La calzada romana de Cercedillla
Hace mucho tiempo, cuando todos los caminos llevaban a Roma, las calzadas latinas cruzaban la Pen¨ªnsula en todas direcciones. En la Comunidad de Madrid a¨²n quedan importantes vestigios de estas "carreteras" latinas. La que ha llegado hasta nosotros, en mejor estado, es conocida con el nombre de calzada de Cercedilla. Recorrer su trazado, a trav¨¦s del paisaje de la sierra del Guadarrama, puede ser una interesante excursi¨®n de pocas horas.A partir de Cercedilla, la calzada es perfectamente visible. Se vislumbra entre las dehesas del valle cercano al municipio. Esta v¨ªa romana toma r¨¢pidamente una fuerte y empinada vertiente entre pinares. El brillo de sus cantos rodados marca el itinerario que habr¨¢ que seguir.
Los estudiosos no se ponen de acuerdo a la hora de "trazar" el recorrido exacto de esta v¨ªa de comunicaci¨®n. De todas formas, lo m¨¢s probable es que uniese Segovia con Alpedrete, Collado Villalba y Torrelodones. En las actuales Las Rozas y el monte de El Pardo se divid¨ªa hacia el Este y Sur de Espa?a.
La calzada asciende, entre las monta?as de Madrid, hasta los 1.700 metros. El descenso comienza a partir del puerto de Fuenfr¨ªa, en donde la v¨ªa se adentra en tierras de Segovia. Cruza los bosques de Valsa¨ªn y se pierde entre las llanuras de Castilla y Le¨®n.
Seguir el camino marcado por la calzada romana puede proporcionar al excursionista la contemplaci¨®n de bellas panor¨¢micas. Los m¨¢s curiosos pueden descubrir, a ambos lados del camino, algunas ermitas, ventas y edificios medievales. Por ejemplo, a 1.600 metros de altura, se sit¨²an las ruinas de Casar¨¢s, una edificaci¨®n del reinado de Enrique III. Este rey construy¨® junto al camino romano este pabell¨®n de caza. La edificaci¨®n se sigui¨® utilizando hasta Felipe II.
Cuando Carlos III mand¨® construir una nueva carretera por el Guadarrama, la v¨ªa romana comenz¨® su decadencia.
Domingo Pliego, escritor y monta?ero en su Guia did¨¢ctica de la sierra de Madrid, describe perfectamente todos los lugares por donde pasa la calzada. Una recomendaci¨®n para los m¨¢s despistados: aunque el paisaje que rodea la calzada invita a pasar muchas horas en esta zona, hay que volver pronto al punto de partida. La oscuridad dificulta mucho la bajada.
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