El super¨¢vit del turismo en Espa?a ha ca¨ªdo 284.000 millones en s¨®lo dos a?os

El super¨¢vit del turismo, que ha sido tradicionalmente uno de los elementos equilibradores de la econom¨ªa espa?ola, ha descendido en 284.000 millones en los dos ¨²ltimos a?os, con lo que se ha situado en 1,39 billones de pesetas, por debajo del registrado en 1986. Adem¨¢s de la ca¨ªda de los ingresos, tambi¨¦n ha influido el aumento de los gastos de los espa?oles en el extranjero, que han aumentado en un 50% entre 1988 y 1990, situ¨¢ndose en 429.000 millones de pesetas.

Fuentes de la Secretar¨ªa de Estado de Comercio han calificado de "preocupante" la evoluci¨®n del sector. El deterioro del turismo ha influido negativamente en el aumento del d¨¦ficit de la balanza por cuenta corriente (que mide el saldo de los intercambios comerciales, de los servicios y de las transferencias), que en 1990 ha alcanzado m¨¢s del 3% del Producto Interior Bruto (PIB). El super¨¢vit tur¨ªstico baj¨® en 168.000 millones de pesetas en 1990, lo que representa el 75% del incremento en el d¨¦ficit corriente, que fue de 224.000 millones de pesetas. Esta tendencia sigue durante lo que llevamos de este a?o, ya que el saldo neto del turismo cay¨® un 12% en febrero, situ¨¢ndose en 11.100 millones de pesetas.Desde los a?os 60, el turismo hab¨ªa sido el elemento equilibrador de la balanza por cuenta corriente, compensando el d¨¦ficit comercial. Sin embargo, el estallido de la crisis tur¨ªstica en verano de 1989 ha provocado un punto de inflexi¨®n en los resultados del sector exterior: el turismo ha empezado a perder peso y a ser sustituido por la entrada de capitales, que llegan atra¨ªdos por los atractivos y elevados tipos de inter¨¦s.

Los ingresos por turismo en pesetas aumentaron ininterrumpidamente hasta 1988, en que se situaron en 1,94 billones. A partir de ese momento, empez¨® la ca¨ªda, primero a 1,92 billones en 1989 y a 1,82 billones en 1990 -con un descenso del 5,4%. Las depreciaci¨®n del d¨®lar, sin embargo, ha propiciado un incremento de los ingresos en la divisa norteamericana, que alcanzaron los 18.000 millones en 1990.

Seg¨²n fuentes de la Secretar¨ªa de Estado de Comercio, el aumento de ingresos en d¨®lares no sirve para paliar los problemas del sector tur¨ªstico, ya que las empresas y la econom¨ªa espa?ola cobran en pesetas. Adem¨¢s, el d¨®lar es un valor que apenas interviene en las transacciones tur¨ªsticas, que se efect¨²an mayoritariamente en monedas europeas. En caso extremo, esta teor¨ªa comienza a quebrarse gracias a la recuperaci¨®n del billete verde durante las ¨²ltimas semanas.

El deterioro de la balanza tur¨ªstica ha venido propiciado por la excepcional fortaleza de la peseta y por el diferencial de inflaci¨®n respecto a otros pa¨ªses europeos, que ha restado competitividad a Espa?a.

Estos indicadores macroecon¨®micos no son la ¨²nica causa de la crisis, pero han contribuido a poner de manifiesto los problemas de fondo del sector tur¨ªstico espa?ol: escasa calidad de la oferta, exceso de camas, infraestructuras deficientes, y problemas urban¨ªsticos y medioambientales.

Para enfrentarse a ellos, las administraciones p¨²blicas, los empresarios y los sindicatos van a elaborar un Plan Integral del Turismo.

Riesgo de 'italianizaci¨®n'

Paralelamente, la demanda tur¨ªstica ha aumentado y variado de signo. Espa?a ha dejado de ser un pa¨ªs casi puramente receptor para cobrar fuerza tambi¨¦n como un emisor de turistas.Los gastos en turismo se han duplicado en los ¨²ltimos cinco anos, pasando de 210.000 millones de pesetas en 1986 a 429.000 millones el a?o pasado. En 1984, en lo peor de la crisis econ¨®mica, los gastos por turismo representaron solamente el 10,8% de los ingresos. En 1990, han pasado a representar el 23,6%.

Fuentes del sector han advertido sobre la posibilidad de que Espa?a sufra un proceso de italianizaci¨®n, es decir, que acabe siendo un pa¨ªs menos receptor que emisor, como ya ha ocurrido en Italia en los ¨²ltimos veinte a?os.

Este fen¨®meno es paralelo al aumento de compras de bienes de consumo, que ha disparado notablemente el d¨¦ficit comercial. Los viajes al extranjero son un bien que los espa?oles, con un nivel de vida cada vez m¨¢s alto y con una peseta m¨¢s competitiva, quieren disfrutar con m¨¢s asiduidad. Seg¨²n fuentes del sector, el nivel del turismo emisor "es un indicador de la prosperidad del pa¨ªs".