El para¨ªso canario de las ballenas
La Fundaci¨®n Cousteau, atra¨ªda por una colonia de cet¨¢ceos aclimatada en las islas
Canarias ser¨¢ conocida, a partir de ahora, no s¨®lo por sus playas y su benigno clima sino por la existencia en sus aguas de una importante colonia de ballenas, que est¨¢ siendo investigada por el matrimonio californiano James y Sara Heimlich-Boran. El estudio de estos dos bi¨®logos marinos ha despertado el inter¨¦s de la Fundaci¨®n Cousteau, que ha desplazado a las islas un equipo para filmar un documental que ser¨¢ distribuido en 100 pa¨ªses. El Gobierno aut¨®nomo estudia medidas para proteger este santuario marino ante la expectaci¨®n popular que ha despertado su hallazgo. La proliferaci¨®n de safaris tur¨ªsticos comienza a ser una, amenaza para este para¨ªso canario de cet¨¢ceos.
Nadie sabe a ciencia cierta si las aguas templadas y cristalinas del archipi¨¦lago fueron descubiertas primero por los eluda danos europeos, que acuden a las islas por millares desde el siglo pasado, o por estos gigantescos mam¨ªferos de frente prominente. Curiosamente, los calderones o ballenas piloto, nombres populares con lo que se conoce la especie globicephola macrorhynchus que vive en estado salvaje en las islas, han elegido como h¨¢bitat particular un ¨¢rea del oc¨¦ano Alt¨¢ntico situado a tan s¨®lo tres kil¨®metros de la costa de Playa de las Am¨¦ricas y Los Cristianos, importantes n¨²cleos tur¨ªsticos del oeste de Tenerife.La pareja Heimlich-Boran tuvo noticias hace pocos a?os de este refugio de cet¨¢ceos gracias al testimonio de unos navegantes franceses que se toparon, por casualidad, con los calderones en una regata en las islas. James y Sara, ambos de 36 a?os, master en biolog¨ªa marina por la Universidad de San Jos¨¦ (California), decidieron entonces trasladarse a Tenerife para realizar su tesis doctoral sobre el comportamiento social de este tipo de ballenas.
Para ello cuentan con el patrocinio de la Universidad de Cambridge, del Museo de Historia Natural de Estados Unidos y de varias organizaciones conservacionistas de Reino Unido y Norteam¨¦rica. En septiembre del a?o pasado se instalaron en un apartamento de Los Cristianos, desde el que han vigilado con un telescopio, d¨ªa y noche, la conducta de las ballenas piloto.
El matrimonio ha convivido largas horas y a pocos metros de distancia de los calderones, a los que cada jornada visitan, en mar abierto, a bordo de su peque?a lancha Zodiac. Hasta ahora nadie hab¨ªa gozado de este privilegio ya que esta especie marina suele vivir a 12 o 13 kil¨®metros de la costa como ocurre en Hawai o en la isla antillana de San Vicente.
Aguas profundas
El hecho de que Tenerife tenga forma de un gran volc¨¢n en medio del oc¨¦ano posibilita la existencia de aguas muy profundas a pocos kil¨®metros de la costa. Ello ha favorecido la presencia de estos mam¨ªferos marinos en las proximidades de las zonas de ba?o. Tal circunstancia, que es una ventaja para los investigadores, tambi¨¦n entra?a riesgos para la protecci¨®n de los calderones.
Sergio Escorza, del Departamento de Biolog¨ªa Marina de la Universidad de La Laguna (Tenerife), teme que "tarde o temprano las excursiones tur¨ªsticas, las ]anchas r¨¢pidas o alg¨²n desaprensivo termine alterando el equilibrio natural de estos animales que carecen de protecci¨®n oficial". En los ¨²ltimos a?os han varado en las playas de Canarias, por causas que se desconocen, numerosos ejemplares de cet¨¢ceos.
Este hecho ha animado a la Direcci¨®n General de Medio Ambiente del Gobierno canario a poner en marcha un programa de investigaci¨®n bajo el lema ?Av¨ªsenos cuando encallen!, que coordina el ecologista Vidal Mart¨ªn. "Tenemos un tel¨¦fono [922/23 20 41] para que la gente nos avise cuando se produzca una eventualidad de ese tipo; as¨ª podremos acudir r¨¢pidamente al lugar para realizar una necropsia del ejemplar muerto con el Fin de realizar un estudio biol¨®gico que contribuya a esclarecer las causas de este raro fen¨®meno de mortandad", indic¨® el responsable de la campa?a.
"?Mira, mira, all¨ª est¨¢ Manopla", se?ala con el dedo, entusiasmado James, desde el yate Punta Umbr¨ªa IV. Conoce a los calderones de Canarias a la perfecci¨®n. James y Sara han censado por el m¨¦todo de fotoidentificaci¨®n a cerca de 300 ejemplares.
Heridas en las aletas
Saben distinguir a distancia un macho de una hembra y a muchos de ellos los conocen por los nombres con que les han bautizado: Sierra, Corona, Garfio, Mordisco, Jorobada, etc¨¦tera. Su punto de referencia son las aletas, porque rara vez muestran sus voluminosos morros. "Muchos de estos ejemplares tienen heridas en el cuerpo, en la cola y en las aletas a causa, creemos, de las h¨¦lices de las embarcaciones de recreo que surcan estas aguas", se lamenta James.
Jean Michel Cousteau, hijo del famoso capit¨¢n del Calypso, Jacques Cousteau, rueda estos d¨ªas en Tenerife, patrocinado por la Consejer¨ªa de Turismo, un documental sobre los calderones con la colaboraci¨®n de cinco bi¨®logos, tres submarinistas y dos ocean¨®grafos. "Estoy muy entusiasmado con nuestro trabajo porque hac¨ªa de 20 a?os que quer¨ªa Filmar de cerca a las ballenas piloto y hasta ahora no lo hab¨ªa logrado", declara Jean Michel. Tanto su fundaci¨®n como un grupo de cient¨ªficos de la Universidad de Delft (Holanda), que ha realizado recientemente grabaciones del lenguaje de estos cet¨¢ceos, descubrieron su presencia en Tenerife gracias a la aportaci¨®n de los Heimlich-Boran.
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