La 'curva de Gorbachov'
Gorbachov, seg¨²n el se ha dado cuenta de que su alternativa, el denominado socialismo de mercado, es un fracaso. El articulista, que analiza gr¨¢ficamente la situaci¨®n por la que atraviesa la econom¨ªa sovi¨¦tica, advierte que el pa¨ªs se encuentra instalado en un peligroso impasse que, de no resolverse, s¨®lo conduce al caos y finalmente a una explosi¨®n de violencia de consecuencias imprevisibles.
A veces una imagen vale m¨¢s que mil palabras, y a veces una simple curva puede ayudar a comprender r¨¢pidamente un problema complejo gracias al su sencillez y su poder de s¨ªntesis.Como conoce el lector, las curvas trazadas en un espacio de dos dimensiones son una forma ¨²til para representar relaciones causales entre dos variables y nos permiten obtener una visi¨®n ajustada de las mencionadas relaciones.
Algunas de esas curvas, en el ¨¢mbito econ¨®mico, han llegado a ser famosas y son conocidas por el nombre de sus creadores, como es el caso de la de Phillips, que relaciona tasas de inflaci¨®n con paro, o la de Laffer, que relaciona los tipos impositivos con la recaudaci¨®n fiscal..
La curva de Gorbachov, que es como yo la denominar¨ªa, no aspira a ser famosa, y s¨ª ef¨ªmera, y no se sustenta en un amplio bagaje te¨®rico y/o emp¨ªrico como las ya citadas, sino que s¨®lo intenta relacionar, de forma intuitiva, un entramado causal sumamente complejo entre el nivel de eficiencia econ¨®mica y el grado de intervenci¨®n del Estado en la econom¨ªa.
En aras de la sencillez se ha reducido el an¨¢lisis a dos variables sint¨¦ticas, a pesar de que existen otras que, podr¨ªan introducirse, como apuntar¨¦ posteriormente. Por tanto, el an¨¢lisis que sigue conviene tomarlo con cierta dosis de prudencia.
El nombre de la curva se lo he adjudicado no por ser ¨¦l su creador, como sucede en el caso de las anteriores, sino porque es a la comprensi¨®n de su pol¨ªtica econ¨®mica a la que con mas facilidad se puede aplicar dicha curva en estos momentos.
Eficiencia productiva
Como muestra el gr¨¢fico, la curva de Gorbachov relaciona, en ordenadas, el grado de eficiencia productiva, que puede medirse, sint¨¦ticamente y suponiendo una econom¨ªa lo suficientemente homog¨¦nea, por la producci¨®n por persona ocupada o por el producto interior bruto (PIB) per c¨¢pita, y, en abscisas, el grado de intervenci¨®n del Estado en la econom¨ªa, ¨ªndice sint¨¦tico que contiene, de un lado, el grado de planificaci¨®n e intervenci¨®n y, de otro, el porcentaje de propiedad del Estado de los activos y de la producci¨®n de la econom¨ªa, siendo ambos factores no perfectamente sustitutivos.
Como puede observarse en dicho gr¨¢fico, y como la experiencia viene demostrando, la curva muestra que el nivel de eficiencia con un sistema de planificaci¨®n total, en el punto A, es muy superior al resultante de una situaci¨®n de escasa planificaci¨®n y poco mercado, en un punto B, y s¨®lo.a medida que se va introduciendo una mayor dosis de mercado y una menor intervenci¨®n, en el punto C, se vuelve a alcanzarun nivel de eficiencia similar al conseguido con la planificaci¨®n.
A partir de dicho nivel C, y hasta el punto D, que podr¨ªa llamarse de mercado ¨®ptimo, los niveles de eficiencia son crecientes y superiores al sistema de pl¨¢nificaci¨®n total.
A partir del punto D el exceso de mercado podr¨ªa llevar a una situaci¨®n de menor eficiencia y rendimientos decrecientes por p¨¦rdida de informaci¨®n y otros fallos de mercado, aunque esto ¨²ltimo no est¨¢ probado al no existir ning¨²n pa¨ªs en esa situaci¨®n extrema, por lo que el punto D podr¨ªa tambi¨¦n situarse m¨¢s a la derecha.
Conviene hacer dos precisiones sobre la curva. En primer lugar, la curva hay qu¨¦ entenderla como una curva de frontera de posibilidad productiva, o lo que es lo mismo, de m¨¢ximo crecimiento potencial, y naturalmente, de acuerdo con los condicionaiites econ¨®micos, culturales y p¨®l¨ªticos, unos y otros pa¨ªses se podr¨ªan situar en curvas por debajo de ¨¦sta o de distinta forma que ¨¦sta, ya que, por ejemplo, existen pa¨ªses en desarrollo, que por razones pol¨ªticas, sociales o culturales tienen una eficiencia mucho menor a la que les corresponder¨ªa de acuerdocon su ¨ªndice de intervenci¨®n del Estado en abscisas.
En segundo lugar, con la introducci¨®n de la variable tiempo, la curva se ir¨¢ desplazando hacia arriba debido al progreso t¨¦cnico y otros factores que tienden a mejorar la eficiencia a largo plazo.
Como principio general, se puede afirmar que el ¨¦xito o fracaso de la transici¨®n, desde la planificaci¨®n al mercado, en las econom¨ªas del este y centro de Europa depende del tiempo que se tarde en pasar del punto A al punto C, lo que, a su vez, depende de la velocidad con que el control de la pol¨ªtica macroecon¨®mica sustituya al control de la planificaci¨®n y con que se vayan privatizando los activos estatales y el control sobre los mismos.
Si el paso, medido en a?os, es relativamente r¨¢pido, el ¨¦xito est¨¢ asegurado. Si, por el, contrario, el lapso de tiempo manteni¨¦ndose en una zona de baja eficiencia, alrededor del punto B, es excesivamente largo, ser¨¢ inuy dif¨ªcil superar la transici¨®n econ¨®mica sin graves problemas pol¨ªticos y sociales.
La Uni¨®n Sovi¨¦tica se encuentra hoy claramente situada en el punto B o muy cerca de ¨¦l, es decir, como lleva diciendo ?ngel Rojo desde hace ya tiempo, se encuentra "sin plan y sin mercado". Gorbachov hab¨ªa cre¨ªdo al principio que era posible una tercera v¨ªa, que ¨¦l mismo apodaba "socialismo de mercado" y que combina las relaciones de econom¨ªa de mercado con el mantenimiento de la propiedad de los medios de producci¨®n e intercambio en manos del Estado. No se hab¨ªa, dado cuenta de que no existe tal tercera v¨ªa, y que ¨¦sta ya fue ensayada por otros pa¨ªses del Este con resultados econ¨®micos y sociales muy negativos, con lo que ha situado a la econom¨ªa sovi¨¦tica en un punto de eficiencia muy baja.
Otros pa¨ªses del Este, como son Hungr¨ªa y Polonia, han superado claramente ya dicho punto B y se encaminan a buena marcha hacia el punto C. Ahora bien, estos pa¨ªses han partido de posiciones m¨¢s cercanas a B que a A y, adem¨¢s, no han tenido los graves problemas nacionalistas, regionalistas y ¨¦tnicos que tiene la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Situaci¨®n dif¨ªcil
Lo malo de la Uni¨®n Sovi¨¦tica es, que Gorbachov se encuentra hoy en una situaci¨®n pol¨ªtica de centro enormemente dif¨ªcil, que le mantiene pr¨¢cticamente inmovilizado en ese punto B, ya que por un lado las fuerzas progresistas que quieren un reparto democr¨¢tico, del poder le impiden da marcha atr¨¢s y volver al punto A y, por otro, las fuerzas conservadoras que quieren mantener el poder le obstapulizan el avance hacia el punto C.
Mientras tanto, Gorbachov se ha dado cuenta del fracaso de la tercera v¨ªa y sabe que quedarse mucho tiempo en el punto B, en donde lleva ya varios a?os, s¨®lo conduce al caos y finalmente a una explosi¨®n de violencia de consecuencias imprevisibles.
Como dice acertadamente. Jeffrey Sachs, uno de los principales asesores econ¨®micos de vanos Gobiernos del Este, el debate sobre pol¨ªtica econ¨®mica en la Uni¨®n Sovi¨¦tica es fundamentalmente sobre el reparto del poder pol¨ªtico y no tanto sobre sus diferentes alternativas o aspectos t¨¦cnicos; hecho ¨¦ste que ambos hemos, podido constatar en las varias ocasiones en que hemos tenido la oportunidad de discutir juntos estos temas con los responsables directos del dise?o de la pol¨ªtica econ¨®mica de Gorbacnov y de Yeltsin, que, por cierto, casi todos ellos se encuentran ya apartados hoy, voluntaria o involuntariamente, de sus puestos.
El problema fundamental de Gorbachov es que la reforma econ¨®mica necesaria en la Uni¨®n S¨®vi¨¦tica supone, de un lado, la transferencia de buena parte del poder pol¨ªtico, y por tanto del control de la riqueza, a los Gobiernos elegidos democr¨¢ticamente en las rep¨²blicas y de otro, la transferencia de buena parte de la propiedad estatal a los ciudadanos, y ambos supuestos, amenazan con derrumbar la base del poder del partido, comunista, detentado, centralizada y opresoramente, durante muchas d¨¦cadas.
Tiene algo de raz¨®n Shatalin cuando dice que cualquier intento de conservar por la fuerza la Uni¨®n Sovi¨¦tica frente a las rep¨²blicas est¨¢ condenado al fracaso y que detr¨¢s de los numerosos discursos sobre la conservaci¨®n de la Uni¨®n se oculta a menudo el af¨¢n de seguir conservando el poder totalitario."
Las rep¨²blicas est¨¢n consiguiendo tener ya Gobiernos elegidos democr¨¢ticamente, mientras que la Uni¨®n sigue bajo el poder de los representantes del anterior r¨¦gimen. Guardando. las distancias que existen entre un pa¨ªs y otro y unos personajes y otros, y haciendo una burda comparaci¨®n con la transici¨®n espa?ola, la situaci¨®n pol¨ªtica de Gorbachov podr¨ªa equivaler a una mezcla de la de Arias Navarro y del primer Su¨¢rez hasta las elecciones democr¨¢ticas junio de 1977.
Lo malo es que la experiencia hist¨®rica nos viene demostrando que las dif¨ªciles y traum¨¢ticas transiciones pol¨ªticas y econ¨®micas s¨®lo se pueden llevar adelante por Gobiernos elegidos democr¨¢ficamente y con un amplio apoyo popular, supuestos ambos que no se dan hoy en el Gobierno de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Yo comprendo la enorme dificultad y complejidad del proceso de transici¨®n, admiro la valent¨ªa buena fe de Gorbachov y me compadezco de la situaci¨®n que vive la Uni¨®n Sovi¨¦tica en estos momentos, pero mientras Gorbachov no logre resolver definitivamente el problema de c¨®mo se reparte el poder entre la Uni¨®n y las rep¨²blicas seguir¨¢ inm¨®vil en el punto B, sin posibilidad de iniciar una verdadera y necesaria reforma econ¨®mica, con lo que el caos y deterioro econ¨®micos ser¨¢n cada vez mayores.
La salida m¨¢s clara parece pasar por que la Uni¨®n mantenga solamente sus competencias sobre los asuntos exteriores, la defensa, la moneda (esta ¨²ltima a trav¨¦s de un banco central federado como el de Estados Unidos) y sobre la recaudaci¨®n de los impuestos necesarios para financiar dichas competencias, y el resto de ¨¦stas pase a las rep¨²blicas. El borrador del Tratado de la Uni¨®n aprobado por el S¨®viet Supremo en diciembre pasado ha intentado, t¨ªmidamente, acercarse a una soluci¨®n de este tipo.
Pero a¨²n existen dos ¨¢reas que plantean fuertes diferencias de la Uni¨®n con las rep¨²blicas. Una abarca las competencias en materia de seguridad interior, y la otra, las competencias sobre los recursos naturales (especialmente petr¨®leo, gas, oro, ininerales estrat¨¦gicos, etc¨¦tera) de cada rep¨²blica.
Si las competencias sobre dichos recursos son exclusivas de las rep¨²blicas, tambi¨¦n lo ser¨¢ su comercio exterior y, naturalmente, la gesti¨®n de las divisas obtenidas por la exportaci¨®n de los mismos, lo cual afecta, a su vez a la pol¨ªtica cambiar¨ªa y monetaria.
Por ¨²ltimo, existen los problemas de las seis rep¨²blicas, las tres b¨¢lticas m¨¢s Georgia, Armenia y Moldavia, que no reconocen la ley sovi¨¦tica y a las que va a ser muy dif¨ªcil mantener dentro de la Uni¨®n a menos que sea como Estados independientes asociados econ¨®micamente.
Problemas sin resolver
En estas circunstancias, ?c¨®mo se puede esperar algo de la reforma econ¨®mica de Gorbachov si no ha resuelto todav¨ªa algo tan fundamental como cu¨¢l va a ser la configuraci¨®n del nuevo Estado sovi¨¦tico?
El problema reside en que el tiempo pasa y no se avanza hacia la econom¨ªa de mercado cuando ya se ha abandonado casi totalmente la planificaci¨®n, mientras que el pueblo sovi¨¦tico observa que su nivel de vida se deteriora, que el crecimiento de la producci¨®n es negativo, que la inflaci¨®n se dispara, que la corrupci¨®n y el estraperlo son rampantes y que, la apropiaci¨®n ilegal y espont¨¢nea de los activos estatales por parte de los m¨¢s listos y desaprensivos para su propio beneficio es creciente.
?Hasta cu¨¢ndo va a estar dispuesta la poblaci¨®n a aguantar esta situaci¨®n? ?Sabe Gorbachov de cu¨¢nto tiempo dispone a¨²n para intentar avanzar a lo largo de su curva hacia una dosis de mercado m¨¢s eficiente? Es muy posible que s¨®lo un Gobierno de unidad y de coalici¨®n con los l¨ªderes de las rep¨²blicas sea capaz de conseguirlo.
En este sentido, el reciente acuerdo alcanzado por Gorba chov con los l¨ªderes de nueve de las rep¨²blicas sovi¨¦ticas para iniciar un reparto del poder pol¨ªtico a cambio de un apoyo a su plan anticrisis permite mantener la esperanza.
es t¨¦cnico comercial y economista del Estado.
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