lvic rompe el ritmo de despidos de Gil
Tomislav Ivic, de 57 a?os, est¨¢ a punto de marcar un hito en el Atl¨¦tico de Madrid de la era Gil. Desde que el dirigente soriano lleg¨® a la presidencia del club, hace tres temporadas, un total de nueve entrenadores han desfilado por el conjunto rojiblanco. Todos con una duraci¨®n ef¨ªmera. El que m¨¢s aguant¨® fue el primero, C¨¦sar Luis Menotti, que se mantuvo al frente del equipo durante 29 jornadas. Ma?ana, en el encuentro que el Atl¨¦tico disputar¨¢ frente al Castell¨®n en el Vicente Calder¨®n, Ivic igualar¨¢ esta marca. Pero su continuidad est¨¢ garantizada por mucho m¨¢s tiempo.
El presidente del Atl¨¦tico le ha prometido ya su renovaci¨®n."Pese a las bajas el equipo funcion¨® exactamente igual de bien. Habr¨¢ que descubr¨ªrse ante lvic". Estas palabras de Jes¨²s Gil al t¨¦rmino del encuentre contra el Barcelona demuestran lo satisfecho que est¨¢ con su t¨¦cnico. Sin embargo, los elogios de Gil no son s¨ªntoma de tranquilidad, porque a las primeras de cambio transforma su admiraci¨®n en odio y pone en funcionamiento su m¨¢quina de destituciones. El t¨¦cnico tambi¨¦n ha soportado la presi¨®n de Gil. Ahora saborea el ¨¦xito, pero estuvo varias veces al borde del despido.Indemne
Su desconocimiento de las caracter¨ªsticas de la plantilla le peri-niti¨® salir indemne de la mala racha de juego y resultados del equipo en los inicios de la Liga. El sacrificado entonces fue el brasile?o Baltazar. A lvic le lleg¨® la primera reprimenda de G-11 el pasado 21 de octubre, despu¨¦s de empatar en el Vicente Calder¨®n ante el Burgos en un partido en el que lleg¨® a colocar al l¨ªbero Juanito como delantero centro. Losjugadores le crit¨ªcaron abiertamente y Gil le pidi¨® explicaciones. lvic super¨® el primer arrebato del presiderite razonando que no cometi¨® ning¨²n error t¨¢ctico. El presidente le prolong¨® su conf¨ªanza una jornada m¨¢s. Los rojiblancos derrotaron al imparable Barcelona por 2-1 e Ivie se mantuvo en el puesto.
Un mes despu¨¦s, el 25 de noviembre, el Atl¨¦tico perdi¨® en Mallorca por un gol a cero y la continuidad del t¨¦cnico vo¨ªvi¨® a cuestionarse. Las diferencias entre el t¨¦cnico y la plantilla eran cada vez m¨¢s pronunciadas. Gil llam¨® al orden a ambas partes, exigiendo menes conservadurismo t¨¢ctico al uno y m¨¢s entrega a los otros. La respuesta fue un contundente 4-0 con nueve hombres ante el Zaragoza que devolvi¨® la calma.
Sin embargo, Gil declar¨® que intentar¨ªa participa directamente en las alineaciones. Dio igual, Tornislav lvic impuso su criterio en todo momento pese a las indicaciones t¨¢cticas de Gil. Las victorias fuera de casa ante C¨¢diz, Logro?¨¦s y Real Madrid dejaron al presidente sin recursos y conserv¨® el puesto pese a su desobediencia.
Un empate ante el colista Betis el 1 de febrero volvi¨® a desatar la iras de Gil. El presidente amenaz¨® a lvic con el despido si continuaba con sus t¨¢cticas conservadoras: "S¨ª no entiende lo que le digo le devuelvo a Yugoslavia", af¨ªrm¨®. Pero los jugadores salieron en defensa de su t¨¦cnico y super¨® su ¨²ltima prueba de fuego.
Un comportamiento aut¨®mata
Tomislav Ivic es un personaje peculiar, especialmente gesticulante y habitualmente simpl¨¢tico. Las conferencia de prensa a las que se somete despu¨¦s de cada entrenamiento responden a un prototipo casi identico. Las inicia con bromas, saludando a los informadores con alguna que otra palmadita en el trasero, escondiendo la grabadora de alg¨²n despistado o asustando a los c¨¢maras de televisi¨®n con un amago de expulsi¨®n. El contenido de su alocuci¨®n var¨ªa algo en su conjunto, pero poco en el vocabulario. "Un partido agon¨ªstico y pericoloso" responde cuando analiza un encuentro; "han conseguido ya el automatismo", cuando define a su plantilla; y "s¨ª tu quieres, s¨ª", cuando contesta a alg¨²n informador sobre la posible alineaci¨®n de alg¨²n jugador en concreto, que casi nunca se produce finalmente.La conclusi¨®n tambi¨¦n es siempre la misma. Alguien le hace una pregunta complicada y el entrenador se irrita. Discute con el implicado durante un par de minutos, con el tono de voz cada vez m¨¢s elevado, y al final opta por marcharse. "No se enfade, mister , le dicen algunos. Entonces Tomislav Ivic da una palimadita al protagonista de su enfado y se marcha nuevamente con la sonrisa dibujada en su rostro como casi siempre.
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