparici¨®n de impedimentos de tipo legal a su posible extradici¨®n han pasado a ser elementos b¨¢sicos de la actitud francesa frente a la banda terrorista.
En el terreno de la colaboraci¨®n antiterrorista entre Estados democr¨¢ticos, el respeto a los principios de legalidad y de reciprocidad, el reconocimiento de las garant¨ªas procesales y el papel independiente de los tribunales de justicia son condici¨®n imprescindible para la eficacia duradera. Es en este marco donde deben profundizarse a¨²n m¨¢s las relaciones entre ambos pa¨ªses.
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