La Academia de Bellas Artes de Roma, eje cultural hispano-italiano

Jorge Lozano, catedr¨¢tico de Semi¨®tica de la Universidad Complutense, ex alumno en Bolonia de Umberto Eco y nuevo director de la Academia de Historia, Arqueolog¨ªa y Bellas Artes de Roma ha presentado el nuevo programa de actuaci¨®n, de la Academia de Bellas Artes. Lozano, que pretende imprimir a la Academia un sello de rigor cient¨ªfico, intenta convertirla en un centro de encuentro y estudio entre las culturas espa?ola e italiana, dos culturas emergentes y que se miran, como nunca, con "rec¨ªproca simpat¨ªa". El programa desea realzar la historia de una instituci¨®n llena de gloria pero desconocida para el p¨²blico.El nuevo director ha roto pl¨¢sticamente ya el antiguo tab¨² de que la Academia era s¨®lo para artistas y concretamente para pintores. De ah¨ª el que cada a?o se hiciera s¨®lo una exposici¨®n de pintura de los becarios.

Becarios

Este a?o, Lozano, nada m¨¢s llegar a Roma, ha preparado con la colaboraci¨®n de Omar Calabresi y Mario Perniola, dos de los mayores cr¨ªticos de arte de este pa¨ªs, un cat¨¢logo, que se repetir¨¢ cada a?o y en el que, junto con una antolog¨ªa de las obras expuestas en la muestra anual (la de 1991 se inaugur¨® ayer por la tarde) aparece la actividad de "todos" los becarios: pintores, escultores, restauradores, historiadores, musicos, arquitectos, escritores, etc¨¦tera.Dentro de este esquema de programa, Jorge Lozano tiene ya toda una serie de proyectos ambiciosos: desde conseguir los cuadros de Vel¨¢zquez de Villa Medici para una exposici¨®n en 1992, junto con un proyecto para analizar la influencia italiana del artista espa?ol, hasta la organizaci¨®n de encuentros entre intelectuales espa?oles e italianos.

Y si los italianos deben descubrir mejor la academia espa?ola, los becarios, que son nuestros artistas y nuestros posibles genios del futuro, deber¨¢n salir de la Academia para darse a conocer en la calle. Para ello, el nuevo director de la Academia ha organizado ya una exposici¨®n de los artistas espa?oles becarios en Siracusa, en la isla de Sicilia, con motivo de un encuentro sobre Arte y pensamiento en una zona de frontera, con la participaci¨®n de eminentes personalidades italianas y espa?olas del mundo del arte y de la cultura.

De las obras expuestas en la Academia de Bellas Artes, Omar Calabrese ha escrito en el cat¨¢logo-historia de un a?o de academia, que tales obras "indican lo que ser¨¢ para nosotros el futuro".

Defendiendo la importancia de Roma para los futuros artistas, el embajador espa?ol en Roma, Emilio Men¨¦ndez del Valle, ha afirmado, respondiendo as¨ª a quienes preferir¨ªan que los artistas espa?oles se formasen en Nueva York, "que si la metr¨®poli americana es el horno de la cultura moderna, Roma sigue siendo, sin embargo, el gran museo del mundo", del que ning¨²n genio ni pasado ni presente puede prescindir para su formaci¨®n.