Industria fijar¨¢ un canon en la tarifa el¨¦ctrica para amortizar las nucleares que se cierren
El Ministerio de Industria y las compa?¨ªas el¨¦ctricas iniciar¨¢n, en breve plazo, las negociaciones para discutir el cierre y la amortizaci¨®n de las centrales, nucleares que estaban en moratoria y que puedan quedar definitivamente clausuradas. El objetivo es conseguir que esta amortizaci¨®n quede reflejada en la tarifa el¨¦ctrica mediante la instauraci¨®n de un canon similar al que actualmente se destina a sufragar los activos en moratoria, que se cifra en el 3,54%, y al que vendr¨ªa a sustituir. Otro punto fundamental de las negociaciones es el plazo que se fijar¨¢ para realizar la amortizaci¨®n de las centrales.
A pesar de que el titular de Industria, Claudio Aranzadi, evit¨® detallar si el futuro (le los cinco grupos nucleares sobre los que se decret¨® la moratoria en 1984 (Valdecaballeros 1 y 2, Lem¨®niz 1 y 2 y Trillo 2) pasa por mantener la moratoria o por el cierre definitivo de las instalaciones, lo m¨¢s seguro es que se deje que las compa?¨ªas propietarias puedan negociar el cierre o dejarlas en moratoria hasta nuevas revisiones de equipamiento el¨¦ctrico. Las compa?¨ªas propietarias (Iberduero, por Lem¨®niz, Hidrola y Sevillana por Valdecaballeros y Uni¨®n Fenosa y Endesa por Trillo 2) se han mostrado partidarias, en sus primeras impresiones, de negociar el cierre.Existen grandes diferencias tanto en las cifras que manejan las empresas y la Administraci¨®n como en el periodo de amortizaci¨®n de los activos. Fuentes de las empresas implicadas han manifestado que preferir¨ªan que se hiciese en un periodo corto.
Sin embargo, las propias empresas van a tener que rectificar los argumentos que esgrimieron al respecto el pasado 20 de febrero dentro de la Propuesta conjunto, para la reordenaci¨®n del sector el¨¦ctrico que firmaron cinco compa?¨ªas privadas (Iberduero, Hidrola, Uni¨®n Fenosa, Sevillana e Hidrocant¨¢brico). La propuesta dec¨ªa que "si el Gobierno decide cancelar alguna de las centrales en moratoria debe quedar garantizada la recuperaci¨®n de la deuda existente y el tratamiento econ¨®mico no debe ser m¨¢s favorable que el aplicado a las centrales que han entrado en explotaci¨®n".
Plazo de amortizaci¨®n
Ahora la propuesta se ha vuelto en contra, ya que, seg¨²n la normativa vigente, una central en explotaci¨®n se amortiza en 25 a?os y no en ocho como hab¨ªa propuesto la propia Iberduero antes de alcanzarse el acuerdo conjunto. En cualquier caso, el plazo tendr¨¢ que ser determinado en las negociaciones entre las compa?¨ªas e Industria, que, adem¨¢s, contemplan la reordenaci¨®n del sector, en la que ya Iberduero e Hidrola han acordado fusionarse.
Precisamente, a la hora de fijar el nuevo canon, el plazo se puede convertir en una cuesti¨®n fundamental. El nuevo porcentaje, aplicado en la tarifa el¨¦ctrica, seg¨²n las fuentes consultadas, no se diferenciar¨ªa demasiado del 3,54% que existe actualmente para sufragar la moratoria nuclear, que quedar¨ªa suprimido siempre que se determinara la clausura definitiva de alguna de las centrales. El actual canon supone 40 c¨¦ntimos por kilovatio/ hora consumido en la tarifa que pagan los consumidores. En 1990, se destin¨® a la moratoria m¨¢s de 45.000 millones de pesetas.
El principal problema en las discusiones se va a centrar en ponerse de acuerdo en la cantidad que se debe cubrir. Las empresas dicen que el agujero ronda los 825.000 millones de pesetas, que es la cifra que reflejan sus libros. La cifra que maneja la Administraci¨®n, no obstante, es de 650.000 millones (300.000 por Valdecaballeros y Lem¨®niz y 50.000 por Trillo 2).
Esta diferencia proviene, b¨¢sicamente, de que la Administraci¨®n contempla la inversi¨®n material y los intereses, mientras las empresas a?aden las diferencias de valoraci¨®n y otros conceptos. En ese sentido, seg¨²n los datos de las propias empresas, la ¨²nica que ha llevado a cabo un saneamiento y equiparaci¨®n en la valoraci¨®n ha sido Iberduero, por lo que la deuda de Lem¨®niz est¨¢ m¨¢s ajustada que el resto de las centrales. Para calcular la deuda, hay que partir de los 415.000 millones reconocidos en 1984, cuando se determin¨® la moratoria nuclear, a partir de las auditor¨ªas realizadas por la firma Arthur Andersen.
Intereses e inversiones
Para cubrir esa cantidad se aplic¨® el mencionado canon (al principio fue de 3,96%); pero con ¨¦l no pod¨ªa cubrir la bola de nieve que supon¨ªan los intereses e inversiones (en algunos casos ha habido desinversiones) que se han hecho en las centrales nucleares para su mantenimiento, por lo que pasaban a engrosar la deuda. Seg¨²n esos criterios, en estos momentos se estima que ha aumentado hasta los mencionados 650.000 millones.
Por otro lado, la decisi¨®n adoptada por el Gobierno supone un coste menor que el que hubiera significado la apertura de nuevas centrales nucleares, seg¨²n explic¨® el ministro el pasado martes. De cualquier forma, ese menor impacto puede verse compensado con el sobrecoste que puede suponer en la tarifa un canon mayor que el existente para la moratoria nuclear.
El propio ministro subray¨® que hay que estar preparado para contar con reactores nucleares de seguridad pasiva. Con ello dej¨® claro que la decisi¨®n no responde tanto a posiciones antinucleares como a razones de coste.
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