Ballesteros figura en el grupo de perseguidores del sorprendente l¨ªder John Daly
El estadounidense John Daly (136 golpes) es el sorprendente l¨ªder tras la segunda jornada del PGA, que se celebra en el club Crooked Stick de Carmel (Indiana). Daly, que no estaba invitado en principio para disputar el torneo, cuenta con tres golpes de ventaja sobre el escoc¨¦s Nick Faldo, el principal favorito tras las dos primeras rondas. Ballesteros (143 golpes) figura a cuatro golpes de Faldo, junto a los ilustres Raymond Floyd y Jack Nicklaus. Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal cumpli¨® el recorrido de ayer con 73 y se descolg¨® a 14 golpes del l¨ªder.
Nadie pod¨ªa pensar en la presencia de Daly al mando de uno de los cuatro torneos cl¨¢sicos del circuito mundial. Apenas unos d¨ªas antes de iniciarse la competici¨®n, ni tan siquiera figuraba en la relaci¨®n de inscritos. Era el noveno en la lista de reservas.?Quien es Daly? Se sabe que el 721 en la lista de ganancias del circuito norteamericano. Su palmar¨¦s no impresiona a nadie. De los 24 torneos que ha disputado, no ha pasado el corte en 11 de ellos, un mala tarjeta de presentaci¨®n para cualquier golfista profesional. Su mejor arma es una drive poderoso, pero en el mundillo del golf est¨¢ considerado como un desastroso jugador en los golpes cortos.
"Estoy pegando grandes golpes y tambi¨¦n me siento muy seguro con el putt", manifest¨® ayer despu¨¦s de una jornada memorable, concluida con 67 golpes, cinco bajo el par del campo. A Daly no le asust¨® la tarjeta que present¨® el primer d¨ªa: 69 golpes. Las dificultades comenzar¨¢n ahora. Lejos, pero detr¨¢s, tiene a algunos de los mejores jugadores de las ¨²ltimas d¨¦cadas, gente como Nick Faldo, Raymond Floy o Severiano Ballesteros.
Sin embargo, fueron los favoritos los que sucumbieron a la tensi¨®n en los ¨²ltimos hoyos disputados ayer. Nicklaus, Grady y Faldo enfriaron su juego en el ¨²ltimo tramo del recorrido. "Al Final del d¨ªa, pensaba que iba a acabar con menos golpes", dijo Faldo, que termin¨® con 69 golpes. Durante buena parte de la jornada estuvo cinco golpes por debajo del par, pero sufri¨® un calvario en el hoyo 16, donde cometi¨® un doble bogey. Pese a todo, el jugador escoc¨¦s se declar¨® satisfefecho de la posici¨®n que ocupaba al t¨¦rmino de la segunda jornada. "Quiero darme la oportunidad de ganar este torneo", manifest¨® Faldo.
Interrogado por la demostraci¨®n de potencia de Daly, el escoc¨¦s se?al¨®: "Algunos muchachos tienen la virtud de hacer estallar la pelota". Era una referencia a la pegada de un jugador que en muchos hoyos ha adelantado a sus rivales en 30 metros con su drive.
Daly es un golfista con un gran poder f¨ªsico. Alto y fuerte, parece beneficiarse de la gran longitud del campo de Carmel, donde el ambiente de pesasumbre era palpable despu¨¦s de la muerte de un espectador, alcanzado por un rayo.
Los organizadores de los torneos hacen cuanto pueden para evitar este tipo de accidentes. En los programas oficiales aparecen recomendaciones sobre el peligro de las tormentas y cuando los servicios meteorol¨®gicos o los radares localizan dicha perturbaci¨®n atmosf¨¦rica, inmediatamente avisan a los clubes. ?stos, a trav¨¦s de sirenas, advierten a su vez a los espectadores. Sin embargo, los aficionados prefieren en ocasiones seguir presenciando la competici¨®n, a pesar de los riesgos existentes. "En verdad, no es justo que un hombre venga a vernos jugar al golf y ahora alguien tenga que decir a su familia que ha muerto. Pero cuando Dios te llama, no hay nada que hacer", coment¨® Ken Green. "Llegados a este punto, es responsabilidad de cada uno prevenir los accidentes.
Nunca hab¨ªamos colocado tantos carteles advirtiendo de lo que pod¨ªa pasar. No podemos hacer otra cosa que rezar para que estas cosas no sucedan", coment¨® Jim Awtrey, director ejecutivo de la PGA.
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