Juan Guerra reh¨²sa declarar ante el juez por desacuerdo con la instrucci¨®n del caso
La negativa de Juan Guerra a responder a los cargos que tras a?o y de caso y 14 meses de diligencias se le imputan ha coincidido con la admisi¨®n a tr¨¢mite por el Tribunal Constitucional de dos recursos de amparo en los que su abogado denuncia la existencia de un procedimiento inquisitivo, reclama un juez procesalmente imparcial y pide la nulidad del proceso.
La decisi¨®n de Juan Guerra de no declarar no result¨® una sorpresa para el magistrado, que la calific¨® como "normal, en este tipo de situaciones". Si lo fue sin embargo, la actitud mostrada por Guerra en su comparecencia y, la estrategia defensiva planteada por su abogado, Antonio Mates. El letrado aleccion¨® a su cliente para quae no s¨®lo rehusase a declarar sino para que plantease una situaci¨®n inc¨®moda al propio magistrado durante la comparecencia y pusiera de manfiesto sus tesis de que el proceso est¨¢ llev¨¢ndose con irregularidades.
Menos de 60 minutos
Durante los poco menos de 60 minutos que dur¨® la presencia de Juan Guerra en el juzgado los hechos se sucedieron de la siguiente forma: 9.45. Guerra y Mates, llegan al juzgado, tras ellos el resto de abogados defensores, acusadores y los dos fiscales. 10.15. Comienza la comparecencia en el despacho del juez, una habitaci¨®n de unos 25 metros cuadrados donde se introducen 16 personas.
Angel M¨¢rquez inicia el interrogatorio y pregunta a Juan Guerra por una serie de ingresos relacionados con sus declaraciones de renta. Juan Guerra responde que no piensa declarar, acogi¨¦ndose a sus derechos constitucionales. El, juez le pregunta entonces si se ratifica en la declaraci¨®n prestada ante ¨¦l 8 de junio de 1990. Guerra responde: "No porque la hice como testigo y bajo juramento".
Esta respuesta de Juan Guerra provoca un momento (..le confusi¨®n al juez que decide suspender durante 15 minutos la comparecencia y pide a sus auxiliares que le traigan la citada declaraci¨®n. En las actuaciones se constata que en la citada declaraci¨®n Guerra es informado de las imputaciones que se le hacen y de sus derechos constitucionales, pero. posteriormente, la auxiliar del juzgado que recoge sus manifestaciones utiliza un impreso de declaraci¨®n de testigos, en lugar de hacerlo en uno de imputados, y en ese impreso se expresa que declara bajo juramento.
A las 11.00 horas se reanuda la comparecencia. M¨¢rquez vuelve a preguntar que si se mantiene en su decisi¨®n de no declarar, a lo que Juan Guerra contesta afirmativamente. El juez pregunta entonces: ?Yo le tom¨¦ juramento en la anterior declaraci¨®n? Juan Guerra contesta excuetamente: "En la hoja u oficio que firm¨¦ pone que declar¨¦ bajo juramento y como testigo". M¨¢rquez decide entonces dar paso al fiscal, Alfredo Flores, quien pregunta s¨ª ratifica su declaraci¨®n ante la fiscal¨ªa del 31 de marzo de 1990. Guerra tambi¨¦n se niega.
La comparecencia finaliza a las 11.12 horas, en medio de la indignaci¨®n de los abogados de las acusaciones de Izquierda Unida (IU) y el Partido Andalucista (PA). El abogado de IU. Manuel Fern¨¢ndez del Pozo. afirm¨® al t¨¦rmino de la comparecencia: "Hay que alabar la exquisita prudencia del Juez M¨¢rquez ante la actitud de don Juan Guerra en el d¨ªa de hoy. Ojal¨¢ que ¨¦ste cort¨¦s trato judicial se extienda a todos los imputados de ¨¦ste pa¨ªs".
Fuentes pr¨®ximas al caso han se?alado que las respuestas de Juan Guerra dejaron en evidencia al juez M¨¢rquez, al que veladamente se le atribu¨ªa con ellas un delito de prevaricaci¨®n o bien de falsedad de documento, por la toma de declaraci¨®n a un imputado como testigo y por hacer constar en la misma que tom¨® juramento, cuando realmente no lo hizo. Por su parte el JUU M¨¢rquez se?al¨® que todo lo sucedido tiene una relativa importancia. y asegur¨® que el proceso seguir¨¢ "normalmente". El magistrado dijo que terminar¨¢ en breve plazo algunas diligencias y que llamar¨¢ nuevamente a declarar a Juan Guerra.
Por su parte, Antonio Mates critic¨® durametite la noticia difundida el jueves sobre la posibilidad de que el juez decretase ayer la prisi¨®n para Guerra. "La noticia era falsa y carente de fundamento", dijo Mates, "ha causado un da?o irreparable y la crueldad para Juan Guerra y su familia, que incluso provoc¨® que anoche preparara sus cosas y se despidiera de sus hijos".
Las filtraciones del asistente
Juan Guerra compareci¨® ayer ante los periodistas. A pesar de que ¨¦l y su abogado han denunciado reiteradarnente las filtraciones del caso a la prensa, ayer, fue ¨¦l el filtrador. Guerra dijo estar "bastante satisfecho" poe la admisi¨®n a tr¨¢mite de los recursos de amparo ante el Constitucional. "No significa una victoria, ni que haya que lanzar las campanas al aire", dijo, pero si supone un empuje moral muy importante".
Guerra utiliz¨® un tono ir¨®nico con los informadores. "De ¨¢nimo estoy mejor de lo que muchos piensan, aunque tampoco voy a decir que estoy cercano a la felicidad" o "malvivo", fueron sus respuestas sobre su situaci¨®n personal, que apostill¨® con otra frase dirigida al abogado del Partido Andalucista, Emilio Lechuga: "Eso pregunt¨¢rselo a lLechuga que est¨¢ mucho m¨¢s enterado de mi vida que yo".
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