La primera coproducci¨®n teatral franco-sovi¨¦tica se estrena en Paris
Radix, la primera coproducci¨®n teatral franco-sovi¨¦tica, acaba de presentarse en Par¨ªs, en la Grand Halle de la Villette, despu¨¦s de su estreno mundial, el pasado mes de abril, en Leningrado. Se trata de un espect¨¢culo musical sorprendente que reivindica para s¨ª la tradici¨®n vanguardista de movimientos art¨ªsticos sovi¨¦ticos de inicios de la d¨¦cada de los veinte. Radix estar¨¢ en cartel hasta el d¨ªa 9 del mes de junio.
Durante dos horas y 15 minutos un grupo de rock franc¨¦s -Complot Bronswick-, acompa?ado de un percusionista zaire?o y un violinista b¨¢ltico, proporciona el soporte sonoro para la actuaci¨®n de los actores, bailarines, gimnastas, cantantes y atletas de dos troupes: el Teatro del Interior, de Leningrado, y la Fabriks, de Par¨ªs. Los n¨²meros se suceden en el escenario sin que haya ning¨²n hilo conductor argumental, pero girando alrededor de pocos temas: la velocidad, el consumo, la comunicaci¨®n y la muerte. Las utop¨ªas constructivistas son revisadas desde la perspectiva de quienes saben c¨®mo Stalin se convirti¨®, no s¨®lo en el mayor artista, sino tambi¨¦n en la mejor obra de arte, en el m¨¢s importante te¨®rico y en lo ¨²nico que merec¨ªa ser pintado, glosado o filmado.Radix utiliza como decorado entre otras cosas, la proyecci¨®n simult¨¢nea de dos pel¨ªculas: una es un largu¨ªsimo dos horas y 15 minutos- travelling sobre Leningrado; la otra es un collage de inspiraci¨®n eisensteniana en la que coexisten entrevistas a h¨¦roes de la revoluci¨®n, documentales magnificando la m¨¢quina, spots publicitarios o im¨¢genes terribles rodadas en un matadero.
Un atleta corre durante todo el espect¨¢culo ante la pantalla en la que desfila Leningrado. Su performance, su marat¨®n en una cinta sin fin, es, en palabras de Jean Michel Bruyere, director de Radix, "la m¨¢s perfecta met¨¢fora de la muerte". El corredor imperturbable nos recuerda constantemente" el tiempo real y la distancia recorrida". A su lado el resto de los actores cambia continuamente de registro y de g¨¦nero proponiendo uno, dos o tres centros de inter¨¦s simult¨¢neos, invitando al p¨²blico a practicar una cierta forma de zapping.
El marco de la Grand Halle de la Villette permite al espectador elegir su manera de contemplar Radix: puede sentarse en el grader¨ªo, pasearse o bailar ante el escenario, buscar sitio en las mesitas de los bares que ocupan lo que debieran ser las primeras filas de platea, jugar a matar marcianitos en las m¨¢quinas instaladas junto a la barra de bebidas o hacer de todo un poco.
Radix combina el ruso, el alem¨¢n, el ingl¨¦s y el italiano seg¨²n su propuesta responda a modelos constructivistas, de cabar¨¦ y expresionista, rockero o a los di¨¢logos de payaso circense. El espectador puede sentirse desorientado, vacilando ante un montaje que pasa del sarcasmo al homenaje, de una alta elaboraci¨®n conceptual a la broma de montaje de fin de curso. Finalmente la coherencia de la propuesta se va abriendo camino y la definitiva unidad de las piezas del puzzle ser¨¢ el fruto del entusiasmo y la calidad profesional de todos cuantos intervienen.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.