La Fiscal¨ªa de Roma afirma que Calvi fue asesinado y abre una investigaci¨®n
Roberto Calvi, presidente del antiguo Banco Ambrosiano encontrado ahorcado bajo el puente londinense de Blackfriars el 17 de junio de 1982, no se suicid¨®, como hab¨ªan afirmado las autoridades brit¨¢nicas, sino que fue asesinado por alguien para apoderarse de sus documentos secretos, seg¨²n mantienen los jueces de la Fiscal¨ªa de Roma. A nueve a?os de distancia de aquel suceso que conmocion¨® a Europa, la justicia italiana ha decidido abrir una investigaci¨®n encaminada a descubrir a los organizadores y a los autores materiales del crimen.
Los magistrados italianos han llegado a tal decisi¨®n a trav¨¦s de otra investigaci¨®n sobre los documentos comprometedores que Calvi ten¨ªa en su cartera a la hora de morir.Flavio Carboni, el intrigante mediador sardo, el ¨²ltimo que vio a Calvi en Londres, intent¨® vender los documentos al Vaticano por 51.000 millones de liras (unos cuatro mil millones de pesetas) a trav¨¦s del obispo checoslovaco Pavel Hnilica, ferviente anticomunista y amigo de Juan Pablo II. El obispo en cuesti¨®n vive desde hace muchos a?os en la sede de la curia vaticana.
Tras dos a?os de investigaci¨®n, los jueces Mario Almerighi y Francesco de Leo han conseguido hacerse con las pruebas de que Carboni vendi¨® los documentos secretos de Calvi al obispo Hnilica. Los dos acaban de ser procesados.
Un amigo del Papa
El obispo, amigo del papa Wojtyla, se hab¨ªa defendido en los primeros interrogatorios afirmando que hab¨ªa sido chantajeado por Carboni y que ante el miedo de que algunos de aquellos documentos pudieran empa?ar la imagen de la Iglesia y del Vaticano se dirigi¨® al entonces secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli, pidi¨¦ndole los 4.000 millones de pesetas para comprar los documentos secretos.Monse?or Hrillica hab¨ªa entregado ya a Carboni dos cheques de 50 millones de pesetas cada uno cuando el Instituto para las Obras Religiosas (IOR), el banco del Papa, entonces a¨²n en manos de monse?or Paul Marcinkus, anul¨® los pagos.
Los jueces romanos han encontrado muchos otros cheques en sociedades y en casas particulares y est¨¢n convencidos de que Carboni consigui¨® arrancar mucho dinero al Vaticano.
Y es que en la cartera de Calvi, adem¨¢s de documentos, hab¨ªa toda una serie de llaves para abrir cajas de seguridad ubicadas en Suiza con los documentos m¨¢s delicados.
Los jueces tienen en sus manos, entre otras muchas cosas, una carta que Calvi escribi¨® a Juan Pablo II, poco antes de aparecer muerto en Londres, y la cual se considera enormemente significativa. La autenticidad de su firma aut¨®grafa ha sido confirmada por la viuda de Calvi. Los peritos han confirmado tambi¨¦n que fue escrita con la m¨¢quina personal de Calvi.
La misiva fue dirigida por este al Papa el 5 de junio de 1982, 13 d¨ªas antes de morir. Dice as¨ª: "He sido yo quien por encargo de sus dignos representantes he concedido recursos financieros a favor de muchas asociaciones pol¨ªtico-religiosas del Este y de Occidente y he coordinado en toda Centroam¨¦rica la creaci¨®n de numerosas entidades bancarias con la finalidad,. sobre todo, de contrarrestar la penetraci¨®n y expansi¨®n de ideolog¨ªas filomarxistas". A?ade tambi¨¦n algo que los jueces consideran de gran importancia para demostrar c¨®mo hab¨ªa chantajeado a Calvi antes de su muerte: "Muchos me han hecho ofertas muy halag¨¹e?as de ayuda a condici¨®n de que hable de las actividades que he desplegado en inter¨¦s de la Iglesia.
Muchos quieren saber si he ofrecido armas y otros medios a algunos reg¨ªmenes de Am¨¦rica del Sur para ayudarles a combatir a nuestros enemigos comunes, y si he ayudado econ¨®micamente a Solidaridad o he concedido armas y financiaci¨®n a otros pa¨ªses del Este. Pero no me dejo chantajear...". El fiscal de Roma, Francesco de Leo, ha comentado: "Son afirmaciones que hace nueve a?os hubiesen creado un terremoto pol¨ªtico". Tambi¨¦n Carboni en una carta suya al papa Wojtyla escribe: "El contenido de estas cartas de Calvi y de muchas otras, por las que hab¨ªa pedido 4.000 millones de pesetas, no fue divulgado gracias a una intervenci¨®n providencial que impidi¨® que cayeran en manos de quien estaba dispuesto a utilizarlas para golpear a¨²n m¨¢s a la Iglesia".
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