Un hombre estrangula a su mujer y alquila un taxi para llevar el cad¨¢ver hasta un pueblo de Segovia
Frutos Bernardos Ar¨¦valo, de 26 a?os, estrangul¨® presuntamente a su esposa, Elisa Cordoncillo Navarro, de 24 a?os, en su casa de la calle de Tablada, en el barrio de Tetu¨¢n. Tras pasar toda la noche con el cad¨¢ver, alquil¨® un taxi para trasladar el cuerpo dentro de un armarlo escobero hasta Nava de la Asunci¨®n (Segovia). Despu¨¦s de ocultar el cad¨¢ver en un pajar, el supuesto homicida huy¨® llevando a su ni?a, Ana, que el pr¨®ximo viernes cumplir¨¢ dos a?os de edad, sin que hasta ahora haya ninguna pista sobre su paradero.La Guardia Civil est¨¢ tras el rastro del esposo de la v¨ªcuma, que fue visto por ¨²ltima vez por unos vecinos de Nava de la Asunci¨®n que el pasado domingo lo recogieron a ¨¦l y a su hija Ana en Santiuste de San Juan Bautista (Segovia) y los trasladaron hasta Olmedo (Valladolid), seg¨²n informa Aurelio Mart¨ªn. Familiares de la fallecida Elisa Cordoncillo manifestaron anoche que los encargados de la investigaci¨®n sospechan que Frutos Bernardos sac¨® un billete de tren en la estaci¨®n de Olmedo y regres¨® a Madrid.
Juan Garc¨ªa. padrastro de la joven asesinada, declar¨® ayer que entre ¨¦sta y su marido comenzaron a surgir fuertes desavenencias conyugales hace aproximadamente un a?o. Hermanos de la v¨ªctima a?adieron que estos problemas se deb¨ªan a que Frutos, que hasta hace 20 d¨ªas trabaj¨® como motorista mensajero, es "un jugador empedernido, que estaba endeudado hasta el cuello".
Los hermanos y el padrastro de Elisa Cordoncillo temen que el presunto parricida pueda reaccionar agresivamente contra su hija, si se siente acorralado.
Huida en un taxi
El supuesto parricida traslad¨® el cad¨¢ver oculto en un armario
La madre de Frutos telefone¨® a unos vecinos del pueblo y, les pidi¨® que fueran a avisar a su hijo. As¨ª se enter¨® ¨¦ste de que estaba siendo buscado y que la familia de su esposa hab¨ªa interpuesto una denuncia.Siete familiares partieron inmediatamente hacia Nava de la Asunci¨®n en dos coches. El primero en llegar fue el padre del presunto parricida, quien entr¨® en su casa y descubri¨® en un pajar el cad¨¢ver de su nuera, dentro del escobero, oculto por una lona y unos tablones. "Cuando llegu¨¦ al pueblo", recuerda el padrastro de Elisa, "vi un ,gran alboroto en la calle. Entr¨¦ en la casa y me encontr¨¦ a Elisa muerta dentro de aquel caj¨®n ...No ten¨ªa heridas, s¨®lo un hilillo de sangre que le salla de la boca...".
Elisa Cordoncillo, que tiempo atr¨¢s hab¨ªa trabajado en una f¨¢brica de bolsos, se cas¨® hace algo m¨¢s de dos a?os. Es posible que en los ¨²ltimos meses nubiera amenazado a su marido con abandonarle, dada su desmedida adicci¨®n al juego de cartas, en lo que "se gastaba mucho dinero".
La joven asesinada era la segunda de una familia compuesta por tres hermanas y un hermano. Su padre, que era empleado de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid, falleci¨® cuando Elisa era todav¨ªa una ni?a.
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