"Mata, John, mata"
Daly, el ganador de la PGA, es conocido en el circuito de golf como 'El Asesino'
Killer (asesino), Macho Man (macho) y Wild Thing (salvaje) son algunos de los delicados apodos con que John Daly (EE UU), de 25 a?os, sorprendente ganador del Torneo de la Asociaci¨®n de Golfistas Americanos (PGA), es conocido en el circuito profesional. Daly se adjudic¨® el domingo en Carmel la ¨²ltima cita del Grand Slam de golf, el primer t¨ªtulo de su carrera, gracias a un brutal golpe de salida que le permiti¨® moverse con solvencia en un campo, Crooked Stick, de 6.665 metros, el m¨¢s largo recorrido empleado nunca en un torneo del Grand Slam.
Atractivas historias recorren ya el circuito profesional sobre el inesperado campe¨®n, al que los expertos consideran una firme opci¨®n de futuro para el golf estadounidense. Una de ellas parti¨® de la boca del propio Daly. Interrogado sobre cu¨¢l era el secreto de su impresionante drive (m¨¢s de 270 metros de alcance medio), coment¨® que la clave est¨¢ en su caddie, Jeff Squeaky Medlen, quien, cada vez que Daly lanza su tremendo golpe, grita: "Mata, mata". As¨ª, a estacazos asesinos, el joven golfista acab¨® el torneo con 276 golpes, 11 menos que el espa?ol Severiano Ballesteros y 15 por debajo del gal¨¦s lan Woosnam, actual n¨²mero uno. "Durante cuatro d¨ªas no he pensado en nada, salvo en golpear lo m¨¢s duro posible. Jam¨¢s antes lo hab¨ªa hecho con tanta fuerza", coment¨® el nuevo ¨ªdolo.Daly, profesional desde 1987 y debutante este a?o en el circuito estadounidense, lleg¨® al torneo de la PGA de forma casual. La baja de Nick Price (Sur¨¢frica), que prefiri¨® aguardar junto a su esposa el nacimiento de un hijo, lo rescat¨® de la lista de espera.
Un tercer puesto en el Chatalooga Classic y los 800 kil¨®metros que tuvo que conducir en la noche previa al inicio del torneo desde su casa de Memphis eran sus ¨²nicas credenciales de salida. Nadie, por lo tanto, se fij¨® en ¨¦l, hasta que empez¨® a golpear como un salvaje.
Bruce Lietzke, segundo en la clasificaci¨®n final con 279 golpes, tres m¨¢s que el ganador, lo resumi¨® as¨ª: "Ibamos caminando y girando continuamente la cabeza cada vez que ¨¦l golpeaba. Aunque estuvi¨¦ramos en un hoyo distinto, nadie pod¨ªa asegurarnos que la pelota no iba a caer sobre nosotros".
Cenicienta
El triunfo de Daly ha sido un triple salto mortal hacia la gloria. "Es como la historia de Cenicienta. Un milagro", coment¨® ¨¦l. Lietzke, sin embargo, no se mostr¨® de acuerdo: "No existen milagros de una semana en un torneo del Grand Slam. Daly es un jugador real, no una ficci¨®n".Lietzke lleva 15 a?os compitiendo en el circuito americano, con 11 torneos ganados, y su opini¨®n merece ser tenida en cuenta: "Puede ganar muchos torneos, siete cada a?o". De momento, Daly figura ya junto a Jack Nicklaus, Lee Trevi?o, Jerry Pate, Jeff Sluman y Orville Moody en la gloriosa lista de figuras que lograron la primera victoria de su carrera en un torneo del Grand Slam.
Daly cogi¨® su primer palo de golf con s¨®lo cuatro a?os. Jack Nicklaus, el gran campe¨®n al que tantas veces vio por televisi¨®n, tuvo la culpa. Por ello, tras recoger el trofeo de campe¨®n y abrazar a su atractiva novia, Betty Fulford, dedic¨® a su ¨ªdolo el que hasta el momento es el triunfo m¨¢s importante de su carrera. "Te quiero, Jack", grit¨® por el micr¨®fono con los ojos inundados de l¨¢grimas.
Los 23 millones de pesetas del premio permitir¨¢n a Daly, seg¨²n confes¨®, "pagar la casa, el coche y dedicar algo a obras de caridad, unos tres millone?. El t¨ªtulo ganado podr¨ªa valerle tambi¨¦n su inclusi¨®n en el equipo de Estados Unidos que se enfrentar¨¢ al de Europa en la pr¨®xima Copa Ryder, competici¨®n que se celebrar¨¢ a finales de septiembre en Kiawah Island. "Me encantar¨ªa. Estoy cansado de ver ganar el torneo a los extranjeros en mi propio pa¨ªs", dijo.
Daly decepcion¨® a los concurrentes cuando reconoci¨® que en su vida hab¨ªa logrado romper una pelota de un solo golpe. Sin embargo, confes¨® uno de sus secretos: los palos que maneja poseen las cabezas confeccionadas con el mismo material que algunas balas. "Pero cuidado, aunque me llamen matador, no son balas. Un amigo mio destroz¨® uno de un tiro con una magnum ".
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