Picasso, Mir¨®, Calder, Gonz¨¢lez...

"El peque?o pabell¨®n espa?ol result¨® un restallante cartel publicitario", se?ala Josefina Alix. "Lo primero que llamaba la atenci¨®n", agrega, "era la gran escultura de Alberto. El pueblo espa?ol tiene un camino que conduce a una estrella, de 12,5 metros de altura, en cemento coloreado de tonos, rojizos y terrosos, se alzaba como un emblema ante la fachada del pabell¨®n con sus fotomontajes exteriores y rodeada nada menos que por esculturas de Picasso y Julio Gonz¨¢lez. El efecto deb¨ªa ser sorprendente y eso es lo que se pretend¨ªa, fundamentalmente llamar la atenci¨®n, atraer a los visitantes, que, una vez en su interior, se daban de bruces con el Guernica y la Fuente de Mercurio para, a continuaci¨®n, sabiamente dirigidos por la perfecta distrihuci¨®n y el recorrido en sentido ¨²nico, ir entrando paulatinamente en todo un mundo de informaciones perfectamente dise?adas para conseguir el objetivo previsto".Todav¨ªa se desconoce c¨®mo se ocupar¨¢ en el pabell¨®n barcelon¨¦s el espacio reservado a las mencionadas obras de arte. No es probable, aunque tampoco est¨¢ totalmente descartado, que alguna de ellas vuelva a ocupar su lugar, aunque s¨®lo sea por unos d¨ªas, para dar mayor relevancia al acto inaugural del nuevo pabell¨®n. Unas, como El segador, de Mir¨®, no podr¨¢n estar porque se han perdido; otras, como la Montserrat, de Julio Gonz¨¢lez, conservada en un museo de Amsterdam, porque su precario estado hace dif¨ªcil, por no decir imposible, el viaje.

Se negocia, eso s¨ª, la posibilidad de reproducir algunas de las piezas de Picasso o Calder -el original de la Fuente de Mercurio, por ejemplo, se encuentra en la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona y "no ser¨ªa dif¨ªcil hacer una copla", seg¨²n fuentes vinculadas al proyecto-, pero, por el momento, no se ha alcanzado acuerdo alguno. La construcci¨®n del pabell¨®n, con una superficie de tinos 1.400 metros -incluido el patio-, costar¨¢ unos 300 millones de pesetas y tendr¨¢ un plan de ejecuci¨®n de entre seis y ocho meses.