Estupro

Vamos a contarlo otra vez: un ginec¨®logo llamado S¨¢enz de Santamar¨ªa ha ingresado en prisi¨®n por practicar un aborto a una ni?a de 14 a?os que ven¨ªa siendo violada desde los ocho por su t¨ªo. Parece que tenemos una ley minusv¨¢lida que despenaliza el aborto en caso de violaci¨®n. Pero ahora resulta que lo que padeci¨® la ni?a durante esos seis a?os de horror no fue una violaci¨®n continuada, sino un estupro repetido. Eso dice la ley. Por lo visto, la distancia entre una violaci¨®n y un estupro est¨¢ marcada por el grado de resistencia de la v¨ªctima. O sea, que la ni?a no se defendi¨® como deb¨ªa de aquel adulto de 50 a?os que la amenazaba de muerte si contaba a alguien lo que estaba pasando.Ahora la Fiscal¨ªa de M¨¢laga se niega a redactar un informe favorable al indulto para este ginec¨®logo que piensa que el cuerpo de una, mujer es algo m¨¢s que un mero receptor de la violencia del macho. Ignoro si el Gobierno necesita de ese informe para indultarle; en cualquier caso, la discusi¨®n sobre estos temas de burocracia legal no sirve m¨¢s que para encubrir el horror que late en el fondo del asunto. Desde los 8 a los 14 a?os esta ni?a fue relegada a la categor¨ªa de cosa, de objeto, de asunto sexual, por un hombre que dispon¨ªa de ella como otros disponen de una mu?eca hinchable. ?Tendremos que explicar al Gobierno, ¨²ltimo responsable de que Germ¨¢n S¨¢enz de Santamar¨ªa contin¨²e en la c¨¢rcel, la diferencia entre un peluche y un ser humano? Parece que s¨ª; a juzgar por este y y otros acontecimientos recientes, parece que s¨ª.

No nos interesan las discusiones entre Leopoldo Torres y la Fiscal¨ªa de M¨¢laga: s¨®lo sirven para que nos habituemos al horror. Llevan 10 a?os gobernando, 10; hagan leyes inteligentes, aplicables, e indulten a ese hombre antes de que lo estupren en la c¨¢rcel.