El hospital m¨¢s prestigioso de la RDA, acusado de extraer ¨®rganos de personas todav¨ªa vivas
El famoso hospital de la Charit¨¦, de Berl¨ªn, ha sido la ¨²ltima v¨ªctima de la meticulosa revisi¨®n de los archivos y documentos de la antigua Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana(RDA). Las investigaciones han mostrado que en ¨¦l se llevaron a cabo trasplantes de ¨®rganos procedentes de pacientes que a¨²n no hab¨ªan muerto, se realizaron lobotom¨ªas y esterilizaciones ilegales y se trat¨® con hormonas masculinas a ni?as destinadas a ser atletas. Dieciocho m¨¦dicos ya han sido despedidos y otros 12 han sido suspendidos por pasar informaci¨®n sobre pacientes a la polic¨ªa pol¨ªtica del r¨¦gimen comunista.
Harald Man, el decano de la Universidad de Humboldt, de la que depende el hospital de la Charit¨¦, ha rechazado rotundamente las acusaciones, pero no pudo negar que se cometieron, "probablemente", infracciones a la ley de trasplante de ¨®rganos "en pacientes que ten¨ªan la muerte segura y pr¨®xima ante sus ojos", declarando anticipadamente la muerte cerebral.Lo cierto es que en 1988 se traslad¨® a la Charit¨¦ a cuatro pacientes de otros hospitales provinciales, que a¨²n estaban vivos, con la intenci¨®n de utilizar sus ¨®rganos para trasplantes. La documentaci¨®n de tres de los cuatro casos ha sido encontrada y la Fiscal¨ªa de Berl¨ªn ya ha indicado que piensa abrir un proceso por homicidio contra el antiguo director de la Charit¨¦ Manfred Schlaedlich. La jefa de personal del hospital, Edith Zuhrt, cree que, en aquellos casos, todo el proceso estuvo supervisado por la polic¨ªa pol¨ªtica y asegura que uno de los anestesistas intent¨® protestar y fue amenazado con el despido.
Seg¨²n el peri¨®dico sensacionalista Bild, los ¨®rganos estaban destinados a altos funcionarios del Gobierno y a simpatizantes del partido, y exist¨ªa tambi¨¦n un comercio de ¨®rganos con Occidente. Pero, pese a que este tipo de especulaciones extremas no parece tener mucha credibilidad y a las protestas indignadas de los actuales dirigentes del hospital, que aseguran que se trata de una campa?a de desprestigio, una gran parte de la clase m¨¦dica de la ex RDA no piensa lo mismo. Ellis Huber, presidente del Colegio de M¨¦dicos de Berl¨ªn, cree que este caso es solo la punta del iceberg del conjunto de pr¨¢cticas generalizadas en numerosos hospitales donde se ignoraba completamente la dignidad humana. "Muchos m¨¦dicos dejaron aparte sus escr¨²pulos ¨¦ticos s¨®lo para poder hacer carrera en el sistema", dijo Huber.En Le1pzig, la segunda ciudad m¨¢s irriportante de la ex RDA, la Fiscal¨ªa ha abierto tambi¨¦n una investigaci¨®n sobre la pr¨¢ctica de lobotom¨ªas y esterilizaciones sin causa m¨¦dica y sin el permiso ni el conocimiento de los pacientes. En todos los casos los m¨¦dicos actuaron con permiso y por indicaci¨®n del Ministerio de Sanidad de la ex RDA.En el caso del tratamiento de ni?as con hormonas masculinas para convertirlas en atletas de ¨¦lite, tres personas est¨¢n siendo investigadas por la Fiscal¨ªa. Seg¨²n indic¨® su portavoz, el antiguo jefe de farmacolog¨ªa de la Charit¨¦ y un m¨¦dico se encargaban de experimentar con hormonas en menores de edad sin que ni ellos ni sus familiares lo supieran.La rigidez del sistema, la omnipresencia de la polic¨ªa pol¨ªtica y la subordinaci¨®n de cualquier actividad a los intereses del Estado, aseguran muchos m¨¦dicos de la ex RDA, propiciaba una extra?a sumisi¨®n de la clase m¨¦dica a las directrices pol¨ªticas como ¨²nica manera no ya s¨®lo de hacer carrera, sino incluso de conseguir los instrumentos para trabajar.
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