La cr¨ªtica vapulea a Borg tras su retorno a las pistas
Europa entera, a trav¨¦s de la prensa, reconoci¨® como un fracaso el retorno de Bjorn Borg a la competici¨®n tras ocho temporadas; de inactividad. La penosa exhibici¨®n del envejecido, a sus 34 a?os, tenista sueco ante Jordi Arrese en el Open de Montecarlo fue destacada con un sentimiento de tristeza y decepci¨®n. Mientras tanto, su esposa, la cantante iltaliana Loredana Bert¨¦, intent¨® suicidarse ayer con una sobredosis de barbit¨²ricos y est¨¢ hospitalizada en Mil¨¢n.
Dos son las principales conclusiones extra¨ªdas por los especialistas. Por un lado, que nueve meses de intensa preparaci¨®n no han devuelto a Borg la competitividad que exige el circuito profesional. Por otro, que su desfasada raqueta ni siquiera le sirve como amuleto.Del minucioso examen t¨¦cnico del partido entre Borg y Arrese se desprenden dos conclusiones inapelables: el espa?ol no actu¨® a su nivel y el sueco se mostr¨® como un jugador mediocre. Borg totaliz¨® 31 faltas directas y cuatro dobles faltas y perdi¨® su saque seis veces de ocho posibles acumulando un 62% de aciertos en los primeros servicios y un 55% en los segundos. A su favor, bien poco: apenas ocho puntos ganados de 106 disputados, incluyendo una pelota dudosa que Arrese, gentilmente, le concedi¨®. Con estas cifras, el hecho de situarse entre los 100 primeros de la clasificaci¨®n de la ATP ser¨ªa toda una haza?a.
Arrese tampoco se mostr¨® corno un virtuoso, lo que deval¨²a m¨¢s si cabe a su rival: 52% de aciertos en el primer servicio, cinco dobles faltas, 13 puntos ganados y 25 faltas directas. El catal¨¢n sum¨® seis rupturas por s¨®lo tres el n¨®rdico.
Falto de reflejos, lento en sus desplazamientos y sin ambici¨®n, Borg uni¨® a todas sus carencias un empecinamiento il¨®gico en conservar su vieja raqueta de madera de 420 gramos de peso. Por dimensiones, material y dise?o, la herramienta de Borg le coloca en inferioridad de condiciones ante sus adversarios. No es ¨¦sta una cuesti¨®n menor. Los nuevos productos, como el grafito, ofrecen mayor ligereza y consistencia, adem¨¢s de absorber mejor las vibraciones que los golpes continuos producen en el brazo del tenista. Adem¨¢s, se trata de formas aerodin¨¢micas que reducen el esfuerzo al facilitar el desplazamiento del instrumento en el espacio. La consecuencia es s¨®lo una: con un mismo golpe, con un mismo movimiento y con un desarrollo de fuerza igual, la bola corre el doble con una raqueta actual que con la de Borg.
Pese a ello, ¨¦ste encarg¨® a un fabricante brit¨¢nico copiar sus antiguas Donnay, que Ja no se hacen, a cambio de una importante suma de dinero. Le s primeros modelos no fueron del agrado del sueco, que lim¨® personalmente las diferencias hasta encontrar la herramienta deseada. Ni siquiera los 40 kilos de tensi¨®n que Borg siempre dispone en su cordaje, algo inusual, solventan las m¨²ltiples deficiencias del artilugio. Nadie duda en este aspecto. A sus 34 a?os, Borg deber¨¢ adaptarse a otro tipo de utensilio si pretende miaatenerse con un m¨ªnimo de dignidad en el circuito.
Recortes
"El fantasma estaba polvoriento", titul¨® ayer con grandes caracteres el diario deporti l¨ªo franc¨¦s L'Equipe, precisarriente el que con m¨¢s mimo y declicaci¨®n ha tratado el retorno del tenista. "Borg no protagoniz¨® un regreso explosivo. Batido en dos peque?os sets por Arrese, el sueco se mostr¨® cansino y muy lejos de su mejor nivel", sentenci¨® Philippe Bouin.Los peri¨®dicos italianos optaron por una l¨ªnea m¨¢s inelemente. "?Pobre Borg, qu¨¦ tristeza! ?Por qu¨¦ lo has hecho?", destac¨® en su portada La Gazzeta dello Sport. En sus p¨¢ginas interiores, a?adi¨®: "Borg, s¨®lo te queda el nombre. Lento y sin potencia, bast¨® con Arrese para eliminarlo". "Borg, derrotado por los a?os", titul¨® con igual tristeza Glanni Clerici, prestigioso articulista, en las p¨¢ginas de La Repubblica, en las que destac¨® que "ocho a?os son demasiados y se mov¨ªa [el sueco] sin elegancia". El Corriere dello Sport goIpe¨® sin paliativos: "?Pobre Borg, qu¨¦ imagen en su retornol: humillado por Arrese".
[PP] M¨¢s informaci¨®n en la p¨¢gina 68
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