A la sombra de una pita
En la mediocridad absoluta y el aburrimiento en que se debate el Madrid en Danza, Mudances ha tra¨ªdo con Atzavara lo m¨¢s interesante en t¨¦rminos de danza. La escritura coreogr¨¢fica est¨¢ en primer plano, con sus defectos visuales, acentos expresivos, y compenetraci¨®n. La m¨²sica sujeta el plano de indolencia y calidez que la core¨®grafa pretende, ofreciendo una diversidad de matices entre lo voluptuoso, hipn¨®tico, sensual.Aztavara supone un comienzo distinto para la core¨®grafa catalana. Sus anteriores trabajos para Mudances eran composiciones mec¨¢nicas estructuradas en secuencias r¨ªtmicas, que segu¨ªan pegadas a la danza norteamericana. En Atzavara tambi¨¦n hay una est¨¦tica visual y parecido inter¨¦s formalista, pero la Monoton¨ªa desaparece al combinarse est¨ªmulos r¨ªtrmcos y sensoriales. La obra es una suma de escenas en las que se alternan variaciones de t¨¦cnica minimalista -que no siempre consiguen su efecto por falta de precisi¨®n- con Interpretaciones en solitario y en pareja, donde se dan los momentos m¨¢s brillantes.
Atzavara
Compa?¨ªa Mudances. Coreograf¨ªa y direcci¨®n: Angels Margarit. Bailarines: Angels Casas, Jordi Cort¨¦s, Gilles Jobin, Carme Vidal, Angels Margarit y Oiga Zamora. M¨²sica: Walter Hus y Conrado T. Costa. Realizaci¨®n: Luis Traveria. Producci¨®n: Centre Dram¨¤tic d'Osona. Teatro Alb¨¦niz, Madrid, 6 de junio.
En conjunto la core¨®grafa encuentra soluciones originales. Quiz¨¢ se eche en falta en su escritura una mayor atenci¨®n al tronco y los brazos, casi siempre relajados -que ella sola utiliza de forma admirable- y de la obra pudieran quitarse varias escenas de relleno que m¨¢s que unir cortan el hilo de ese tiempo abierto y placentero que plantea entre pitas y hojarascas.
Babelia
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