"Tenemos armas suficientes para ser campeones"
Pregunta. ?Qu¨¦ sensaci¨®n le produce verse en las portadas de los diarios?Respuesta. Tengo una enorme sensaci¨®n de alivio. S¨®lo eso. Y despu¨¦s de lo mucho que he sufrido, reconozco que ¨¦sa es la mejor sensaci¨®n que se puede experimentar, la mayor recompensa. Nada de heroicidades. Nos pagan por tratar de hacer lo mejor posible nuestro trabajo y, sobre todo, por dedicarnos en cuerpo y alma a ¨¦l. S¨®lo a?adir¨¦ una cosa: los futbolistas han sido muy disciplinados, muy profesionales. Siento una enorme felicidad por ellos, pues he sido terriblemente exigente.
P. ?Tan mal lo pas¨® cuando pisaron la zona de descenso?
R. Hubo un momento en que pens¨¦, de coraz¨®n, que no saldr¨ªa de ¨¦sta. Dur¨® tres segundos, pero lo pens¨¦. Estaba saturado. Por m¨ª mismo y por el entorno, que siempre aprieta. Est¨¢bamos con menos ocho y las ideas se entremezclaban en mi cabeza sin demasiado sentido. Finalmente, encontramos el final del t¨²nel.
P. Puede que hasta le haya sorprendido la reacci¨®n de su equipo.
R. Lo que s¨ª puedo asegurarle es que he llegado a este punto agotado. Cuando concluy¨® la Liga, fuimos a Valencia en partido copero y el equipo aguant¨® muy bien, mantuvo un pulso con un gran conjunto y perdi¨® s¨®lo por 1-0. Cuando regresamos a casa pens¨¦: "?Caray!, todav¨ªa tienen ganas de vivir nuevas sensaciones". Me gust¨® que el equipo peleara por la Copa. Luego, en Palma, tuvimos algo de suerte [el Valencia fall¨® un penalti] y pasamos. Entonces me anim¨¦ definitivamente.
P. ?No tiene la sensaci¨®n de que a la gente de la casa siempre le cuesta m¨¢s triunfar?
R. En efecto; y eso lo s¨¦ por que he estado en esta casa cuando hab¨ªa t¨¦cnicos for¨¢neos. Desde muy peque?o, desde ni?o, he sentido devoci¨®n por el Mallorca y, ya ve, ahora voy a dirigir el partido m¨¢s importante de su historia.
P. ?C¨®mo se puede pasar de menos ocho a disputar la final de la Copa del Rey?
R. No dejando de trabajar ni un solo d¨ªa, ni una sola noche, con disciplina e ilusi¨®n. Eso fue lo que nos salv¨®, de eso es de lo que estoy m¨¢s orgulloso. La plantilla y yo hemos pasado momentos muy malos, tuvimos discrepancias pero siempre hubo la decisi¨®n de hacer las cosas como deb¨ªamos.
P. ?Qu¨¦ sucedi¨® para caer en el bache?
R. Empezamos la temporada con lo que consider¨¢bamos el equipo ideal, pero se nos estrope¨® poco a poco. Algunos se lesionaron, otros bajaron la guardia, yo deb¨ª de cometer alg¨²n error y el equipo perdi¨® su personalidad, el rumbo, su sello.
P. ?Le cost¨® mucho reemprender el vuelo?
R. Much¨ªsimo. Ten¨ªa s¨®lo un reducido grupo de jugadores con la mentalidad adecuada para lo que yo pretend¨ªa, pero a fuerza de trabajar mucho, de comunicarme con ellos, de realizar charlas individuales, colectivas, ganamos un poquito de terreno a la parcela negativa de la plantilla. He de reconocer que cuando llegamos a la situaci¨®n l¨ªmite (-8), acab¨¦ con las buenas palabras y pasamos a los hechos. Prescindimos de algunos futbolistas, incorporamos a gente joven y salimos a flote.
Esp¨ªritu ganador
P. ?Con qu¨¦ esp¨ªritu se presenta en esta final?R. Con esp¨ªritu ganador, por supuesto. Me presento con un equipo modesto, de esos que est¨¢n agazapados y quieren, no s¨®lo dar la cara, sino ganar. Somos modestos, s¨ª, pero nadie nos puede privar de pensar que somos tan buenos como los otros. Adem¨¢s, un finalista siempre ha de hacer honor a su condici¨®n de equipo privilegiado.
P. ?Cree, de verdad, que puede sorprender al Atl¨¦tico?
R. No olvide que somos los ¨²nicos que les hemos ganado los dos partidos de Liga. Los ¨²nicos. Tenemos armas suficientes para ser campeones. Y lo saben. Ellos son los favoritos, s¨ª, pero yo no me fiar¨ªa de este Mallorca.
P. ?Esta final tiene truco?
R. No demasiado. Una final no suele ser, desgraciadamente, el mejor partido del a?o. Simplemente espero que mis jugadores no pierdan el tono demostrado en las ¨²ltimas semanas. Puede que nuestras posibilidades, eso s¨ª, pasen por anular dos o tres puntos del Atl¨¦tico. Si somos capaces de desenchufar a Schuster y Futre, por ejemplo, el conjunto baja su potencia al perder creatividad. Ser¨¢ un partido de coraz¨®n, de pelea, de lucha. El Mallorca tiene unas armas muy buenas para contener al rival; si podemos salir a la contra, se lo pondremos muy dif¨ªcil.
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