La CE y Jap¨®n preparan una declaraci¨®n conjunta para estrechar lazos comerciales

La Comunidad Europea ha elaborado un proyecto de declaraci¨®n conjunta para estrechar la cooperaci¨®n pol¨ªtica y las relaciones comerciales con Jap¨®n. Los ministros de Exteriores de los Doce discutir¨¢n hoy en Luxemburgo este esquema de acuerdo bilateral, similar al suscrito por la CE el pasado mes de noviembre con Estados Unidos y Canada. El acuerdo est¨¢ pendiente de un compromiso en los dos grandes problemas que enfrentan a las dos partes: el freno a la invasi¨®n nipona de autom¨®viles y el control de las exportaciones de electr¨®nica. El d¨¦ficit electr¨®nico europeo se ha multiplicado por dos en tres a?os.

El objetivo de la Comisi¨®n Europea es contar con una base s¨®lida de acuerdo con motivo del viaje que el presidente Jacques Delors realizar¨¢ el pr¨®ximo mes a Jap¨®n, el primero desde 1986. La Dec¨ª,araci¨®n conjunta responde a una petici¨®n japonesa formulada en diciembre, deseoso el primer ministro Toshiki Kaifu de disponer de un cuadro similar de relaciones con la CE al que cuentan Estados Unidos y Canada. La debilidad de la coyuntura econ¨®mica norteamericana ha convencido a los japoneses de la necesidad de acelerar el camino para sus, inversiones en Europa.Las negociaciones de los dos ¨²ltimos a?os, enfocadas hasta ahora a resolver los conflictos comerciales, se han enfrentado al fuerte desequilibrio existente entre las dos partes. Aunque- los 12 pa¨ªses de la CE han aumentado desde 1982 sus exportaciones a Jap¨®n en un 20%, la desigualdad se, manifiesta porque el d¨¦ficit de Europa, contin¨²a creciendo. Mientras la CE dirige hacia Jap¨®n el 5% de sus ventas, los productos japoneses copan el 10,4% de las importaciones comunitarias.

Otra muestra del proteccionismo que denuncia Europa es el hecho de que las inversiones niponas en los Doce son 15 veces superiores a las comunitarias en Jap¨®n, cuyo mercado contin¨²a cerrado para el calzado, art¨ªculos de cuero y alimentos Iransformados. Las inversiones japonesas en la CE han pasado de 1.500 millones de d¨®lares en 1985 a m¨¢s de 10.000 millones actualmente y s¨®lo en 1989 experimentaron un salto del 70%. Los empresarlos japoneses piensari que s¨®lo ellos pueden dar el dinamismo a la industria del que carece Europa.

Puntos de fricci¨®n

Los dos puntos principale1s de fricci¨®n son los autom¨®viles y la electr¨®nica. La tasa de penetraci¨®n japonesa es de algo m¨¢s del 10% del total de las ventas de coches en la Comunidad. En el resto de pa¨ªses europeos la cuota de mercado supera el 25%. La Comisi¨®n Europea ultima una propuesta de limitar la invasi¨®n nipona a un 15% de las ventas totales en torno al a?o 1998, sabedora de que a partir de 1993 las cuotas a la importaci¨®n vigentes en algunos pa¨ªses, entre ellos, Espa?a, quedar¨¢n sin efecto.

Los fabricantes de la Comunidad piden una mayor defensa, conscientes de las enormes inversiones tecnol¨®gicas y la fus16n de empresas que tendr¨¢n que afrontar para situarse al nivel de la rentabilidad japonesa.

En cuanto a la electr¨®nica el panorama es a¨²n m¨¢s oscuro, y mientras el d¨¦ficit comercial de estos productos era de 14.500 millones de ECU (1,88 billones de pesetas) hace tres a?os, actualmente supera el doble de esa cifra. Mientras tanto, el super¨¢vit japon¨¦s ha pasado de 50.000 a 70.000 millones de ECU (de 6,5 a 9,1 billones de pesetas).La Declaraci¨®ri conjunta, que ha sido m¨¢s perseguida por los japoneses en los ¨²ltimos compases de las negociaciones, intenta establecer un cuadro de relaciones en el que la cooperaci¨®n queda subrayada por la defensa compartida de los mismos valores pol¨ªticos y econ¨®micos. La cooperaci¨®n en el desarrollo de la URSS y los pa¨ªses del Este cobra plaza de privilegio. Ambas partes, adem¨¢s, est¨¢n dispuestas a actuar en favor de la liberalizaci¨®n comercial en el seno del GATT y a revisar peri¨®dicamente las trabas bilaterales aduaneras.