La ecuatoguineana expulsada por Ana Tutor pide vivir en Madrid

B. DE LA CUADRA, A sus 23 a?os, Dolores Barleycorn Buila, ecuatoguineana regresada hace unas semanas de Malabo, adonde fue expulsada sin raz¨®n por la entonces delegada del Gobierno, Ana Tutor, no es capaz de calibrar todo el revuelo jur¨ªdico que su caso organiz¨®. Ahora, ha encontrado trabajo en el servicio dom¨¦stico y se ha acogido a las normas del Gobierno para regularizar su situaci¨®n y vivir en Madrid.

Barleycorn cuenta con una oferta de trabajo y a primeros de agosto present¨® a la Administraci¨®n su solicitud de permiso de trabajo y residencia. Ahora, s¨®lo hace un ruego a Interior: "Que, por favor, me concedan la residencia, porque tengo familia espa?ola -primos, primas, t¨ªa abuela- que me puede ayudar y mi hija ha nacido aqu¨ª y me gustar¨ªa quedarme aqu¨ª". El argumento supremo es su hija de cuatro a?os. "Cuando volv¨ª, Sandra, mi hija, me tiraba del vestido para que no me volviera a ir".Dolores Barleycorn permanec¨ªa en Espa?a desde febrero de 1983. S¨®lo habla espa?ol, y el 8 de agosto de 1987 naci¨® Sandra, la hija que tuvo con su compa?ero Nemesio Erike. Dolores trabaj¨® como empleada de hogar y, cuando Sandra tuvo 19 meses, comenz¨® a trabajar en un local de top less. All¨ª la detuvo la polic¨ªa el 3 de marzo de 1989.

Era verdad que ten¨ªa caducado el permiso de residencia, pero, mientras lo tramitaba, su t¨ªa Ana Bueloha Lolo manten¨ªa a Dolores y a su hija Sandra. "No me hab¨ªan comunicado que estaba denegada la solicitud que hice unos meses antes", reprocha Barleycorn, que recuerda aquella noche de su detenci¨®n: "Para la polic¨ªa fue muy f¨¢cil. Las dem¨¢s chicas eran blancas. Yo les ense?¨¦ el resguardo de mi solicitud de residencia, pero no fue bastante".

A partir de entonces aquello fue un laberinto. Primero, a la Puerta del Sol, despu¨¦s al centro de extranjeros de Moratalaz, otra vez a la Puerta del Sol y de nueve, a Moratalaz.

Directamente a Barajas

Mientras, Eriko y el abogado Juan Jes¨²s Gonz¨¢lez Herrero hicieron gestiones ante el Defensor del Pueblo, desde donde conectaron con la Delegaci¨®n del Gobierno y pareci¨® que se paralizaba la expulsi¨®n.Sin embargo, a las diez de la noche del d¨ªa 4, Dolores Barleycorn fue conducida al aeropuerto de Barajas mientras sus familiares, despistados, la buscaban en los juzgados de la plaza de Castilla.

El 3 de octubre de 1990, el Tribunal Constitucional fall¨® a su favor, y el 27 de septiembre de 1990, la Audiencia Nacional anul¨® la orden de expulsi¨®n y la prohibici¨®n de entrada en Espa?a durante tres a?os, que vulneran "el fundamental derecho de defensi¨®n". Finalmente, el Ministerio del Interior fue obligado a pagar el viaje de vuelta.

El 10 de junio, Dolores volvi¨® a pisar tierra espa?ola. Era justo la fecha en que se iniciaba el plazo para la regularizaci¨®n de la situaci¨®n de los inmigrantes ilegales Barleycorn, con su hija agarrada a la falda, ha dado un paso al frente en la campa?a Sal a la luz. Ponte en regla, y aguarda la soluci¨®n definitiva de su caso.