Imponer el euskera a la mayor¨ªa

S¨®lo desde el prisma nacionalista radical vasco (todos los nacionalistas vascos son radicales) se puede contemplar como normal que, teniendo una lengua que habla el 100%, se quiera imponer otra que la posee desde la cuna no m¨¢s del 5%. Pero el 60,01% (no el 70% que dice esa carta en el peri¨®dico del pasado d¨ªa 23 de marzo) vota nacionalista y acepta lo que sus jefes quieran imponer, y eso a pesar de que muy pocos de esos votantes saben euskera ni lo quieran aprender (a prop¨®sito de esto, ?por qu¨¦ los nacionalistas no exigen tambi¨¦n que sus votantes sepan euskera para poder votarles?).Que hay discriminaci¨®n ling¨¹¨ªstica en esta autonom¨ªa es verdad, y la hay por pretender elevar al nivel de la actual lengua com¨²n la que es minoritaria. ?Cu¨¢l es el fin ¨²ltimo que se persigue? Sencillamente, ah¨ª est¨¢n esos municipios vascos que ya han declarado el euskera la ¨²nica lengua oficial en el ¨¢rea de sus demarcaciones (Nab¨¢rniz, Guizaburuaga, Gatica, M¨²jica, Munitibar, Aulestia, Echevarr¨ªa, Dima y Ond¨¢rroa -escribo los nombres en ortograf¨ªa castellana, porque esta carta va en castellano-) para atestiguar lo que se pretende: cambiar de lengua (euskaldunizar lo llaman; su meta est¨¢ fijada -y lo han dicho muchas veces- en relegar al castellano a un segundo puesto. Ya est¨¢, de hecho, relegado a segunda lengua en los impresos, r¨®tulos, etc¨¦tera).