La ni?a asesinada en Huelva muri¨® de un golpe a las pocas horas de salir de su casa

El sepelio de la ni?a onubense Ana Mar¨ªa Jerez Cano, de nueve a?os, se convirti¨® ayer en una extraordinaria manifestaci¨®n de solidaridad. Miles de onubenses, con indignaci¨®n contenida, acompa?aron el f¨¦retro de la peque?a, cuyo cuerpo fue hallado el viernes, decapitado, en el r¨ªo Tinto, a Cuatro kil¨®metros de Huelva, tras 69 d¨ªas de b¨²squeda infructuosa. Fuentes pr¨®ximas a la investigaci¨®n declararon a Efe que la ni?a fue asesinada entre las 24 y las 48 horas despu¨¦s de su desaparici¨®n. La gobernadora civil de Huelva, Violeta Alejandre, dijo ayer que la muerte se debi¨® probablemente a un golpe.Las prueba tomadas en la autopsia, concluida a las dos de la madrugada, se remitieron ayer a Madrid, Y el resultado de la misma no se conocer¨¢ en varios d¨ªas, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la investigaci¨®n. S¨®lo entonces se desvelar¨¢n todas las inc¨®gnitas que rodean el suceso: las causas y el momento aproximado de la muerte de Ana Mar¨ªa, que desapareci¨® el 16 de febrero cuando iba a casa de una amiga.

El cuerpo pudo ser identificado por un anillo y algunos harapos que conservaba encima. La Polic¨ªa evit¨® a los familiares de la peque?a "el tr¨¢mite de la identificaci¨®n. No ha sido necesario, pues hubiese significado un momento terrible para cualquiera, dado el p¨¦simo estado del cuerpo", seg¨²n fuentes policiales.

Huelva vivi¨® ayer un d¨ªa oscuro. Una jornada en la que la tristeza lo domin¨® todo. El velatorio de Ana Mar¨ªa fue una sucesi¨®n de escenas de dolor contenido. Pero la indignaci¨®n de algunos ciudadanos se desbord¨® en las proximidades del cementerio onubense de La Soledad. "Que entreguen al asesino de Ana Mar¨ªa al pueblo de Huelva, a los que son padres y madres. Ellos sabr¨¢n qu¨¦ hacer con ¨¦l", gritaba entre sollozos una mujer.

El Ayuntamiento de Huelva declar¨® ayer jornada de luto y todas las banderas de la ciudad ondearon a media asta.

El obispo de Huelva, Rafael Gonz¨¢lez Moralejo, presidi¨® la misa previa al entierro. "Su deseo consiste en estar con los padres de Ana Mar¨ªa en estos momentos terribles", asegur¨¦, el capell¨¢n del cementerio de Huelva, Teodoro Bernal.

El f¨¦retro fue trasladado hasta el nicho a hombros del padre de la ni?a, Jos¨¦ Mar¨ªa Jerez, un funcionario del juzgado de la localidad onubense de La Palma del Condado, que durante estos d¨ªas ha dado muestras de una integridad extraordinaria. La madre, Adoraci¨®n Cano, lloraba y repet¨ªa: "Mi ni?a, mi peque?a, me la han quitado".