Las elecciones en Sicilia ponen hoy a prueba a todos los partidos italianos
Cerca de 4.200.000 sicilianos, que representan el 10% del electorado italiano, est¨¢n llamados hoy a las urnas para elegir, entre 1.072 candidatos de 30 partidos, a los 90 componentes de la Asamblea regional de este territorio aut¨®nomo. Los comicios, tras el castigo inesperadamente severo impuesto por los sicilianos a la pol¨ªtica de clientelas en el refer¨¦ndum sobre las preferencias del pasado domingo, constituyen una prueba de fuego para la Democracia Cristiana (DC), que tiene en el Sur su feudo; para el Partido Socialista Italiano (PSI) de Bettino Craxi, el m¨¢s derrotado en el refer¨¦ndum, y para el Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS), de Achille Ochetto, que se enfrenta por primera vez con los electores.
Nunca Roma se hab¨ªa ocupado tanto de esta antigua perla de la Corona espa?ola y, sin embargo, los problemas de Sicilia, el agua que nunca llega a pesar de que la Administraci¨®n aut¨®noma tiene gastados miles de millones para conseguirla, las bolsas de miseria urbana que sobreviven misteriosamente a los planes de vivienda m¨¢s fara¨®nicos y la omnipresente Mafia, con su ya larga historia de prosperidad econ¨®mica ba?ada en sangre, han pasado casi desapercibidos.Desde el primer ministro, Giulio Andreotti , hasta su rival, Ciriaco de Mita, pasando por Arnaldo Forlani, por hablar de los democristianos, como Craxi, como Ochetto, como el republicano Giorgio La Malfa, todos los pol¨ªticos italianos de primera l¨ªnea no han dudado en dejar en la capital a un presidente de la Rep¨²blica, Francesco Cossiga, definitivamente enfermo de aislamiento, para batirse el cobre en las tierras secas del extremo meridional europeo. Pero ya lo dijo el l¨ªder socialista, con escasa diplomacia, en el discurso de cierre de campa?a que pronunci¨® el viernes en Palermo: "No es por amor a los sicilianos. Es porque estas elecciones han ca¨ªdo en un momento particularmente dif¨ªcil de la pol¨ªtica italiana y porque, tras los resultados del lunes, se abrir¨¢ la campa?a de las generales, seg¨²n espero".
Orlando, francotirador
Leoluca Orlando es el francotirador que amenaza a todos. Con La Rete, su movimiento intrapartidario reci¨¦n creado de oposici¨®n al sistema, este ex alcalde democristiano de Palermo, que dimiti¨® en la cima de su popularidad para, seg¨²n dice, "poder seguir siendo honesto", pretende derribar a la DC del r¨¦cord hist¨®rico de votos que ¨¦l mismo le proporcion¨®, quitar otros votos a Ochetto y llevar adelante el movimiento de rechazo de Craxi.Orlando s¨ª ha hablado ampliamente en campa?a de la Mafia, que mantiene su vida en vilo. "La Mafia es una pieza esencial de un sistema de poder, que triunfa por la misma raz¨®n que no se castig¨® el asesinato de Aldo Moro, la operaci¨®n Gladio, la P-2 y tantos agujeros negros de nuestro sistema", ha dicho. Bettino Craxi, en cambio, caracteriza a la Mafia como un simple problema de imagen.
La violencia mafiosa se ha alejado de Palermo, que es hoy mismo una ciudad segura y rica, volcada en un consumo a la americana de coches supertecnologizados, de omnipresentes tel¨¦fonos de bolsillo y de la pornograf¨ªa dura que llena los quioscos. Catania, en el Este, concentra casi todo el empe?o asesino de unas bandas que siguen peleando en su marco urbano degradado. En el interior del pa¨ªs, donde se esconden los laboratorios de hero¨ªna que sustentan mucho progreso, un pueblo de menos de 10.000 habitantes, Tortorici, ha registrado diez asesinatos mafiosos en el ¨²ltimo a?o.
Si hubiera que juzgar por la capacidad de convocatoria en la calle, el mensaje de Orlando lograr¨ªa muchos m¨¢s apoyos que el de Craxi. Pero los peri¨®dicos informan de que con dos billetes de 100.000 liras, entregados por mitados para poder controlar que el elector cumplir¨¢ su compromiso, e incluso con cinco kilos de pasta se est¨¢n comprando los votos. Las elecciones sicilianas se celebran con el sistema de preferencias abolido en el refer¨¦ndum del pasado domingo y la Mafia controla entre 120.000 y 500.000 votos, seg¨²n c¨¢lculos forzosamente imprecisos.
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