?Se queda o se va?
Sigue el litigio entre Ewing y los Knicks
C. L. SMITH MU?IZ, ?Se queda o se va? Ni siquiera el mismo Patrick Ewing, el p¨ªvot de los Knicks de Nueva York, aparenta saber la respuesta y mantiene un silencio casi absoluto. Su intento de conseguir que un juez anulara su contrato fracas¨® rotundamente y ahora le toca decidir si cumple con los cuatro a?os restantes del acuerdo o exige un traspaso.
El caso de Ewing ofrece poca l¨®gica. Cuando Ewing firm¨® en 1985 su contrato actual por 10 a?os, con un valor de 30 millones de d¨®lares, insisti¨® en una cl¨¢usula que le permitirla convertirse en un jugador libre con restricciones si no estaba entre los cuatro mejores pagados de la Liga despu¨¦s de cumplir seis temporadas.
Seg¨²n los Knicks lo era. Seg¨²n su representante, David Falk, de la empresa ProServ, no lo era. Ewing estaba tan convencido de su argumento que rechaz¨® una renovaci¨®n de contrato que le hubiera pagado la suma incre¨ªble de 33 millones de d¨®lares durante los pr¨®ximos seis a?os. Ahora Dave Checketts, el presidente de los Knicks, afirma que no tiene por que renegociar los ¨²ltimos cuatro a?os del acuerdo que le pagar¨¢n a Ewing tan s¨®lo 14,2 millones de d¨®lares.
Tres hechos estaban claros desde un principio. Que John Williams (4 millones de d¨®lares), Hakeem Olajuwort (3,5) y Michael Jordan (3,25) tendr¨ªan un sueldo mayor que Ewing (3,18) la pr¨®xima temporada. La disputa se centr¨® en Larry Bird, quien recibir¨¢ un total de 7,1 millones de d¨®lares. El juez Daniel Collins, profesor de Derecho de la Universidad de Nueva York, dictamin¨® la semana pasada que 4,9 millones de d¨®lares del pago de Bird constituven una bonificaci¨®n y como resultado el salario de Ewing era mayor.
Checketts y su nuevo entrenador, el conocido Par Riley, tienen de frente a una inc¨®gnita gigante, una que mide 2,13 metros y se encuentra lleno de amargura. La renovaci¨®n de los Knicks se basa en Ewing, pero s¨®lo si da evidencia de que desea contilimar en la gran manzana. "No vale la pena disfrutar de nuestra victoria", dijo Checketts. "No fuimos nosotros los que iniciamos la batalla. Nos obligaron a defendernos. Pero queda la situaci¨®n sin resolver. ?Quiere Ewing quedarse en Nueva York? ?Quiere jugar aqu¨ª? No puedo decidir por ¨¦l".
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