El Gobierno liban¨¦s prepara un "tratado de fraternidad" con la vecina Siria

El Gobierno liban¨¦s adopt¨® en la madrugada de ayer un "tratado de fraternidad, cooperaci¨®n y coordinaci¨®n" que va a regir desde ahora las "relaciones privilegiadas" con Siria, estipuladas en el acuerdo de Taif. As¨ª lo anunci¨® la medianoche del pasado mi¨¦rcoles el ministro liban¨¦s de Informaci¨®n, Albert Mansur, quien obvi¨® sin embargo los detalles "hasta que el texto sea examinado de forma oficial por los hermanos sirios".A decir de fuentes pol¨ªticas cercanas al Gobierno, el tratado establece un alineamiento casi total de la pol¨ªtica exterior libanesa con la de su vecino, a la vez que estipula una estrecha coordinaci¨®n en los campos econ¨®mico, militar y de seguridad. El reforzamiento de las relaciones se pondr¨¢ en pr¨¢ctica con acuerdos mutuos en cada ¨¢rea.

Medios oficiales insisten en que Damasco respetar¨¢ el sistema poI¨ªtico democr¨¢tico de L¨ªbano y su econom¨ªa liberal (Siria se rige por principios ¨¢rabe-socialistas y control absoluto del mercado). Sin embargo, los libaneses recuerdan que el a?o pasado, tras el anuncio de la coordinaci¨®n de pol¨ªticas informativas entre los dos pa¨ªses, vivieron por primera vez en su historia el secuestro cautelar de dos publicaciones extranjeras, medida habitual en Siria, donde muchas publicaciones se venden con p¨¢ginas arrancadas por la censura.

As¨ª que esas garant¨ªas no parecen convencer a una buena parte de la poblaci¨®n, en especial en los sectores cristianos. Por un lado, la guerra que mantuvieron contra Siria durante el mandato del general Michel A¨²n est¨¢ todav¨ªa cercana. Por otro, tradicionalmente las fuerzas pol¨ªticas que se asocian con esa comunidad han puesto su vista en las relaciones con Occidente antes que con los ¨¢rabes del "pa¨ªs de al lado". Al parecer, dos ministros de ese campo, Georges Saade, jefe del Partido Kataeb, y Roger Dib, representante de la milicia Fuerzas Libanesas, expresaron sus reservas. Aunque ambos aceptaron en su d¨ªa el principio de "relaciones privilegiadias con Siria" establecido en el acuerdo de Taif, consideran que es demasiado pronto para aplicarlo.

En el transfondo de estos recelos aparece la vieja creencia de una parte de los libaneses de que Siria tiene ambiciones territoriales sobre su pa¨ªs. En efecto, desde su independencia de Francia, ambos pa¨ªses no han establecido relaciones diplom¨¢ticas. Hasta el fin del mandato franc¨¦s, en 1941, constitu¨ªan un ¨²nico territorio administrativo y en las cartas enviadas a la ahora capital libanesa se le¨ªa: Beirut, Siria.