Obreros de la construcci¨®n de Tres Cantos, se hacinan en pensiones ilegales
La continua construcci¨®n de viviendas, en el reci¨¦n creado municipio de Tres Cantos, unido a la falta de hostales, ha provocado la aparici¨®n de numerosas pensiones clandestinas que acogen a un buen n¨²mero de trabajadores. ?stos, bien por proximidad a su obra o por motivos econ¨®micos, prefieren en muchos casos hacinarse en pisos antes que alojarse en la ¨²nica pensi¨®n autorizada de la localidad, mucho m¨¢s cara.
En el sector Embarcaciones de Tres Cantos, una zona donde la construcci¨®n de casas avanza fren¨¦ticamente, hay numerosos pisos particulares convertidos en pensiones ilegales. Esta circunstancia ha desatado las protestas de los vecinos de los bloques afectados, que alegan estar intranquilos por el interminable trasiego de gente por las escaleras, as¨ª como por el comportamiento "inc¨ªvico" de algunos obreros.En Colmenar Viejo, municipio del cual se segreg¨® Tres Cantos, hay varios pisos que se utilizan como pensiones. En alg¨²n caso, las viviendas han sido alquiladas por las propias empresas constructoras.
El piso 2? C del n¨²mero 6 del sector Embarcaciones, con tres dormitorios, un sal¨®n, dos cuartos de ba?o y una cocina, ha servido de alojamiento a m¨¢s de 14 trabajadores, seg¨²n los vecinos del bloque, qu¨¦ han observado c¨®mo hasta la cocina se hab¨ªa equipado con una litera. El precio de la cama en habitaci¨®n compartida oscila entre las 1.000 y las 1.500 pesetas por noche, con derecho a ducha, y las m¨¢s de 2.000 pesetas para aquellos que alcanzan "un acuerdo" de cocina con el propietario.
17 hu¨¦spedes en casa
Normalmente, los trabajadores se conforman con encontrar cama y ducha, por lo que pagan lo m¨ªnimo. ?ste es el caso del piso 2? D del bloque n¨²mero 24. La due?a, una mujer con cuatro hijos, alquila habitaciones y no quiere complicaciones de comidas ni de coladas. Sus hu¨¦spedes rotan casi todas las semanas, y seg¨²n un vecino, se han visto hasta 17 personas en la vivienda.En el mismo caso puede encontrarse alojamiento en los bloques 4, 8, 11 y 20, aunque los habitantes del sector aseguran que existen m¨¢s pensiones.
Vecinos del bloque 6 han conseguido, a base de denuncias ante la Polic¨ªa Local y la Guardia Civil, que se hicieran diversas inspecciones al piso 2? C, cuyo propietario, Santiago, que regenta un hipermercado en los bajos del bloque, desmont¨® r¨¢pidamente la cama que ten¨ªa en la cocina.
En este bloque se han denunciado robos de bicicletas, insultos y amenazas dirigidas a los vecinos, as¨ª como esc¨¢ndalos protagonizados en las zonas comunes. De forma general, en Embarcaciones, aunque no con frecuencia, s¨ª se producen peleas.
La cantidad que podr¨ªa obtener el propietario de estas pensiones clandestinas alojando a 15 trabajadores y cobr¨¢ndoles 1.500 pesetas por noche supera los seis millones anuales. Tambi¨¦n debe tenerse en cuenta, seg¨²n los propios vecinos, que esta actividad, al no estar declarada, no paga impuestos, y que al mismo tiempo consume m¨¢s servicios que el resto de los vecinos que comparten bloque.
La ¨²nica pensi¨®n autorizada en la zona cuesta 3.000 pesetas por noche.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.