Impaciente Africa

?frica que r¨ªe, ?frica que llora. En Benin, un antiguo general golpista se inclina ante el veredicto de las urnas y deja la escena tras 17 a?os de una desastrosa dictadura militar-marxista. En Mal¨ª, otro general-presidente, aferrado a su trono, intenta ahogar en sangre la revuelta de la calle, antes de ser derribado por sus oficiales rebeldes. (...) Adem¨¢s del contraste que les opone, estos dos pa¨ªses del ?frica franc¨®fona est¨¢n unidos por una impaciencia mayor, la de la libertad, concedida en uno y reprimida en otro. (...) Empobrecida por los desbarajustes de un socialismo tropical tan perentorio como inompetente, devastada por los estragos de una corrupci¨®n floreciente, cansada de la extravagancia de los cultos a la personalidad, harta de los esl¨®ganes vac¨ªos y de los dogmas prestados, ?frica se reconcilia con su tiempo, haciendo suya -por fin- la gran idea democr¨¢tica, regenerada ahora por las antiguas naciones de Europa central. Lo hace a su ritmo, al capricho de los humores de los reyezuelos y de los tiranos que la gobiernan. De ah¨ª la imagen un poco confusa de un Africa de dos velocidades, en la que el cambio se opera m¨¢s o menos r¨¢pidamente, seg¨²n la naturaleza de los reg¨ªmenes y de sus gobernantes.Lo que importa es el sentido general de la evoluci¨®n que est¨¢ teniendo lugar, esperanzadora para la libertad de los pueblos. Porque la democracia es contagiosa, y muchos ya la han atrapado. (...)

27 de marzo