La nueva Roma

Hace unos d¨ªas tuve una terrible pesadilla. En ella me despertaba viviendo en el presente la historia de la antigua Roma, pero una historia que transcurr¨ªa acelerada y entremezclada. Tras el desastre de las tropas romanas (p¨®ngase americanas) en la selva de Teutoburgo (p¨®ngase Vietnam), a?os despu¨¦s, tropas romanas junto con tropas auxiliares de las provincincias (p¨®ngase coalici¨®n internacional) celebran un gran desfile triunfal en Roma (p¨®ngase Nueva York) tras aplastar a un reyezuelo en Oriente Pr¨®ximo (p¨®ngase Sadam Husein), que hab¨ªa osado desafiar al poder romano y la pax romana (p¨®ngase nuevo orden mundial). El poder romano dicta sus condiciones a su tradicional enemigo, el Imperio Parto, sumido en des¨®rdenes internos (p¨®ngase URSS). Se consiguen aplastar las revueltas de los esclavos (p¨®ngase movimiento obrero), que se resignan a su suerte con la esperanza de poder comprar alg¨²n d¨ªa su libertad y convertirse en libertos (p¨®ngase ricos). En las ricas ciudades (p¨®ngase pa¨ªses industrializados), la plebe reclama panem et circenses (p¨®ngase pensiones, subsidios, etc¨¦tera, y sociedad de consumo en general). Con todo ello parece consolidarse definitivamente el sistema esclavista (p¨®ngase capitalista). Se comienzan a o¨ªr voces contra la degradaci¨®n de la moral y la tradici¨®n romana (p¨®ngase cristiana y occidental) y contra la vida disoluta, al tiempo que proliferan las sectas... Pero la vida sigue su curso. ?O no?-