Polic¨ªas y jueces

TERM?METRO DE tantas cosas, las investigaciones relacionadas con el caso Guerra han puesto a prueba tambi¨¦n el actual modelo de polic¨ªa judicial. El cruce de acusaciones de injerencia en los ¨¢mbitos respectivos intercambiado entre jueces y polic¨ªas relacionados con el caso estuvo a punto de degenerar en un conflicto institucional. Ello parece haberse evitado esta vez, tras la intervenci¨®n de dos ministros y el presidente del Poder Judicial; pero el asunto ha servido para poner de manifiesto las deficiencias de que adolece el actual estatuto de la Polic¨ªa Judicial.En este asunto, la Comisi¨®n Nacional de Polic¨ªa Judicial ha dado la raz¨®n al jefe superior de polic¨ªa de Sevilla frente a la Junta de Jueces sevillanos. Al expedientar a dos de los funcionarios policiales adscritos al juzgado que investiga el caso, actu¨®, sin duda, en el marco de sus competencias. Pero la cuesti¨®n es si actu¨® prudentemente y si no debi¨® congelar o posponer a otro momento su decisi¨®n para evitar sospechas de posible injerencia en un asunto ya de por s¨ª enrarecido y en el que las suspicacias est¨¢n a flor de piel.

Te¨®ricamente, la creaci¨®n de unidades de Polic¨ªa Judicial y su doble dependencia -org¨¢nica y disciplinaria de sus mandos naturales y funcional respecto de los jueces a cuyas ¨®rdenes investigan- supone un avance en relaci¨®n con el car¨¢cter policial que tradicionalmente se atribu¨ªa a todas las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Tal atribuci¨®n gen¨¦rica implicaba de hecho someter la acci¨®n investigadora de los jueces a la buena disposici¨®n o a los criterios oportunistas del mando jer¨¢rquico policial o de sus responsables pol¨ªticos. Pero, en la pr¨¢ctica, muchos de los inconvenientes y de las contradicciones inherentes al anterior sistema siguen aflorando en el actual.

Las fuertes competencias que la l¨ªnea de mando -y a trav¨¦s de ella el Ministerio del Interior- sigue teniendo sobre las unidades de Polic¨ªa Judicial pueden condicionar gravemente su autonom¨ªa funcional al servicio de jueces y fiscales en la averiguaci¨®n del delito. Esta situaci¨®n es campo abonado para la sospecha. ?C¨®mo evitarla cuando el mando jer¨¢rquico est¨¢ facultado para requerir informaci¨®n precisa de cuanto se investiga en el ¨¢mbito sumarial exclusivo del juez? Y, sobre todo, ?c¨®mo evitarla cuando el mando jer¨¢rquico puede sancionar, incluso con la suspensi¨®n de sus funciones, al funcionario policial en el curso de la investigaci¨®n que tiene encomendada?

La exclusividad plena y la inamovilidad de los integrantes de la Polic¨ªa Judicial deber¨ªan ser requisitos indispensables para que una funci¨®n tan trascendente como es la investigaci¨®n del delito se efect¨²e en cualquier supuesto sin intromisiones interesadas y con garant¨ªas de eficacia ante posibles presiones. La independencia del juez es pura entelequia si no tiene autonom¨ªa investigadora y carece de los medios y del personal competente para llevar a cabo su funci¨®n.