No te f¨ªes de las mujeres

El acusador Salas apela al Tribunal para recordar que el c¨®digo de enjuiciamiento criminal dice que el acusado debe responder de forma precisa y clara. El presidente recuerda al letrado que en ese recordatorio ha consistido parte de su actividad durante la v¨ªspera. El defensor a?ade que el art¨ªculo 389 demanda que las preguntas sean precisas y claras. Hasta ahora, nadie est¨¢ a gusto con el desarrollo del juicio. Visto desde fuera, hasta hoy, ha quedado claro que Amedo no ha a?adido nada relevante al sumario; y que el presidente tiene prisa.En el tramo final de la declaraci¨®n de Amedo, se ha hablado de las dos mujeres, Inmaculada y Blanca, que con sus declaraciones ante Garz¨®n han perjudicado de una manera m¨¢s clara a Amedo. Han declarado que vieron la bomba que mat¨® a Garc¨ªa Goena, que los acusados hablaron de ello en su presencia; que con ese atentado, contra vascos que no pertenec¨ªan a ETA, quer¨ªan vengarse de sus superiores que les trataban mal. Que Amedo y Dominguez pertenec¨ªan a los GAL y trabajaban para el gobierno.

Amedo se ha ido creciendo. Est¨¢ m¨¢s tranquilo que el letrado Salas, responde con sentido del humor. Por ejemplo, a una pregunta del abogado, contesta con otra pregunta: "?Es que pone en duda las virtudes como investigador del juez Garz¨®n?" En otra ocasi¨®n, cuando el abogado quiere saber por qu¨¦ enga?¨® a este juez, al declarar que no hab¨ªa visto a Blanca desde hac¨ªa meses (cuando en realidad Blanca le hab¨ªa visitado en la c¨¢rcel y posteriormente cambiado su declaraci¨®n; aunque luego volvi¨® a ratificarse en la primera), Amedo dice: "Usted es h¨¢bil, pero es quien trata de enga?arme". Gran enfado de Salas, seguido de intervenci¨®n del presidente: "Ha comenzado usted hablando de enga?o y el acusado le responde en el mismo sentido. Mi deber es velar por el cumplimiento de los derechos constitucionales, del letrado y del acusado".

"Los de ETA te conocen"

Un nombre, el de Txema Montero, miembro de Herri Batasuna, ha sido citado por Amedo en varias ocasiones. Montero atemoriz¨® a Inmaculada: "Los de ETA te conocen bien", le dijo. Y a?ade Amedo: "Inmaculada, y luego Blanca, se pleg¨® a sus exigencias". Salas pregunta: "C¨®mo supo usted de las declaraciones de Inmaculada, ?por los medios de comunicaci¨®n?" "Por un medio, uno solo que lo public¨®. Esto se ven¨ªa preparando desde hac¨ªa m¨¢s de un a?o y lo soltaron en el momento preciso. Ese medio, a cambio de la informaci¨®n, logr¨® una entrevista con un dirigente de ETA que fue pura propaganda". Y Amedo, plenamente protagonista, pero sobrio, como un buen actor americano ajeno al m¨¦todo, a?ade: "Y digo yo, se?or Salas, que si Inmaculada sab¨ªa todo eso de m¨ª desde hac¨ªa un a?o, lo normal hubiera sido que lo denunciara, y no espera r a que el se?or Montero se pusiera en contacto con ella. ?Acaso ten¨ªa miedo? ?Es el seflor Montero, que tiene a los pistoleros detr¨¢s, quien le quita el miedo?" Amedo deja caer la pregunta lleno de satisfacci¨®n. Ha sido una brillante intervenci¨®n. En ese punto el acusador Castells, defensor de etarras, protesta para decir que se tenga en cuenta el honor de personas que no est¨¢n aqu¨ª y no se pueden defender.

Luego, Salas vuelve a la carga: "Un juez franc¨¦s dict¨® orden de busca y captura contra usted por pertenecer a banda armada..." "No tuve ninguna preocupaci¨®n, una confusi¨®n", contesta. Y contin¨²a Salas: %No es verdad que su jefe le telefone¨® para que fuera a ver al ministro Barrionuevo?" Amedo, que poco antes hab¨ªa hablado de utop¨ªas responde: "Las entelequias carecen de respuesta".