Baker y Besm¨¦rtn¨ªj afirman que el acuerdo sobre desarme nuclear est¨¢ a punto

Despu¨¦s de cuatro d¨ªas de largas e intensas negociaciones, Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica no consiguieron alcanzar ayer en Washington un acuerdo definitivo en la negociaci¨®n del Tratado de Reducci¨®n de Armas Estrat¨¦gicas (START). A pesar de este jarro de agua fr¨ªa, los jefes de las diplomacias de ambas potencias, James Baker y Alexandr Besm¨¦rtnij, coincidieron en se?alar ayer que "el acuerdo final est¨¢ muy, muy cerca".

Las negociaciones, centradas ahora en cuestiones t¨¦cnicas, continuar¨¢n esta semana en Londres, donde los presidentes George Bush y Mijail Gorbachov tienen previsto celebrar una reuni¨®n, en la que se podr¨ªa alcanzar el acuerdo definitivo que concluir¨ªa 10 a?os de negociaciones.Seg¨²n el secretario de Estado norteamericano, en las reuniones celebradas en Washington durante los ¨²ltimos cuatro d¨ªas han prevalecido "el di¨¢logo y a buena fe". Baker explic¨® ayer que durante las conversaciones con los sovi¨¦ticos se alcanzaron muchos acuerdos, pero que uno de los temas en discusi¨®n qued¨® bloqueado, y eso impidi¨® que Washington y Mosc¨² pudieran anunciar al mundo el esperanzador acuerdo que reduce el peligro de una guerra nuclear, a pesar de que el START no impedir¨¢ que EE UU conserve 10.000 misiles nucleares y la Uni¨®n Sovi¨¦tica 8.000. Un arsenal capaz de destruir el mundo en cuesti¨®n de minutos.

Baker fue muy claro al se?alar que se hab¨ªa alcanzado un acuerdo en dos de los tres puntos en discusi¨®n. "Hemos desbloqueado las diferencias en el tema del intercambio de informaci¨®n sobre vuelos de misiles en prueba y en el del n¨²mero de cabezas nucleares que han de llevar algunos misiles, pero queda pendiente un aspecto muy t¨¦cnico del tercer punto, el que hace referencia a la definici¨®n de los nuevos misiles", dijo Baker. Se trata de una cuesti¨®n de suma importancia, porque se debe definir con exactitud qu¨¦ cantidad de carga debe colocarse en un proyectil para ser considerado un nuevo tipo de misil.

A pesar de la falta de acuerdo, el secretario de Estado y el ministro de Exteriores sovi¨¦tico explicaron que los expertos y los t¨¦cnicos de ambos pa¨ªses continuar¨¢n trabajando en la resoluci¨®n de este punto y que el acuerdo final quedaba en manos de Bush y Gorbachov.

La pasada semana, en un intento desesperado de resolver este tema, el propio presidente Bush convenci¨® a Gorbachov de que enviara una delegaci¨®n de expertos a Washington para de bloquear el START, el acuerdo que ha frenado por completo la pol¨ªtica de acuerdos bilaterales que ha presidido las relaciones norteamericano-sovi¨¦ticas durante los cuatro ¨²ltimos a?os. La proximidad -de estas conversaciones con la cumbre econ¨®mica del Grupo de los Siete hizo pensar a algunos que Washington deseaba presionar a Gorbachov en un intento de cambiar misiles por dinero. Bush desminti¨® categ¨®ricamente esta circunstancia.

Los tres puntos que imped¨ªan el acuerdo START son el intercambio de informaci¨®n telem¨¦trica en el vuelo de misiles en prueba, la definici¨®n de los nuevos misiles y el n¨²mero de cabezas nucleares de algunos proyectiles. El segundo punto es el que contin¨²a bloqueado.

Las dos partes contin¨²an pensando que es fundamental alcanzar un acuerdo en el START para desbloquear la cumbre que Bush y Gorbachov deben celebrar en Mosc¨² y que los sovi¨¦ticos consideran esencial para poder seguir adelante con sus reformas internas. En Washington se ha discutido incluso el calendario de la a¨²n hipot¨¦tica cumbre.

Baker reconoci¨® que algunos de los temas en discusi¨®n son de tal complejidad que ni ¨¦l, ni Besm¨¦rtnij, ni la mayor parte de los miembros de sus delegaciones pudieron entender f¨¢cilmente muchos de los problemas que les plantearon los cient¨ªficos.