El PDM se retira rodeado de sospechas
La ausencia de una versi¨®n oficial provoc¨® ayer todo tipo de especulaciones sobre la desconocida dolencia que provoc¨® el abandono del equipo holand¨¦s PDM con tres hombres entre los 10 mejores: Breukink (tercero), Kelly (sexto) y Alcal¨¢ (noveno). Todos ten¨ªan fiebre alta, dolores musculares y agotamiento f¨ªsico, y se habl¨® de intoxicaci¨®n alimenticia, virus infeccioso o enfermedad bacteriana. El PDM no pudo evitar que resurgiera a su alrededor la sombra del dopaje. El Tour se traslada hoy a Pau, donde ma?ana, tras un d¨ªa de descanso, se iniciar¨¢ la 121 etapa, con final en Jaca tras 192 kil¨®metros y dos puertos de primera.
L. G?MEZ ENVIADO ESPECIAL, La posibilidad de un abandono en pleno del equipo holand¨¦s del PDM se confirm¨® a primeras horas de la ma?ana cuando qued¨® claro que la evoluci¨®n de los ¨²ltimos corredores en sentir los efectos de la enfermedad les impedir¨ªa tomar la salida. El irland¨¦s Kelly y el mexicano Alcal¨¢ llegaron aparentemente indemnes a la meta de Quimper, pero entraron en un fuerte acceso febril pasadas las ocho de la noche del lunes.La decisi¨®n de los responsables del equipo no se hizo esperar y comenzaron las gestiones para devolver a sus casas a los corredores. Kelly parti¨® en avi¨®n hacia B¨¦lgica, Alcal¨¢ a Suiza, Earley a Irlanda, mientras el grueso de los corredores holandeses tomaban un autob¨²s rumbo a Amsterdam. Entretanto, Verhoeven era sometido, ya en Holanda, adonde se dirigi¨® el mismo lunes, a unos an¨¢lisis de sangre. El primer dictamen hablaba de un origen bacteriano y no descartaba la posibilidad de una intoxicaci¨®n causada por la alimentaci¨®n.
Este dato aument¨® la confusi¨®n, puesto que los m¨¦dicos de la organizaci¨®n de la ronda francesa procuraron en todo momento no inclinarse por la intoxicaci¨®n alimenticia. De hecho, el primer comunicado oficial del Tour hablaba de que los corredores del PDM eran "v¨ªctimas de un s¨ªndrome febril", sin m¨¢s ampliaciones. La organizaci¨®n recomendaba que se efectuaran los an¨¢lisis y ex¨¢menes necesarios para aclarar el verdadero origen de esta dolencia.
La tesis de la intoxicaci¨®n encontraba un obst¨¢culo en un hecho: el resto del personal auxiliar del equipo holand¨¦s, que suele tomar los mismos alimentos que los corredores en los hoteles donde se suelen hospedar, no estaba afectado por los s¨ªntomas de la enfermedad. Pero en la ma?ana de ayer los medios de informaci¨®n holandeses apuntaban a que el director del equipo, Jan Gisperts, tambi¨¦n estaba afectado y que el personal auxiliar del PDM no tom¨® la misma comida que los corredores en un hotel de Rennes, donde se han centrado las primeras sospechas. Al parecer, s¨®lo los corredores comieron espaguettis aquel d¨ªa, pero no los auxiliares.
Despedida con l¨¢grimas
Curiosamente, el equipo holand¨¦s ha vivido alojado en solitario durante las dos ¨²ltimas jornadas de la carrera, lo que ha impedido acabar con semejante sospecha. Habitualmente, los equipos se reparten en varios hoteles pr¨®ximos a las localidades donde terminan las etapas, y es muy frecuente que coincidan dos o m¨¢s equipos en el mismo establecimiento, a los que se les sirve id¨¦ntica comida.
La ma?ana de la jornada de ayer fue una jornada de despedidas para el equipo PDM. Algunos corredores, caso de Alcal¨¢, no pod¨ªan evitar las l¨¢grimas. Otros, como Breukink, se mostraban m¨¢s enteros: "La ¨²nica cosa que me interesa en estos momentos es mi salud. Quiero saber qu¨¦ es lo que pasa en mi cuerpo. Esto ha sido un desastre para m¨ª y para mi equipo". Breukink explicaba que se sent¨ªa cansado s¨®lo de recorrer el pasillo del hotel. "Ahora estoy muy decepcionado. Me voy a casa. S¨¦ que all¨ª lo voy a pasar muy mal estos d¨ªas".
Los ¨²ltimos en caer afectados por la enfermedad fueron Alcal¨¢, y Kelly, quienes comenzaron la etapa del lunes con aparente normalidad. En su transcurso, Alcal¨¢ comenz¨® a sentir dolores en las piernas; cerca del final, dolor en la nuca. Alcal¨¢ cotej¨® esos s¨ªntomas con Kelly, que se encontraba en una situaci¨®n parecida. Por aquellos momentos, su compa?ero Breukink viajaba en cola del pelot¨®n, fuertemente abrigado, y con dificultades para seguir al grupo.
En la jornada del lunes la etapa registr¨® ciertos detalles que no han llegado a ser divulgados. A la vista de la debilidad evidenciada ese d¨ªa por el PDM, los directores de los equipos italianos intentaron buscar colaboraci¨®n en otras escuadras para desempe?ar un ataque en toda regla. Se encontraron con la negativa del Z del estadounidense LeMond y del Banesto. "No encuentro l¨®gico atacar a una ambulancia", declar¨® el l¨ªder.
Delgado e indur¨¢in recibieron, por entonces, la orden de vigilar la cabeza del pelot¨®n para no verse sorprendidos ante la posibilidad de alg¨²n ataque. De hecho, el italiano Chiapucci intent¨® una nueva acometida m¨¢s de las numerosas que lleva protagonizadas casi desde el mismo inicio de la prueba, pero no encontr¨® la colaboraci¨®n que buscaba.
"El dopaje no da fiebre"
Finalmente, las especulaciones han alcanzado al escabroso asunto del dopaje. "El dopaje no produce fiebre", se?al¨® el m¨¦dico del PDM con cierta soma. Un diario divulg¨® que los corredores recibieron una medicaci¨®n que pod¨ªa estar en mal estado para recuperarse del esfuerzo de la contrarreloj del s¨¢bado anterior.
Las sospechas de dopaje han sido muy numerosas en el ciclismo holand¨¦s en los ¨²ltimos tiempos, incluso con fallecimientos. El caso de Theunisse comenz¨® cuando este corredor militaba en el PDM. La medicaci¨®n que tom¨® Delgado en 1988, y que origin¨® la pol¨¦mica del positivo que casi le cuesta el triunfo, correspond¨ªa tambi¨¦n a su etapa en el PDM.
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