"La vida es viento y espiral"

Pregunta. ?Cu¨¢l es hoy su concepto del artista?Respuesta. Lo define Beuys: cualquier hombre es un artista. Para m¨ª, el concepto artista lo asumo como un clich¨¦: yo soy un artista dentro de un entorno determinado, pero todo estaba previsto. La posibilidad de la comunicaci¨®n ha cambiado todo en el arte: ha creado un nuevo modo de entender y un nuevo modo de estar ante la realidad. Lo que es evidente es que todo eso ha de influir en la concepci¨®n del artista. Dej¨® de ser importante el esteta reducido en su mundo: me empieza a interesar m¨¢s el hombre de la reflexi¨®n, integrado en la vida, con una gran procacidad en cuanto a su quehacer: ha dejado la torre de marfil y se ha puesto en la realidad como un protagonista, no como un espectador.

P. ?C¨®mo han influido en usted las restantes formas del arte y del pensamiento?

R. Yo nunca tuve fronteras: leer ha sido una de mis misiones, tener informaci¨®n adecuada ha sido un objetivo y mantener la conciencia social que fue emblema de mi ¨¦poca sigue siendo un prop¨®sito. Con esos materiales se ha fabricado una personalidad que ha huido de la especializaci¨®n para acercarse a lo que yo siempre he cre¨ªdo que ha de ser el hombre nuevo: un ser interesado por todas las cosas.

P. Su generaci¨®n -la generaci¨®n de Millares, de Torner, de Z¨®bel- actuaba en grupos, y usted mismo est¨¢ en la foto fundacional de El Paso, a pesar de ser todo ellos individualidades muy definidas. ?C¨®mo pudieron desprenderse de aquella individualidad para estar juntos?

R. En un mundo como aquel en el que viv¨ªamos ten¨ªamos que defendernos: la falta de eco de todo lo que dec¨ªamos hizo que nos busc¨¢semos y nos complement¨¢semos unos hombres con los otros para construir una personalidad m¨¢s consolidada. Yo creo que el grupo El Paso fue un momento coyuntural de la vida espa?ola: la tierra bald¨ªa, el mill¨®n de muertos, la desolaci¨®n, la represi¨®n. Y de pronto surge un grupo de gente diciendo cosas distintas, construyendo un mundo nuevo, manteniendo una tesis. ?sa fue la virtualidad del grupo, y por eso fue eficaz y su acci¨®n perdura.

P. Usted ha mantenido un largo silencio como artista en Espa?a, volcado en la promoci¨®n de cultura. ?Qu¨¦ ha sacado usted en claro de esta experiencia?

R. Llegu¨¦ a ese mundo por casualidad. Mi integraci¨®n en la gesti¨®n cultural fue apasionada y racional, y de ella he sacado en claro, por un lado, un enriquecimiento que me ha hecho crecer en una dimensi¨®n inesperada para m¨ª y, por otro, me he dado cuenta de que en este pa¨ªs hay una carencia fundamental: la de instituciones altamente profesionalizadas que gestionen la cultura de acuerdo con el nuevo concepto de lo contempor¨¢neo.

P. ?Y c¨®mo le ha afectado a usted el silencio como artista?

R. Ha sido saludable: son momentos de reflexi¨®n importantes. No estuve inactivo: segu¨ª trabajando, con otro ritmo y con otras pretensiones, y me parece que eso signific¨® una maduraci¨®n de ese hombre nuevo por el que yo estoy apostando. Exist¨ªa un cierto cansancio de moverme en los circuitos como un artista a la usanza cl¨¢sica, un hombre que hac¨ªa exposiciones peri¨®dicas, que viv¨ªa lujosamente por la capacidad de ocio que ten¨ªa. Pero ten¨ªa una gran insatisfacci¨®n. Haberme acercado m¨¢s a la realidad me ha llevado a una premonici¨®n que yo ten¨ªa con respecto a cu¨¢l deb¨ªa ser el hombre nuevo en detrimento del hombre artista. Ese silencio me ha hecho otro, y me ha dado una gran tranquilidad.

P. ?C¨®mo surgi¨® en usted la necesidad de esculpir?

R. Yo creo que esculp¨ªa desde siempre. De j¨®venes, Manolo Millares y yo pens¨¢bamos que ¨¦ramos artistas y nos hab¨ªamos dividido el mundo: ¨¦l era el pintor y yo era el escultor. Yo creo que ten¨ªa dentro ese sentido de lo t¨¢ctil, de lo corp¨®reo.

P. El viento y la espiral son s¨ªmbolos de toda su obra, como se ve en la exposici¨®n que presenta ahora. ?C¨®mo llega a esa met¨¢fora?

R. Un tema que siempre me atrajo de los guanches abor¨ªgenes de mi tierra fue el dibujo circular, la espiral. Un d¨ªa supe, que el viento se mov¨ªa en espiral y que el germen de la vida est¨¢ en una peque?a semilla que tambi¨¦n se desarrolla en espiral. La vida es viento y espiral: ¨¦se podr¨ªa ser el emblema de mi escultura.

Sentido moderno

P. ?Qu¨¦ escultores hay en su memoria?

R. Donatello, sobre todo: la fuerza, la austeridad. Leger. Miguel ?ngel. ?Moore? Por conocimiento: yo prefiero una m¨¢scara africana.

P. ?Y qu¨¦ ha aportado al s¨ªmbolo general de la escultura la escultura espa?ola contempor¨¢nea?

R. Desarroll¨® lo que ten¨ªa previsto Julio Gonz¨¢lez: todos tenemos ese punto de partida. Menos Oteiza, que ya era europeo. Y creo que lo que aportamos es la puesta en marcha de la escultura en su sentido moderno, en el mundo de la abstracci¨®n. Chillida aporta una gran dram¨¢tica. La m¨ªa es una escultura m¨¢s metida en una contradicci¨®n: m¨¢s pol¨¦mica, menos cl¨¢sica.

P. ?Qu¨¦ vamos a ver en estos tres meses de exposici¨®n antol¨®gica?

R. El resultado de un riesgo, en el que me sit¨²o a la hora de crear: desde la belleza establecida no se hace belleza, y yo trato de llegar a ella. La exposici¨®n entera es una escultura, una sola escultura que se envuelve y se desenvuelve. Y fundamentalmente lo que hay es una reflexi¨®n sobre el origen, las ra¨ªces propias.