Los serbios rechazan la bandera croata en las ciudades donde, son mayor¨ªa
HERMANN TERTSCH ENVIADO ESPECIAL, "Esa bandera no se izar¨¢ nunca en este pueblo. Lo evitaremos por todos los medios". Esta frase, en referencia a la hist¨®rica bandera croata, es una de las primeras que reciben a los visitantes en los pueblos de mayor¨ªa serbia en Croacia. A todos ellos, incluso a los que no viv¨ªan entonces, les recuerda a?os terribles de la guerra en que, bajo esta ense?a, los ustachas (fascistas) croatas asesinaron a decenas de miles de serbios de toda edad y condici¨®n.
En los pueblos de Vrginmost y en Glina, la poblaci¨®n arranc¨® esta bandera nada m¨¢s ser izada por las autoridades electas de la rep¨²blica, que la hab¨ªan declarado de nuevo ense?a nacional croata tras 40 a?os de prohibici¨®n. El Gobierno de Zagreb no se atreve a imponerla para evitar disturbios.
A centenares de kil¨®metros de all¨ª, las autoridades croatas no pueden siquiera aparecer por Borovo Selo, un pueblo en su territorio ayer rodeado por varias decenas de carros de combate del Ej¨¦rcito y en cuyo interior circulan sin problemas decenas de j¨®venes serbios armados. Son los responsables de la muerte de 12 polic¨ªas croatas.
Fuera del, pueblo, cruzados los controles del Ej¨¦rcito, desplegado como colch¨®n para evitar enfrentamientos armados entre serbios y croatas, se divisan los primeros controles de la polic¨ªa especial croata, que registra los autom¨®viles en busca de armas y no parece fiarse de las inspecciones del Ej¨¦rcito. "Todos han comprado armas y todos saben utilizarlas", dice una joven periodista de Radio Belgrado que no oculta su total militancia con la causa de los rebeldes de este pueblo. "Lo demostraron cuando aquellos polic¨ªas vinieron aqu¨ª a matar a serbios".
Contradicci¨®n
Niega ver una contradicci¨®n en el hecho de que llegue a un pueblo un centenar de polic¨ªas armados "para matar a civiles" y el balance sea de un solo civil serbio y 12 polic¨ªas muertos, seg¨²n el informe oficial. "Les dispararon desde todas las casas cercanas a la plaza. Murieron muchos m¨¢s, algunos cuerpos est¨¢n a¨²n tirados en el campo, pero los croatas no se atreven a venir a buscarlos".
Tambi¨¦n niegan los habitantes de Borovo Selo haber mutilado, degollado y sacado los ojos con objetos punzantes a algunos de los j¨®venes polic¨ªas de Zagreb. Todos est¨¢n convencidos de que han sido mutilados por los propios croatas para mostrar despu¨¦s sus im¨¢genes por televisi¨®n.
?stas han causado un inmenso impacto entre la poblaci¨®n croata. Si el miedo s¨®lo era utilizado hasta ahora por los serbios como motivo de su continuo rearme, ahora ya es patrimonio com¨²n. Los croatas de Vukovar, a cuatro kil¨®metros de Borovo, temen al terror chetnik ya tanto como la minor¨ªa serbia al terror ustacha. Los croatas no se f¨ªan tampoco del Ej¨¦rcito, que consideran un instrumento de opresi¨®n serbia. Las columnas de tanquetas que, con la bandera yugoslava, cruzaban los pueblos serbios de Croacia ayer en su despliegue de fuerzas por las regiones conflictivas, eran recibidas con se?ales de victoria.
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