El 'decreto Boyer' tiene sus peores efectos en las grandes ciudades
La historia del alquiler en Espa?a tuvo un punto de inflexi¨®n en mayo de 1985. En esa fecha, el entonces ministro de Econom¨ªa, Miguel Boyer, hizo p¨²blico un real decreto en el que, entre otras medidas de ordenaci¨®n econ¨®mica, anulaba la pr¨®rroga forzosa y permit¨ªa fijar la duraci¨®n de los contratos de alquiler.Boyer pretend¨ªa con esta medida que se alquilasen los miles de viviendas desocupadas, flexibilizando as¨ª el mercado. Consideraba que los propietarios no alquilaban por temor a quedar encadenados a un contrato indefinido que en la. pr¨¢ctica significaba la p¨¦rdida de la vivienda.
El Decreto Boyer ha quedado marcado con el transcurrir de los a?os con el estigma de ser el desencadenante del espectacular incremento experimentado por los precios de los alquileres.
A pesar de ello, el veredicto de los an¨¢lisis estad¨ªsticos no es tan cruel con la medida del ex ministro. Seg¨²n los datos de la encuesta INE-MOPU:
-La renta media de los contratos suscritos despu¨¦s de 1985 (un total de 137.862), con gastos incluidos, es de 11.173 pesetas.
-S¨®lo el 50,3% de los propietarios que alquilaron pisos a partir de 1985 fijaron un plazo de Finalizaci¨®n. De ellos, el 1,5% lo fueron por menos de seis meses; el 63,5% por un periodo de seis meses a un a?o; y el 35% restante, por m¨¢s de un a?o.
-La mayor parte de los contratos temporales se detectan en las grandes ciudades, especialmente en Madrid (un 77,8%) y Barcelona (un 57,1%). Esto explica, adem¨¢s, que sea en este tipo de ciudades donde se haya concentrado el boom de los precios de los alquileres.
Sea como fuere, la reforma del alquiler protagonizada por Boyer parece tener los d¨ªas contados. El ministro de Obras P¨²blicas, Jos¨¦ Borrell, ya ha anunciado que la va a modificar. Estos cambios se van a traducir en la fijaci¨®n de un periodo m¨ªnimo para los contratos de alquiler, que quedar¨¢ fijado en dos o tres a?os. Esta medida ser¨¢ acompa?ada por una actualizaci¨®n autom¨¢tica de las rentas seg¨²n la inflaci¨®n.
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