?ngela Davis

La pantera negra" estaba all¨ª. Tan ¨¢gil y hermosa como en los tiempos en que figuraba en la lista de las 10 personas m¨¢s buscadas por el FBI. Menos crispada y mucho m¨¢s sonriente, en cambio. Vestida con un pantal¨®n y una blusa de estampados africanos, cargada con gruesos pendientes, pulseras y anillos de plata, con el cabello recogido hacia atr¨¢s en multitud de finas trenzas, Angela Davis rend¨ªa homenaje a Jean Genet, el escritor franc¨¦s que tom¨® el partido de los activistas negros norteamericanos.Ocurri¨® en la noche del pasado domingo, en el teatro Odeon, donde Angela Davis, Juan Goytisolo, el ensayista palestino El¨ªas Sambar y otros intelectuales hablaban de las actividades pol¨ªticas del fallecido Genet. Para Angela Davis se trataba de un regreso a Par¨ªs. En 1963 y 1964 hab¨ªa estudiado filosof¨ªa en la Sorbona, y de aquel per¨ªodo conserva un franc¨¦s extra?amente bueno para un norteamericano.

Ahora Angela Davis ense?a filosof¨ªa en la universidad del estado de California y sigue combatiendo por la igualdad de derechos de los negros, causa a la que, precisa, ha a?adido la de las mujeres e, influenciada por Genet, la de los homosexuales.

"Mujeres y homosexuales de todas las razas", apostilla con una sonrisa que eleva a¨²n m¨¢s sus p¨®mulos y deja al descubierto algunos dientes mellados.

No obstante, Angela Davis piensa que hoy "no pueden ni deben" emplearse los m¨¦todos a los que ¨¦lla y sus camaradas recurrieron a finales de los a?os sesenta y comienzos de los setenta. En aquellos tiempos, Angela Davis, dirigente del Partido Comunista de Estados Unidos y del movimiento de los "panteras negras" lleg¨® a participar en asaltos a mano armada para intentar liberar a sus camaradas presos. Lo pag¨® con 18 meses de c¨¢rcel.

En la primavera de 1970 Jean Genet entr¨® ilegalmente en Estados Unidos. Angela Davis fue el lazarillo del escritor franc¨¦s durante los meses que ¨¦ste pas¨® dando conferencias a favor de los "panteras negras" y participando en fiestas mundanas destinadas a recoger dinero para ese movimiento. "El apoyo de Genet", recuerda Angela, era conmovedor. No hab¨ªa entonces muchos intelectuales blancos dispuestos a comprometerse con un movimiento presentado como una pandilla de terroristas obsesionados con la idea de matar polic¨ªa.

Genet llamaba la atenci¨®n de todos sus interlocutores sobre el hecho de que los negros -norteamericanos hab¨ªan estado observando en silencio a los blancos durante siglos. "Observando, es decir aprendiendo", apostillaba Genet. Hoy Angela Davis retorna ese argumento para predicar a los blancos la necesidad de "observar y aprender de los negros, los chicanos, los indios, los asi¨¢ticos, los ¨¢rabes, de cualquier otra raza o cultura". "El mundo de ma?ana", dice la pantera negra, "ser¨¢ el resultado del "rnestizaje cultural, o no ser¨¢".