"Las sanciones deben mantenerse hasta que se erradique el 'apartheid"
La opini¨®n internacional est¨¢ pendiente de lo que ocurra con el apartheid. La Comunidad Europea (CE) est¨¢ convencida de que el sistema racista se est¨¢ desmoronando, y ya no quiere seguir manteniendo las sanciones contra Sur¨¢frica. Incluso la Organizaci¨®n para la Unidad Africana (OUA) est¨¢ considerando una acci¨®n similar.Pregunta. ?Cu¨¢l es la postura del ANC en relaci¨®n con las sanciones comerciales y de inversi¨®n?
Respuesta. Nuestra postura es la misma de siempre. El principal y m¨¢s importante objetivo de las sanciones es asegurar que todo surafricano, blanco o negro, tenga derecho a decidir sobre su propio destino. Todos los surafricanos deben poder disfrutar del derecho al voto y elegir a quien quiera para el Parlamento. El segundo objetivo de las sanciones es la total erradicaci¨®n del apartheid. Ninguno de ellos se ha logrado. Por tanto, nuestra postura es que se deben mantener las sanciones.
P. Es decir, hasta que se eliminen todos los pilares legales del apartheid y se consiga el sufragio universal usted defiende el mantenimiento de todas las sanciones comerciales.
R. Exactamente. Aunque, claro est¨¢, hay grados. Las sanciones solamente deber¨¢n ser eliminadas cuando se haya aprobado una nueva Constituci¨®n para Sur¨¢frica. Sin embargo, comprendemos que no va a ser f¨¢cil elaborar una Constituci¨®n aceptable para todos los surafricanos. No ser¨ªa justo esperar hasta ese momento para pedir la anulaci¨®n de las sanciones. Ser¨¢ necesario que actuemos con buena fe ante una declaraci¨®n del Gobierno comprometi¨¦ndose a elaborar una Constituci¨®n democr¨¢tica para Sur¨¢frica.
P. ?Qu¨¦ efecto tendr¨¢ la derogaci¨®n de los pilares del apartheid?
R. Como quiera que exig¨ªamos la derogaci¨®n de esa legislaci¨®n, su consecuci¨®n es una victoria para el movimiento de liberaci¨®n. Es una medida por la que el Gobierno debe congratularse. Pero la simple derogaci¨®n de esas leyes no permite a los carentes de derechos aprovecharse de esa medida. Se nos han de conceder los medios, entre los que se incluyen los recursos necesarios para que los negros desheredados puedan comprar tierras.
De momento, los negros no tienen posibilidad alguna de aprovechar la derogaci¨®n, pues el Gobierno no les ha concedido el capital. Es m¨¢s, est¨¢n tambi¨¦n aquellos que han sido arrojados de sus tierras. Est¨¢ tambi¨¦n la cuesti¨®n fundamental de un reparto equitativo de tierras. En la actualidad, el 87% de la tierra pertenece a la minor¨ªa blanca, en tanto que la gran mayor¨ªa dispone solamente del 13% restante.
P. La postura del Gobierno en este aspecto es: "Olvidemos el pasado. De ahora en adelante ya no habr¨¢ discriminaciones debido a la raza, pero carecemos de los recursos Financieros necesarios para redistribuir la riqueza"
R. Estamos de acuerdo con el principio de olvidar el pasado, porque es la ¨²nica base para poder avanzar y arreglar nuestros problemas. Pero olvidemos el pasado no es m¨¢s que una consigna, una frase, y aunque todas las partes la repitan una y otra vez hay ciertos, problemas pr¨¢cticos que deben ser atendidos. No podemos ignorar el hecho de que los negros constituyen hoy por hoy la inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n.
No podemos ignorar el hecho de que los negros de este pa¨ªs no tienen tierras debido a la pol¨ªtica de anteriores gobiernos. Tenemos que corregir esa injusticia y, a mi modo de ver, la ¨²nica forma de hacerlo es asegurar que la tierra sea distribuida con justicia y que se proporcione a la gente los recursos necesarios para conseguir tierra donde la haya.
Propiedad individual
P. Los cr¨ªticos aseguran que ese tipo de redistribuci¨®n no ha funcionado en el resto de ?frica, ni tampoco en Europa del Este.R. Lo que pedimos aqu¨ª no es la propiedad comunal de la tierra. Pedimos la propiedad individual. No veo por qu¨¦ no puede funcionar el hecho de que si yo consigo un trozo de tierra la pueda hacer productiva y me permita ganarme la vida.
P. Puede que usted no pida la propiedad comunal de la tierra, pero es indudable que la redistribuci¨®n se har¨¢ a expensas de la minor¨ªa blanca.
R. En t¨¦rminos generales, s¨ª. Pero no en la realidad, pues hay enormes extensiones en este pa¨ªs que no est¨¢n ocupadas, que no est¨¢n aprovechadas adecuadamente, y hay gente con tierras que nunca podr¨¢ aprovechar productivamente. En cualquier caso, cuando hay que rectificar los males del pasado siempre habr¨¢ alguien que sufra las consecuencias. No estamos pidiendo algo que prive a alguien totalmente de sus propiedades. Lo que decimos es que se debe llevar a cabo la redistribuci¨®n si ha de hacerse justicia en lo que se refiere a la propiedad de la tierra.
P. ?Cu¨¢l es el principal impedimento para reanudar las conversaciones con el Gobierno?
R. De momento, claro est¨¢, es el tema de la violencia. Desde septiembre de 1984 hemos perdido cerca de 10.000 personas. Desde julio del a?o pasado, la violencia se cobr¨® 2.000 vidas s¨®lo en el Transvaal.
En primer lugar, ha de saber que tanto el Gobierno como los medios de comunicaci¨®n han interpretado err¨®neamente esa violencia como algo estrictamente de negros contra negros. Eso no es del todo cierto. Es s¨®lo parcialmente cierto, porque est¨¢ Implicado. ese elemento. Pero hay varios escuadrones de la muerte profesionales que recorren las zonas conflictivas cometiendo asesinatos.
P. ?Tiene pruebas el ANC?
R. S¨ª. Es indudable que es muy dif¨ªcil probar la existencia de escuadrones de la muerte. No obstante est¨¢ el caso del capit¨¢n Derk Coetzee, quien confes¨® que hab¨ªa estado al mando de una de las unidades cuya ¨²nica misi¨®n era matar a los luchadores por la libertad.
Si fuera solamente su palabra podr¨ªa haber motivos de duda, pero est¨¢ tambi¨¦n un caballero llamado Nofomela, ahora condenado a muerte, que confes¨® haber tomado parte en las actividades de una unidad de la polic¨ªa cuya tarea era matar a los luchadores por la libertad.
Tercero, hace dos meses asesinaron a un jefe importante en Pletermaritzburg: el jefe Mhlabunzima Maphumulo. Un hombre declar¨® haberlo matado como parte de las actividades de una unidad de la polic¨ªa. Hay evidencia de la existencia de esos escuadrones de la muerte.
P. Adem¨¢s de las acusaciones al Gobierno por la actividad de los escuadrones de la muerte, el ANC cree que el Gobierno no hace lo suficiente para detener el derramamiento de sangre entre negros que existe en las townships. ?Qu¨¦ tendr¨ªa que hacer el Gobierno?
R. Deber¨ªa asegurar la presencia de polic¨ªa suficiente para patrullar las zonas conflictivas: Sabemos que uno de los motivos de esta violencia procede de los albergues donde se alojan los inmigrantes, incluidos hombres que han tenido que dejar a su familia en sus pueblos.
Han sido embrutecidos y deshumanizados por este sistema, en el cual se ven obligados a vivir sin sus familias. Eso les hace f¨¢ciles v¨ªctimas de personas que tienen su propio programa, que no quieren que el proceso de paz siga adelante o que desean que tenga ¨¦xito, pero que quieren negociar con un ANC debilitado.
Registrado 1991, New Perspectives Quarterly
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