Descuido, quisquillosidad y beater¨ªa

Uno de sus cultos viajeros, Julio Llamazares, retratista literario, el 21 de agosto prepar¨® un c¨®ctel titulado De San Sebasti¨¢n a Vitoria, que ni siquiera por la laxitud veraniega justifica su publicaci¨®n. No entiende cuanto escribe y, lo que es peor, se nota que no le interesa nada. Sale del paso con cuatro escobazos. Abandono y desinter¨¦s se evidencian a trav¨¦s de los datos que maneja. Cuando escribe de Vitoria le da lo mismo "cesta que ballesta".Hace que el mu?eco-s¨ªmbolo Celed¨®n descienda del tejado del Ayuntamiento, que no es cierto.

Va, Cuchiller¨ªa arriba, a la catedral, que es imposible.

Admira esculturas de los mejores artistas vascos en El Portal¨®n, cuando ¨²nicamente de uno de ellos, Sanchotena, es de quien ha podido contemplarlas.

Se imagina la frontera norte vasca del sue?o de los independentistas en Hendaya, cuando todo el mundo sabe que aspiran a colocarla bastante m¨¢s cerca de Burdeos.

Y para colmo, en un alarde de desidia inadmisible, hace lirismo bajo higueras, degustando un vino de Bernedo, donde jam¨¢s hubo vid, y es predio honorable de patata y monte.

Supongo que por esto le pagan. Y seguramente bien. Anote mi acusaci¨®n de despilfarro unida al desasosiego de suponer que si en esto, que aunque m¨ªnimo yo conozco, se me desinforma, ?qu¨¦ no ocurrir¨¢ con aquello que no conozco!- .