Amedo atribuye sus altos ingresos a operaciones inmobiliarias
El presunto organizador de los GAL, Jos¨¦ Amedo, aludi¨® ayer a la percepci¨®n de comisiones en operaciones inmobiliarias para justificar un tren de vida de alto standing que le permit¨ªa ser cliente habitual del hotel Ritz de Lisboa, cambiar altas cantidades de dinero en los casinos o destinar casi 15 millones de pesetas a la adquisici¨®n de un pagar¨¦ que desposit¨® en una sucursal bancaria. El comportamiento del polic¨ªa se endureci¨® durante el interrogatorio del ahogado de la acci¨®n popular, Fernando Salas. Amedo adopt¨® un tono impregnado de agresividad, no respondi¨® a preguntas formuladas anteriormente y, cuando respondi¨®, lo hizo con creciente nerviosismo y en t¨¦rminos contundentes, que no han conseguido desvirtuar el c¨²mulo de pruebas recopiladas en el sumario. Los frecuentes pugilatos dial¨¦cticos que Amedo mantuvo con Salas -primer acusador que presion¨® aut¨¦nticamente al polic¨ªa- propiciaron una mayor intervenci¨®n del presidente del tribunal, que inst¨® al letrado en numerosas ocasiones para que no reiterase preguntas o apostillase respuestas. La sesi¨®n, tensa y bronca, concluy¨® con la negativa de Amedo a seguir contestando a todo cuanto afectase a sus relaciones con Inmaculada G¨®mez y Blanca Balsategui, las mujeres que le acusan de haber preparado el asesinato del refugiado Juan Carlos Garc¨ªa Goena. Salas tuvo que conformarse con dictar las preguntas al secretario para que consten en acta.
Previamente, el abogado de la acci¨®n popular pregunt¨® reiteradas veces si Amedo conoc¨ªa a los mercenarios portugueses que le han denunciado, y concretamente a Paulo Figueiredo Fontes. Amedo lo neg¨® y fue el momento de mayor crispaci¨®n, en el que el polic¨ªa perdi¨® los nervios.
Salas. Esa persona a la que usted no conoce le identifica fotogr¨¢ficamente, da todo lujo de detalles sobre su personalidad, llega incluso a decir literalmente: "Fue Amedo quien nos vino a buscar a Portugal, quien nos llev¨® a la frontera, nos puso en contacto con Jean Louis, y nos dijo que no se pod¨ªa detener a un miembro de ETA y que era preciso matarle. Nos prometi¨® dinero por ese trabajo y es ¨¦l quien debe efectuar ese pago". Entre otras cosas este mercenario le acusa de haberle traicionado, de entregarle a la justicia francesa y de no haberle pagado, es decir, de haberle estafado.
Amedo. ?Pero qu¨¦ me est¨¢ diciendo usted a m¨ª! (en tono airado).
S. Le estoy diciendo lo que dice el mercenario...
A. (Interrumpi¨¦ndole a gritos) ?Pero qu¨¦ quiere usted hacer conmigo! ?Qu¨¦ pretende usted hacer conmigo? Le he dicho que a esa persona no le conozco y no le voy a permitir que me vuelva a hablar de esa persona. ?Usted no puede hacer conmigo lo que quiera!
S. (Cort¨¢ndole a su vez para preguntar) Perd¨®n, se?or Amedo...
Presidente. Se?or letrado, la pregunta est¨¢ contestada, formule otra.
El polic¨ªa no pudo rebatir con argumentos las denuncias formuladas contra ¨¦l por los mercenarios portugueses autores de los atentados de los que ahora se le acusa, ni explicar por qu¨¦ todos esos ejecutores de los GAL le identifican como su reclutador y organizador de las acciones por ellos cometidas. Amedo insisti¨® hasta la extenuaci¨®n que no conoc¨ªa a Figueiredo Fontes, Pereira de Macedo, Marlo Correia , Antonio Ferreira y Jean Phlippe Labade.
De todos los mercenarios franceses, Amedo s¨®lo admiti¨® conocer a G¨¦rard Manzanal, jefe de reclutamiento de la Legi¨®n Extranjera. Se lo present¨® una persona ya fallecida, pero no se extendi¨® sobre su relaci¨®n: simplemente se conoc¨ªan y comieron juntos algunas veces, en la frontera.
El acusador popular volvi¨® a presionar a Amedo con aspectos de las declaraciones de los mercenarios.
Salas. ?C¨®mo justifica que los portugueses se alojaran en las fechas previas a los atentados en la habitaci¨®n 350 del hotel Nervi¨®n de Bilbao, habitaci¨®n que hab¨ªa sido reservada por Antonio Garc¨ªa Arana (nombre supuesto utilizado por Michel Dom¨ªnguez)?
Amedo. No puedo explicar hechos que desconozco.
S. Usted sabe que ese nombre es la identidad falsa de su compa?ero de profesi¨®n y de banquillo, Michel Dom¨ªnguez.
A. Yo no s¨¦ nada respecto a ese tema.
S. 0 sea, de Antonio Garc¨ªa Arana, ?no sabe nada?
A. Es la primera vez que lo oigo.
El polic¨ªa fue interrogado sobre su reiterada negativa a facilitar sus huellas dactilares. Es el ¨²nico preso de Espa?a cuyas impresiones digitales no constan en su ficha carcelaria. Amedo respondi¨® que no recordaba si en las prisiones de Guadalajara, donde se encuentra en la actualidad o en Logro?o, le hab¨ªan sido tomadas las huellas.
S. ?Se niega sistem¨¢ticamente a que le tomen las huellas para que no puedan cotejarse con el DNI falso ocupado a Paulo Figueiredo?
A. Lo expliqu¨¦ ayer y qued¨® suficientemente claro.
S. Ya. ?C¨®mo explica que una prueba pericial caligr¨¢fica se concluya que la firma estampada en ese documento est¨¢ realizada porsu mano?
A. No puedo explicar hechos en los que no he participado.
Amedo fue preguntado por los abogados Javier Calder¨®n y Fernando Salas sobre su identidad falsa. La conversaci¨®n se desarroll¨® de la siguiente forma:
Calder¨®n. ?Puede decir qui¨¦n le autoriz¨® y le facilit¨® el nombre supuesto de Genaro Gallego Galindo?
Amedo. Eso creo que est¨¢ claro. Me lo ha autorizado y est¨¢ autorizado.
C. ?No puede decir la persona que se lo autoriz¨®?
A. Insisto, est¨¢ autorizado y es legal.
C. La elecci¨®n de ese nombre ?la hizo usted o se la hizo la superioridad o quien se lo autoriz¨®?
A. No lo recuerdo.
C. Ya, no lo recuerda.
Salas abund¨® en ese tema.
S. ?C¨®mo explica que el director general de la Polic¨ªa, se?or Colorado, informe al juzgado en base a la informaci¨®n del jefe superior de polic¨ªa de Bilbao, se?or Planchuelo, que ese documento se le entreg¨® para garantizar su seguridad en una investigaci¨®n de tr¨¢fico de drogas?
A. Yo no tengo que explicarlo. En todo caso tendr¨¢ que explicarlo el director general.
S. ?No sabe usted entonces la motivaci¨®n?
A. Tendr¨¢n que explicarla quienes lo concedieron ( ... )
S. Mi pregunta concreta es...
A. (Interrumpe al abogado) Mi respuesta concreta es esa.
En otro momento del interrogatorio, Salas trat¨® de conocer la identidad del supuesto confidente con el que Amedo dice que se fue a entrevistar en Lisboa y que seg¨²n dijo ayer, por primera vez en todo el proceso, era un ex miembro de ETA.
Salas. ?Puede revelar qui¨¦n era ese ex miembro de ETA del que usted habl¨® ayer por primera vez?
Amedo. ?Hombre!, yo no pretendo que se produzca otro caso Yoyes de nuevo y no puedo revelarlo. La respuesta es esa.
S. No quiere usted revelar ese nombre. ?Y por qu¨¦ no dijo usted en ocasiones anteriores la existencia de ese colaborador?
A. Yo nunca he declarado.
S. ?C¨®mo que nunca ha declarado! Usted declar¨® en comisi¨®n rogatoria a algunas cuestiones y a otras se call¨®.
A. Yo siempre he dicho que me reservaba para el juicio oral.
S. Usted no declar¨® en la primera entrevista con el juez Garz¨®n, y no quiso contestar a las 250 preguntas que le formul¨®, pero luego ha declarado en varias ocasiones.A. Esas preguntas se quedaron sin contestar por asesoramiento de mi anterio*r abogado.
S. Ese asesoramiento s¨®lo dur¨® unos meses y despu¨¦s yo le volv¨ª a formular las 250 preguntas que le hizo el juez Garz¨®n.
A. Se est¨¢ refiriendo a tiempos pasados y aqu¨ª estamos hablando de un tema actual.
Entre otras contestaciones curiosas y revestido de dignidad, Amedo afirm¨® tajante: "Jam¨¢s he tratado con delincuentes". Salas le hizo ver que su confidente de Lisboa, traficante de armas para ETA, seg¨²n el polic¨ªa, s¨®lo pod¨ªa ser un delincuente, lo mismo que el ex miembro de ETA que le puso en contacto con ¨¦l.
El polic¨ªa tampoco pudo explicar la bala marca DAG del calibre 9, fabricadas expresamente para la polic¨ªa espa?ola, que se ocup¨® al mercenario Rogerio Carvalho en su domicilio y que el portugu¨¦s atribuy¨® a haberla encontrado en el coche de Amedo. El agente dijo que cre¨ªa que ese tipo de balas las utilizaba ETA. A continuaci¨®n, neg¨® que hubiese utilizado esa munici¨®n y agreg¨®: "Mire usted, las balas se encuentran por la calle".
El dinero de Amedo
Amedo se neg¨® a dar explicaciones sobre el dinero que manejaba y justific¨® sus ingresos, al margen de su sueldo de polic¨ªa, en la percepci¨®n de comisiones por operaciones inmobiliarias.
Amedo. En Bilbao, yo me mov¨ªa en determinados c¨ªrculos sociales a los que pertenec¨ªan industriales y empresarios. Ocasionalmente he tenido la posibilidad de intervenir en operaciones inmobiliarias, por las que recib¨ªa una comisi¨®n.
Al preguntarle Salas por la identidad de esos empresarios e industriales, Amedo dijo que cometer¨ªa "alta traici¨®n" si facilitaba esos nombres y que "pondr¨ªa en peligro sus vidas".
El polic¨ªa trat¨® de desvincularse de las cantidades pagadas a los GAL asegurando que ¨¦stos cobraron en moneda extranjera y no se ha podido demostrar que ¨¦l cambiase divisas.
Amedo. Seg¨²n las referencias de prensa y los datos del sumario, los mercenarios de los GAL cobraban en moneda extranjera y yo nunca he hecho ninguna transacci¨®n en moneda extranjera. Adem¨¢s eso trendr¨ªa que preguntarlo Hacienda.
Salas. Se lo pregunto porque usted no hace las declaraciones de Hacienda en condiciones...
El letrado se interes¨® por las cantidaes gastadas por Amedo en el casino Gran Kursaal sobreel que existe un informe de la Ertzaintza. Amedo alarde¨®:
Amedo. ... pero si fue la propia Ertzaintza la que me dijo que me estaban investigando. Y yo, encantado de que lo hiciese. Que investiguen. Asi refuerzan mis garant¨ªas y mi ¨¦tica personal...
Salas regres¨® a los asuntos dinerarios. El abogado le record¨® que hab¨ªa negado haber cambiado divisas y demostr¨® que hab¨ªa cambiado casi 9.000 francos franceses en dos d¨ªas. El polic¨ªa se mostr¨® despectivo:
Amedo. ?Y con eso se paga a alguien? Son cantidades irrisorias...
Salas desglos¨® las cantidades gastadas en el casino Gran Kursaal, pero Amedo no contest¨®.
Amedo. ( ... ) Y con esto finalizo el tema econ¨®mico. Mi dinero es m¨ªo.
Pero Salas no estaba dispuesto a dejarlo. Tras otra serie de preguntas sobre uno de los viajes de Amedo a Madrid, regres¨® sobre un pagar¨¦ de 14,6 millones de pesetas adquirido por Amedo y su padre y depositado en una sucursal de Banesto en Lugo para inmovilizarlo durante un a?o, por lo que le abonaron en cuenta 16 millones.
A. Las operaciones bancarias no se hacen con el fin de no deshacerlas. Se pueden hacer inicialmente de una forma y luego transformarlas en otras posteriores si se acogen a otros intereses.
S. Pero lo cierto es que ustedes constituyeron este pagar¨¦. Es un dinero que no genera informaci¨®n. ?Es cierto que usted acudi¨® al banco con su padre y con un malet¨ªn donde llevaban los 14 millones en met¨¢lico?
A. He explicado todo lo que se refiere a mi leg¨ªtimo dinero y esa es mi respuesta, concreta, extensa, amplia y calificatoria.
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