Tibio comienzo
En paralelo con su programa principal dedicado a las grandes figuras, el Festival de Vitoria, que dio comienzo el lunes, ha preparado una especie de categor¨ªa sub-21 para que los m¨¢s j¨®venes aprendan a dar sus primeros pasos en el jazz.En su segundo a?o de existencia, la secci¨®n Jazz del siglo XXI se ha inaugurado con Joey DeFrancesco. Nacido en 1971, el antiguo teclista de Miles Davis se ha apuntado a la corriente revisionista y se ha especializado en el ¨®rgano. DeFrancesco fluct¨²a entre el oricio de demostraci¨®n de las excelencias del famoso Hammond B-3 cuando desata sus dedos y el de hombre orquesta cuando lo toca simult¨¢neamente con la trompeta a la manera de Miles. En las dos facetas prima la est¨¦ril exhibici¨®n de virtuosismo y el r¨¢pido y mon¨®tono goteo de notas que machacan siempre sobre el mismo punto.
Joey DeFrancesco Quintet
Palacio de Congresos Europa. Precio: 500 pesetas. Aforo: 150 personas.Sweet Honey in the Rock / David Sanborn Group Polideportivo Mendizorrotza. Precio: 1.700 pesetas. Aforo: 2.500 personas. D¨ªa 15 de julio. Vitoria.
Estreno
Sin embargo, la secci¨®n senior del festival comenz¨® muy bien con el estreno en Espa?a del grupo vocal femenino Sweet Honey in the Rock. Forman el quinteto cinco voces poderosas, bellas y d¨²ct¨ªles; cada una especializada en una materia concreta, pero perfectamente compatibles para interpretar un repertorio variado que va del blues al espiritual, pasando brillantemente por diversos palos del folclor africano. Cantaron a capella y pu?o en alto canciones dedicadas a la libertad, lanzaron encendidos vivas a los pueblos en lucha y se metieron al p¨²blico en el bolsillo cuando le hicieron participar de la fiesta. Resulta chocante que este grupo fundado en 1973 sea ignorado en Estados Unidos ¨²nicamente por su posici¨®n pol¨ªtica, tachada de radical por alguna mente pacata.David Sanborn s¨ª ha triunfado en su pa¨ªs y en todo el mundo. El sonido que saca a su saxof¨®n, vehemente, ¨¢spero y algo crispado, responde a exigencias casi f¨ªsicas. Al cumplir los tres a?os sufri¨® un ataque de pol¨ªo que le recluy¨® en un pulm¨®n de acero; cuando pudo abandonarlo, los m¨¦dicos recomendaron a sus padres que el muchacho tocara alg¨²n instrumento de viento para acelerar su recuperaci¨®n. Estos hechos configuran su forma de tocar el saxo alto. Posee un arco expresivo muy limitado que no frecuenta los registros graves pero ofrece a cambio un surtido cat¨¢logo de agudos y agud¨ªsimos. Inevitablemente terminan por producir fatiga auditiva, sobre todo ahora que los pasea pertinazmente por la milonga y el calypso junto a un grupo que le supera claramente, compuesto por Al Foster y Don Alias, percusionistas; Kenny Kirkland, un pianista de categor¨ªa, y Charnett Moffett, un espectacular contrabajista que lucha a muerte con su instrumento cada noche.
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