El Madrid acaba con el Bar?a en tres minutos
El Real Madrid disfrut¨® de su segunda sesi¨®n de ¨¢rnica azulgrana en el estadio Bernab¨¦u. La primera fue en la final de la Supercopa, un 4-1, y la segunda anoche, con una sencilla victoria ante un Barcelona que se dej¨® en el Camp Nou gran parte de su arsenal. No est¨¢ el Bar?a como para arriesgar en los amistosos cuando tiene dos meses por delante en los que puede conseguir un triplete: Liga, Recopa y Copa. Y el Madrid, que ven¨ªa de festejar al mediod¨ªa la boda del defensa Solana, se encontr¨® con un apetitoso pastel de boda en forma de defensa azulgrana tan vulnerable que en poco menos de 180 segundos encaj¨® tres goles.El Madrid, necesitado de una reconciliaci¨®n con su castigada afici¨®n, se tom¨® en serio el partido. Hubo detalles, adem¨¢s, que reafirman el cambio psicol¨®gico de este equipo en las ¨²ltimas semanas. Por ejemplo, ha disminuido la distancia entre las l¨ªneas, lo que provoca un mayor robo de bal¨®n y un mejor apoyo colectivo. Radomir Antic ha impuesto cierta l¨®gica, de la que el Madrid carec¨ªa desde hace mucho tiempo. Maqueda es mejor central que centrocampista, y Hierro, con un disparo tremendo con ambas piernas, es mucho m¨¢s peligroso al poder llegar m¨¢s veces cerca del ¨¢rea contraria.
Los cambios en la defensa azulgrana fueron excesivos, y eso le cost¨® la derrota. Julio Alberto, que jugaba su primer partido este a?o, carec¨ªa de ritmo y de visi¨®n de juego. Serna y Nando no tienen recursos para resistir un contraataque si no les acompa?a la serenidad y la colocaci¨®n de Koeman, o, en su defecto, Alexanco. Rexach vio enseguida el problema, y baj¨® a L¨®pez Rekarte a la defensa. Pero los tres goles ya se hab¨ªan producido mientras el ayer t¨¦cnico azulgrana [Cruyff se qued¨® en Barcelona] hac¨ªa llegar sus instrucciones.
El Bar?a no demostr¨® ano che ninguna capacidad de reacci¨®n. Claro que le faltaba su columna vertebral [Koeman, Bakero y Stoichkov]. La ¨²nica respuesta fue un golpe de genio de Goikoetxea, que marc¨® un gol desde un ¨¢ngulo imposible.
As¨ª las cosas, los espectadores aprovecharon para descubrir a Milla, que a¨²n no hab¨ªa debutado en el Bernab¨¦u, y al argentino Esnaider. Milla, aunque falto de ritmo, se desenvolvi¨® como es propio en ¨¦l: sin aspavientos, con modestia, trabajando para el equipo. Distribuy¨® juego con pases cortos y, en un par de ocasiones, lanz¨® balones largos a Michel. El Madrid ha estado buscando toda la temporada un jugador as¨ª. Esnaider intent¨® enlazar algunas paredes, y siempre estuvo en la zona de remate, pero no mostr¨® nada que justificase el inter¨¦s del Milan, los elogios argentinos, o el fichaje del Madrid.
Curiosamente, son dos viejos conocidos los que m¨¢s est¨¢n aprovechando la nueva etapa de serenidad que ha llegado al Madrid. Hagi, menos limitado en sus movimientos, comienza a mostrar esas virtudes que ten¨ªa antes de caer en la mediocridad general de esta temporada. Y Hierro se ha convertido en un descubrimiento ofensivo en una faceta poco utilizada en el f¨²tbol espa?ol: el zapatazo desde fuera del ¨¢rea. Ayer lanz¨® un bal¨®n tremendo (m. 64) que hizo temblar el poste y que sali¨® rebotado hasta el lateral.
Pero todo eso, para el Barcelona, ser¨¢ hoy solamente una an¨¦cdota. En el Camp Nou tienen retos m¨¢s complicados como para obsesionarse con sus mediocres partidos en el Bernab¨¦u. No pasar¨¢ lo mismo en el Madrid, donde las sesiones de autoconfianza son ahora mejor recibidas que nunca.
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