Castigar al portero

El esp¨ªritu del nuevo reglamento es castigar al portero que, en el mano a mano con el rival, opta por ir al bulto en lugar de ir a por el bal¨®n. Aunque la rapidez y la habilidad de Manolo le vencieron, Elduayen parec¨ªa buscar la pelota en una entrada que si la hubiese realizado un defensa habr¨ªa sido penalti, pero no expulsi¨®n.Dos casos ocurridos durante el fin de semana sirven para ilustrar el tema. En la Bundesliga, el Hansa Rostock, l¨ªder y rival en la Copa de Europa del Barcelona, empat¨® en el minuto 71 un partido que perd¨ªa por 2-1 frente al Bayer Leverkusen. Nueve minutos despu¨¦s, su portero Damel Hoffmann fue expulsado por derribar al delantero rival Heiko Herrlich. En lugar de lanzarse a por la victoria, el Hansa, con los dos cambios realizados, sobrevivi¨® con el defensa M?rz en los palos.

El minuto 23 del partido Southampton-Aston Villa de la Liga inglesa arroj¨® otro caso inquietante. El portero local, Tim Flowers, sali¨® de su ¨¢rea y, consciente de que el uso de las manos le ganar¨ªa la roja, despej¨® el bal¨®n con un tremendo puntapi¨¦. Por desgracia para los dos, dio en la cabeza del delantero del Aston Villa Tony Daley y, de rebote, golpe¨® fuerte contra el pecho de Flowers. ?ste, con los eternos reflejos del guardameta, agarr¨® la pelota con las manos. Con un gesto de horror, Flowers se dio cuenta de la enormidad de su crimen instintivo.

Su juez se llamaba Keith Burge, ¨¢rbitro internacional que lleva el distintivo de la FIFA sobre el pecho. El gal¨¦s decret¨® una falta, pero no tom¨® medidas contra Flowers. "Decid¨ª que la expulsi¨®n hubiera sido un castigo excesivo por una reacci¨®n instintiva".

Gordon Taylor, presidente de la Asociaci¨®n de Futbolistas inglesa, defiende a Burge: "Hoy d¨ªa, los ¨¢rbitros no saben dirigir la orquesta. S¨®lo dirigir el tr¨¢fico".