El Inter gan¨® la Copa de la UEFA al viejo estilo

El Inter gan¨® su primer titulo europeo desde la d¨¦cada de los 60. Pareci¨® que no hab¨ªa pasado el tiempo por el equipo. El mismo catenaccio, la misma idea conservadora del f¨²tbol y la explotaci¨®n m¨¢xima de las ventajas. No estaba Helenio Herrera en el banquillo, pero Trapattoni dej¨® por todas las partes la firma de su viejo maestro. El Roma bombarde¨® el ¨¢rea de Zenga con toda suerte de remates, centros, pases. Por cada uno de ellos, el Inter ced¨ªa un metro. El final vio, al equipo interista colgado de su porter¨ªa, una reducci¨®n al absurdo de las teor¨ªas de Herrera.El encuentro fue muy bravo. Los locales echaron dureza y deseo: el Inter despreci¨® choque de igual a igual. Se retir¨® a sus cuarteles, coloc¨® dos hombres por metro cuadrado en su terreno y esper¨® el aguacero de balones que se ven¨ªa encima. El Roma decidi¨® intimidar a los jugadores del Inter Ion una entradas muy violentas, en la frontera de la agresi¨®n. Lothar Matth?us fue especialmente castigado. Soport¨® dos embestidas terribles en la primera parte, pero as¨ª y todo Matth?us particip¨® en cada una de las escasas llegadas del Inter de Mil¨¢n. El resto daba un paso atr¨¢s.

La decepcionante prestaci¨®n del Inter estuvo adem¨¢s presidida con una extra?a confianza en la fortuna. La estad¨ªstica colocaba al equipo de Mil¨¢n en muy mala situaci¨®n. Tan amontonados en su ¨¢rea, se daba al Roma la oportunidad segura de sumar una docena de ocasiones de gol o al menos de de remates m¨¢s o menos francos. Quedaba por saber cuantos disparos entrar¨ªan en la puerta de Zenga. S¨®lo cay¨® uno, y bueno, de Rizzitelli, pero la cuenta pudo ampliarse. Unos minutos despu¨¦s, el mismo delantero ech¨® fuera un remate de cabeza que se anunciaba como gol seguro. El Inter, que hab¨ªa esperado tanto de la fortuna, no se vio traicionado ni en ¨¦sta ni otras ocasiones. As¨ª gan¨® el torneo. Como en los viejos tiempos.